El desempleo en California aumenta a medida que las nóminas se reducen por primera vez desde 2010

La tasa de desempleo de California se disparó en marzo cuando entró en vigencia el cierre por el coronavirus en todo el estado y las nóminas generales se redujeron por primera vez en una década, informaron el viernes funcionarios estatales. El informe de marzo mostró una tasa de desempleo del 5.3%, frente al 3.9% de febrero, el mayor salto en más de cuatro décadas de recopilación de datos estatales. Pero la tasa se basa en una encuesta que finalizó el 12 de marzo, por lo que no refleja las posiciones eliminadas por miles de empleadores en la segunda mitad del mes.

Durante la primera mitad del mes, el estado perdió 99.500 empleos. Eso pone fin a una racha récord de 120 meses de ganancias desde la Gran Recesión.

Tanto la tasa de desempleo de Estados Unidos, que fue del 4.4% en marzo, como la tasa de California se han disparado en las últimas semanas, según los economistas que predicen que la tasa de desempleo del estado este año podría subir a más del 16% y tal vez hasta el 20%.

“El empleo en California está en caída libre y aún no se vislumbra ningún fondo”, manifestó Sung Won Sohn, economista de la Universidad Loyola Marymount. “Las actividades económicas no se recuperarán bruscamente incluso cuando finalice el aislamiento”.

La sombría noticia llegó el día después de que las autoridades federales informaron que 660.966 californianos habían presentado reclamos por desempleo en la semana que terminó el 11 de abril. Durante cuatro semanas, se procesaron 2.7 millones de solicitudes en todo el estado, lo que equivale a 1 de cada 7 trabajadores en los 19.3 millones del estado.

A nivel nacional, unos 22 millones de personas han solicitado beneficios de desempleo en el último mes, el mayor número registrado. En la Gran Recesión, el empleo disminuyó en 8.6 millones de trabajadores entre noviembre de 2007 y diciembre de 2009.

El número de empleos perdidos en California en marzo fue el cuarto más grande registrado, impulsado por la disminución en seis de los 11 sectores industriales. El sector del ocio y la hospitalidad se redujo más, perdiendo 67.200 puestos, en gran parte debido al cierre de hoteles, restaurantes, servicios de comida y bares.

“Esto representa sólo la punta del iceberg de lo que es probable que veamos cuando se publique el informe de empleo de abril de California”, dijo Scott Anderson, economista jefe del West Bank en San Francisco. “Ningún sector de la economía se salvará antes de que terminen las pérdidas de empleo”.

El sector de “otros servicios” del estado, que abarca una mezcla de empresas como la reparación de automóviles y la limpieza, perdió 15.500 puestos. El sector de la construcción se redujo en 11.600.

El sector de servicios profesionales y empresariales, que incluye algunos trabajos de la tecnología se redujo en 8.600 puestos. El sector manufacturero perdió 5.300. El sector de comercio, transporte y servicios públicos se redujo en 4.600.

El comercio minorista fue plano durante el mes. Amazon, Walmart y muchas tiendas de comestibles han contratado a miles de trabajadores en las últimas semanas mientras los compradores ordenan productos en línea y se aglomeran en los mercados para abastecerse de alimentos. Esos empleos son compensados por cierres en Macy’s, Kohl’s y otras grandes tiendas departamentales, así como miles de tiendas de ropa más pequeñas y otros puntos de venta de artículos no esenciales.

El sector gubernamental registró la mayor ganancia de empleo del mes: 5.200 puestos, principalmente debido a un aumento en el empleo del gobierno local. El gobierno federal también creció, impulsado por la contratación de encuestadores estadounidenses.

El sector de actividades financieras creció en 4.000 empleos, y el sector de información, que incluye algunos trabajos de software, ganó 2.600. Las nóminas en el sector de servicios de educación y salud crecieron en 1.200. La minería y la tala sumaron 300 puestos.

Los empleadores de California con más de 75 trabajadores deben informar los cierres de plantas y los despidos masivos al Departamento de Desarrollo de Empleo de California de conformidad con la Ley de Notificación de Ajuste y Reciclaje de Trabajadores, o WARN. En el pasado, la agencia emitió dos informes mensuales, pero tantas empresas han despedido empleados que la lista se actualiza diariamente.

Los números revelan una aceleración rápida. En febrero, sólo 64 empresas reportaron despidos, totalizando 7.164 trabajadores. En marzo, 354 compañías informaron recortes de personal, para un total de 52.959. Y en la primera quincena de abril, 1.377 empleadores notificaron el despido de un total combinado de 154.269 trabajadores.

Miles fueron despedidos en hoteles, restaurantes y lugares de entretenimiento, pero se ha sentido un impacto en una amplia variedad de negocios. Entre los despidos más grandes hubo 3.029 en Pacific Dental Services, una cadena con sede en Irvine; 2.250 en San Diego’s Sea World; 1.671 en YMCA de Los Ángeles; 1.331 en LAZ Parking en Los Ángeles; 1.900 en Hawaiian Gardens Casino y 893 en Core Power Yoga con sede en San Diego.

Y el informe WARN está lejos de estar completo. No sólo no incluye los despidos en empresas más pequeñas, también cuenta a los trabajadores que estuvieron empleados durante al menos seis de los 12 meses anteriores a los recortes. Y el mes pasado, el gobernador Gavin Newsom suspendió la disposición de la ley de que los empleadores notifiquen a los trabajadores y a la agencia con 60 días de antelación, por lo que muchas compañías aún no han presentado informes.

En el condado de Los Ángeles, la tasa de desempleo aumentó a 6.3% en marzo desde 4.3% en febrero. Las nóminas en el Condado, que suman alrededor de 4.6 millones de empleos, arrojaron 35.200.

En el condado de Orange, el desempleo creció a 3.6% de 2.8%. El Condado, con aproximadamente 1.67 millones de trabajadores, perdió 13.200 empleos.

En Inland Empire, que abarca los condados de Riverside y San Bernardino, el desempleo aumentó del 4% al 5.1%. La región, con unos 1.54 millones de trabajadores, perdió 5.500 puestos.

Lynn Reaser, economista de la Universidad Nazarena de Point Loma en San Diego, señaló que las solicitudes de desempleo aumentarán a fines de abril cuando California comience a aceptar peticiones de cientos de miles de trabajadores y contratistas independientes. Con el crecimiento de compañías de la economía temporal como Uber, Lyft e Instacart, ese grupo de trabajadores se ha expandido rápidamente en los últimos años.

Hasta ahora, los trabajadores no habían sido elegibles para beneficios de desempleo porque las compañías para las que trabajan no pagan impuestos estatales de desempleo. Pero están explícitamente incluidos en la Ley Federal de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica del Coronavirus, conocida como CARES, que ofrece a los trabajadores desempleados hasta $600 por semana.

Los economistas ofrecen evaluaciones variadas sobre cuánto tiempo podría durar una recesión inducida por coronavirus.

Anderson, en el West Bank, predijo: “Entraremos en un proceso de recuperación de varios años para la economía de California, incluso en el mejor de los casos en que terminen los cierres de negocios y la actividad económica regrese en la segunda mitad de este año”.

Reaser fue algo más optimista.

“La pendiente y la brusquedad de la disminución probablemente no tengan paralelo en la historia de Estados Unidos”, consideró. “Sin embargo, es probable que la recesión sea mucho más corta que la Depresión de la década de 1930, que abarcó cuatro años, e incluso la Gran Recesión, que duró 18 meses. La economía no está en una espiral descendente sin perspectivas de alivio”.

Y Sohn sugirió que la eventual recuperación de California podría ser más rápida que la de la nación en general “porque la tecnología ha sido el caballo de batalla de la reciente expansión económica del estado. Durante esta pandemia, la comunicación remota, las compras en línea, las redes sociales y la transmisión digital han limitado la disminución del empleo en el estado”.

Pero, advirtió, “impulsar la producción es más fácil que convencer a los consumidores de que visiten restaurantes y teatros. Los empleados están ansiosos por volver a trabajar después de semanas de encierro, pero no se debe subestimar el shock psicológico para las personas y la economía”.

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