Anuncio

Las escuelas de California enfrentan recortes “devastadores” por el coronavirus mientras luchan por su reapertura

El gobernador Gavin Newsom analiza su presupuesto estatal revisado 2020-2021 durante una conferencia de prensa en Sacramento.
(Rich Pedroncelli/Pool)
Share

A pesar de que los costos se dispararon en respuesta a la crisis del coronavirus, los distritos escolares de California enfrentan importantes recortes de fondos que podrían conducir a despidos de maestros y personal y dejar a algunas escuelas luchando por reabrir los campus de manera segura en el otoño, según funcionarios y educadores del distrito.

El presupuesto propuesto para las escuelas, dividido en aproximadamente $19 mil millones en los próximos dos años, empeora sus desafíos financieros existentes y hace poco para ayudar con los costos relacionados con la pandemia.

En respuesta al presupuesto revisado presentado el jueves por el gobernador Gavin Newsom, Xilonin Cruz-González, presidenta de la Asociación de Juntas Escolares de California, reconoció que Newsom enfrentó decisiones difíciles con un déficit estatal estimado de $54.3 mil millones que se materializó tan rápido como el coronavirus.

Anuncio

Pero la proporción de daños causados que afectan a las escuelas es demasiado grande, manifestó.

“Este presupuesto sería insuficiente en tiempos ordinarios y es inferior a lo que se requiere para que la mayoría de las escuelas se reabran de manera segura durante una pandemia”, expuso Cruz-González, quien también es integrante de la junta escolar del Distrito Escolar Unificado de Azusa, un sistema escolar en el este del condado de Los Ángeles. “Y si las escuelas no se vuelven a abrir, nuestra economía no se puede volver a abrir por completo”.

Otros líderes escolares compararon los recortes propuestos con los de la Gran Recesión de hace una década.

“Los recortes de educación propuestos para el presupuesto 2020-21 serán devastadores en un momento en que los estudiantes necesitan más apoyo”, señaló E. Toby Boyd, presidente de la influyente Asociación de Maestros de California, y “conducirá a la reducción de programas vitales para estudiantes, despidos de educadores, días de licencia y recortes salariales, tal como sucedió durante la última recesión cuando perdimos 33.000 educadores”.

La educación superior sufrió un golpe simultáneo, desestabilizando aún más a las universidades estatales mientras intentan planificar el otoño, sin saber cuántos estudiantes regresarán, en persona o en línea, y cómo se llevarán a cabo las clases. A principios de esta semana, el sistema de la Universidad Estatal de California anunció que su semestre de otoño tendría lugar principalmente en línea.

Los activistas dijeron que los recortes serían difíciles para aquellos que no pueden permitírselo.

“En todo el estado, las familias, los estudiantes y las comunidades de color sufren los efectos desproporcionados de la pandemia”, dijo Elisha Smith Arrillaga, directora ejecutiva de Education Trust-West, un grupo de investigación y defensa.

“Ya sea que esté luchando con las necesidades básicas, la inestabilidad financiera, el acceso a la tecnología o el estrés innegable que experimentan los padres, una cosa está clara: nuestros sistemas de escuelas públicas y universidades son fundamentales para la recuperación de las familias y los estudiantes de esta crisis económica y de salud”, añadió.

Aún así, muchos defensores y funcionarios dieron crédito a Newsom por un plan presupuestario que podría haber sido mucho peor para la educación pública.

Para aliviar el impacto, Newsom asignó $4.4 mil millones en ayuda federal de emergencia a las escuelas y redirigió otros $2.3 mil millones. Originalmente, este dinero tenía la intención de reducir un déficit a largo plazo en las pensiones de los educadores, una prioridad principal para los distritos escolares, pero menos crucial que abordar la crisis inmediata.

Las escuelas también se beneficiarán de que Newsom finalice algunos créditos fiscales que generarán $1.8 mil millones en ingresos e impuestos más altos para algunos.

Además, Newsom esperaba confiar en los aplazamientos, que retrasan la rapidez con que los distritos reciben dinero. La demora le permite al estado “equilibrar” su presupuesto en el presente a costa de pagos futuros. Como resultado, los distritos tienen que agotar las reservas o pedir dinero prestado para cubrir su flujo de efectivo. Pero los aplazamientos son mejores que los recortes.

Newsom también aprobó maniobras contables y de financiación que preservarán niveles más altos de financiamiento de la educación en los próximos años cuando la economía finalmente se recupere.

Las estrategias ganaron elogios de Tony Thurmond, superintendente de Instrucción Pública del Estado.

“La propuesta de presupuesto actualizada incluye una variedad de medidas diseñadas para evitar recortes permanentes en la educación, que de otra manera podrían tener un impacto duradero en una generación de estudiantes”, señaló Thurmond.

Thurmond también reconoció que no habría escapatoria del dolor causado por la recesión que se desarrolla rápidamente: “Si bien las medidas descritas en la propuesta de hoy están lejos de lo que necesitan nuestras escuelas, también entendemos que nuestro estado enfrenta opciones imposibles en circunstancias imposibles”.

Los recortes incluyen una reducción del 10% bajo una fórmula de financiación estatal que prioriza la ayuda a los alumnos de inglés y a los estudiantes de familias de bajos ingresos. Se aplicarán reducciones similares a programas especializados como la formación profesional y la formación de docentes.

El gobernador también redujo a cero los programas ambiciosos anunciados en enero, como un esfuerzo por combatir la escasez de maestros en el estado y expandir la calidad y cantidad de la educación temprana.

“La educación temprana escapa a los recortes drásticos”, dijo Bruce Fuller, profesor de educación y analista en UC Berkeley. “Pero el hacha presupuestaria recae fuertemente en los salarios de los maestros de preescolar, muchos apenas ganan un salario digno”.

Un elemento que Newsom conservó fue un aumento de los fondos estatales para atender a los estudiantes con discapacidades.

“Me preocupa profundamente la educación especial y no podría con buena conciencia ser parte del desmantelamiento de un compromiso que habíamos hecho”, manifestó Newsom. “Estábamos preparados para hacer inversiones históricas, para invertir en nuestro futuro... Eso fue en enero”.

El gobernador agregó que los recortes a la educación estarían entre los primeros que se restauren si llegara la ayuda federal adicional.

La Asociación de Maestros de California se hizo eco del llamamiento para obtener más ayuda federal, expresando su apoyo a la legislación patrocinada por los demócratas en la Cámara de Representantes de EE.UU. El sindicato de maestros también sugirió que los líderes estatales y los votantes deben actuar por su cuenta para aumentar los ingresos.

Mientras tanto, las universidades estatales se enfrentarán a un revés vertiginoso en la fortuna. En enero, Newsom propuso un aumento del 5% de los fondos para los sistemas de la Universidad de California y Cal State.

Ambos sistemas ahora enfrentan recortes del 10% sin ayuda federal adicional.

En la UC, eso significa una disminución de $338 millones; y en CSU, una reducción de $398 millones. Esas están por encima de las pérdidas sufridas debido a la pandemia de COVID-19.

El sistema UC se enfrentó a $558 millones en costos no anticipados sólo en marzo. En CSU, las pérdidas de ingresos y los costos imprevistos para la primavera de 2020 se estiman en $337 millones.

“Si bien el panorama fiscal establecido en la revisión del presupuesto del Gobernador Newsom en mayo no es inesperado, de hecho es desalentador y presagia tiempos difíciles en toda la Universidad Estatal de California y en el estado”, expuso el rector Timothy P. White en un comunicado.

Los colegios comunitarios de California también verían una disminución de aproximadamente el 10%, lo que daría como resultado menos clases, incluso cuando la recesión y la pérdida de empleos conducen a una mayor inscripción en el sistema.

Los distritos K-12 se beneficiarán de aproximadamente $1.6 mil millones en ayuda federal de emergencia directa. El Unificado de Los Ángeles, debido a su tamaño y a que muchos estudiantes son miembros de familias de bajos ingresos, probablemente recibirán alrededor del 20% de esa financiación.

Pero para las escuelas de Los Ángeles, subrayó el superintendente Austin Beutner, la financiación está muy por debajo de la necesidad.

Dijo que entiende la prioridad hacia la atención médica y al salvar vidas directamente. Pero el imperativo para la educación debe seguir rápidamente, consideró.

“Ese niño en segundo grado que no aprende a leer ahora y no lo hará pronto tendrá un viaje de vida diferente”, subrayó Beutner. “Y si lo hace, no podemos compensar esto”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Anuncio