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Plan de Protección Oceánica traza el rumbo para defender la costa de California

Oceanside
Con la Central Eléctrica de Encina al fondo, Damaris Sánchez, a la izquierda, de Oceanside, graba a la juguetona Maya Fierro, de 3 años, a la derecha, la hija de su novio, también de Oceanside, cerca del Oceanside Pier, el 29 de enero de 2020 en Oceanside, California.
(Howard Lipin/The San Diego Union-Tribune)

Los esfuerzos se dirigen a salvaguardar el estado contra el aumento del nivel del mar, al tiempo que se apuntalan las economías costeras

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Un nuevo plan de protección del océano establece medidas para salvaguardar la costa de California contra el aumento del nivel del mar, a la vez que apuntala el acceso público y construye economías costeras.

El Consejo de Protección del Océano aprobó en días pasados el Plan Estratégico para Proteger los Océanos de California, una hoja de ruta de cinco años para navegar amenazas como el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. El consejo, un organismo de políticas dentro de la Agencia de Recursos Naturales de California, quiso distinguir el nuevo plan de las ediciones anteriores, centrándose en plazos y fuentes de financiación específicos.

“Querían asegurarse de que el plan estratégico no fuera el mismo plan antiguo, sino que fuera en verdad un proyecto de acción para proteger realmente la costa y el océano de California”, dijo Mark Gold, director ejecutivo del consejo. “La costa es tan importante para lo que somos en California, no sólo desde la perspectiva de la biodiversidad, sino también desde el enfoque cultural, la gente que usa la playa y la economía azul”.

El plan se centra en cuatro áreas clave: la resistencia al cambio climático, el acceso al océano y la equidad, la biodiversidad y la economía azul. A medida que los efectos del calentamiento de los océanos surgen en la costa de California, abordar los impactos del cambio climático es esencial para cumplir los otros tres objetivos.

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“El Panel Internacional sobre el Cambio Climático descubrió recientemente que los ecosistemas costeros están sometidos a tensiones a causa del calentamiento de los océanos, la intensificación de las olas de calor marino, la acidificación de los océanos, la pérdida de oxígeno y el aumento del nivel del mar, y que ya se observan los efectos en las especies, la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas”, afirma el informe. “Nunca antes ha sido más importante la ambición y la eficacia de nuestro estado en la protección del océano y la costa”.

El plan se basa en el dinero existente en bonos estatales anteriores y otros mecanismos, como el fondo de matrículas ambientales, para sus dos primeros años de operaciones, dijo Gold. Después de eso, los miembros del consejo buscan un bono de 4.750 millones de dólares para la resiliencia climática que el gobernador Gavin Newsom planea poner a flote en noviembre, que incluiría 500 millones de dólares para acciones en el océano y la costa, expuso Gold.

La reunión, celebrada en Sacramento, contó con la participación de representantes del Puerto de San Diego, el Departamento de Pesca y Vida Silvestre del estado y la Junta de Control de Recursos Hídricos de California, junto con una serie de grupos empresariales medioambientales y marinos. Aparte de las peticiones de cambios técnicos o de idioma específicos, los oradores apoyaron ampliamente el plan.

“California es una potencia mundial en tecnología azul”, dijo Michael Jones, presidente de TMA BlueTech, una incubadora de industria marina en San Diego. “Necesitamos establecer un estándar para el mundo. Creemos que este es un enfoque muy oportuno, y felicitamos su trabajo”.

Otros reconocieron que el plan establece objetivos ambiciosos en plazos rápidos, pero dijeron que la situación exige medidas audaces.

“Creo significa un avance, y eso es bueno”, declaró Jonathan Bishop, director operativo. “Deberíamos estar progresando”.

El miembro del consejo Jordan Diamond, director ejecutivo del Centro de Leyes, Energía y Medio Ambiente (CLEE) de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley, dijo que el apoyo de otras agencias y organizaciones sin fines de lucro será clave para el éxito del plan.

“El énfasis está en establecer visiones ambiciosas, pero luego trabajar con los socios para lograrlas”, indicó. “Esto no es algo que podamos hacer por nuestra cuenta. Todo esto depende de las asociaciones”.

La primera sección del plan establece estrategias para salvaguardar las comunidades y ecosistemas costeros de California del efecto del cambio climático, que van desde el aumento del nivel del mar y la erosión de las playas hasta la disminución de las pesquerías y los bosques de algas marinas. Su primer objetivo es asegurar que la costa de California pueda soportar al menos 3.5 pies de elevación del nivel del mar para 2050.

Esto incluye el desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza, incluyendo la restauración de humedales y la creación de criaderos de ostras que puedan amortiguar los efectos del aumento del nivel del mar. También hace referencia a la reubicación planificada, un pararrayos en los diálogos sobre el cambio climático en San Diego. Gold dijo que la consideración de la reubicación planificada debería centrarse más en la infraestructura pública, como el tren Coaster o el Puerto de San Diego, en lugar de la propiedad privada.

Otro objetivo propone un “plan de resiliencia de la infraestructura centrado en carreteras estatales, ferrocarriles, plantas de tratamiento de aguas residuales, instalaciones de suministro de agua, puertos y centrales eléctricas para el año 2023”.

“¿Qué podemos hacer para asegurarnos de que el puerto, que es un motor económico para San Diego, esté protegido?”, expuso. “Así que estamos tratando de replantear ese diálogo. La retirada controlada es una herramienta de último recurso”.

El plan también tiene como objetivo minimizar los efectos ecológicos del calentamiento del océano “protegiendo, restaurando o recreando” 10 mil acres de humedales costeros para 2025. Y pide que se actualicen las normas de calidad del agua para combatir la acidificación del océano y el bajo nivel de oxígeno del océano, reducir la descarga de aguas residuales en el océano y aumentar la reutilización del agua.

En la segunda sección, el plan establece objetivos para involucrar a las comunidades tribales y los gobiernos de California en la política oceánica, y proporcionar “un acceso equitativo, conveniente y asequible a los recursos naturales costeros y la elaboración de políticas, además de asociarse con las comunidades menos favorecidas” en materia de recursos y gestión de los océanos y las costas.

En respuesta a las recomendaciones de los oradores, el Consejo también añadió un lenguaje al plan para aumentar la diversidad en su propia organización.

En la parte relativa a la diversidad biológica se pide que se complete una evaluación de 10 años del éxito de la red de zonas marinas protegidas de California y que se elaboren planes para proteger y restaurar las pozas de marea, los lechos de pastos marinos y los bosques de algas marinas. Se insta a que se adopten medidas de protección para las ballenas y las tortugas marinas de las colisiones con embarcaciones y del enredo en artefactos de pesca, con el objetivo de que no haya ninguna muerte a causa de esos peligros. Y pide que se reduzca la contaminación por plásticos, con la finalidad de eliminar la basura en el océano para 2030.

En otro objetivo específico tanto para la recreación como para la ciencia en San Diego, la sección de biodiversidad también tiene como meta modernizar la red de notificación de floraciones de algas nocivas para proporcionar datos en tiempo real para 2022, y predicciones para 2024. Gold reveló que el consejo acaba de proporcionar 1.3 millones de dólares para ese esfuerzo, dirigido por el Instituto Scripps de Oceanografía en La Jolla.

Otros objetivos identificarán y erradicarán las especies marinas invasoras y reducirán los contaminantes perjudiciales para los organismos marinos o la salud humana.

La sección final tiene como meta construir sobre el motor financiero de la economía azul. Sus objetivos incluyen el desarrollo de un sistema de rastreo de alimentos marinos sostenibles, el apoyo a las comunidades pesqueras y al turismo costero, y el fomento del desarrollo de la energía eólica marina.

El asambleísta estatal Mark Stone, quien es miembro del consejo, dijo que esos objetivos duros le dan fuerza al proyecto, y también establecen normas de responsabilidad para el plan, y la posible medida de bonos estatales.

“Es más que una aspiración, pero establece una verdadera hoja de ruta para los pasos que se pueden dar”, señaló. “Este será el documento con el que se medirá el progreso”.

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