La nueva y elegante torre residencial llamada “Arq” se anuncia como una vivienda de lujo para el conjunto creativo de Los Ángeles, con impresionantes vistas y apartamentos tipo estudio por $3.121 al mes.
Ubicado en el límite del sur de Los Ángeles, el rascacielos de 30 pisos no se parece a ningún otro edificio residencial en esa parte de la ciudad, elevándose entre sus vecinos. Es parte del distrito de Cumulus, un desarrollo programado para albergar restaurantes, un supermercado Whole Foods y más de 1.200 apartamentos.
Cumulus es el tipo de desarrollo masivo de alto nivel típico del centro de la ciudad, Hollywood o Century City. En el vecindario West Adams de Los Ángeles, que ha luchado durante décadas para atraer a los supermercados y minoristas, el proyecto se considera transformador.
Nadie en el ayuntamiento fue más relevante para la aprobación del proyecto que el concejal Herb Wesson, quien representa al área y ahora se postula como supervisor del Condado. Wesson presionó para que el sitio fuera rezonificado, eliminando el límite de altura de 45 pies de la propiedad, y votó por eliminar la posibilidad de que el proyecto ofreciera viviendas asequibles reguladas por la ciudad.
Ahora, con las actividades de arrendamiento recién comenzando, el proyecto ha resucitado el debate sobre si Cumulus representa un resurgimiento de los vecindarios al sur de la autopista 10 o la gentrificación de uno de los vecindarios históricamente negros de Los Ángeles, expulsando a las personas con escasos recursos.
El activista Damien Goodmon, quien desafió el proyecto sin éxito en 2016, dijo que se sorprendió al saber que los apartamentos de dos habitaciones de “Arq” se cotizaron recientemente por $5.292 al mes.
“Esos son los precios de Beverly Hills en el sur de Los Ángeles”, dijo. “No voy a mentir. Me asusta”.
Goodmon dijo que la ciudad debió haber limitado el proyecto a ocho pisos e incorporado viviendas asequibles para personas de bajos ingresos y, de esta manera, adaptarse a los ingresos del vecindario circundante. Wesson, a su vez, ha dicho que simplemente siguió los deseos de la comunidad, que estaba “abrumadoramente” a favor de Cumulus, incluida la torre.
En 2016, los vecinos querían un espacio abierto y un supermercado en el lugar, no más viviendas asequibles, dijeron Wesson y un asistente a principios de este año.
“La comunidad sintió que estaba rodeada de servicios asequibles”, manifestó Wesson. “Esto, en ese momento, no era un gran problema”.
A otros en la comunidad les gusta lo que ven.
Eva Marie Aubry, residente de West Adams desde hace tiempo, elogió a Wesson por su manejo del proyecto y dijo que inyectará nueva vida al vecindario. Aubry aseguró que Cumulus evitará que tenga que conducir tanto hasta The Grove, el distrito de Fairfax y Santa Mónica para ir de compras y cenar.
“Preferiría tener algo bello en mi propio vecindario”, dijo la mujer de 77 años.
Carmel Partners, el desarrollador del proyecto, reconoció que la torre “Arq” de 300 unidades está dirigida a inquilinos de altos ingresos. Pero la compañía dijo que planea cobrar voluntariamente alquileres a la “mano de obra” en al menos 180 unidades de la segunda fase del proyecto. Esas unidades constituyen viviendas asequibles, señaló la compañía en un comunicado.
Si bien Carmel no ha revelado el costo de esos alquileres, los funcionarios de la ciudad dicen que las rentas para trabajadores pueden llegar hasta $2.959 por un domicilio individual, $3.379 por un apartamento de una habitación y $3.803 por uno de dos habitaciones. Esos precios, dicen los defensores de los inquilinos, aún estarán fuera del alcance de la mayoría de los residentes de West Adams y los vecindarios cercanos de Los Ángeles.
Desde que el consejo aprobó el proyecto, Carmel Partners ha sido objeto de escrutinio en una investigación federal de corrupción que ha llevado a la detención de dos miembros del consejo. Sin embargo, los fiscales no han mencionado el desarrollo de Cumulus y no han acusado públicamente a Wesson de ningún delito.
En cambio, la investigación de sobornos se ha centrado principalmente en proyectos inmobiliarios en el distrito del centro del concejal José Huizar, incluida una torre Carmel Partners de 35 pisos. Los fiscales han acusado a Huizar de obtener beneficios económicos de Carmel, al tiempo que reducen la cantidad de viviendas asequibles necesarias en su proyecto.
Huizar se ha declarado inocente. A principios de este año, Carmel Partners señaló que el caso de Huizar presentaba “numerosas” conclusiones falsas o engañosas, diciendo que las donaciones de la campaña no fueron la razón por la que se aprobó su proyecto del centro.
El impulso para construir Cumulus, ubicado en La Ciénega Boulevard, a una cuadra de Culver City, comenzó en 2013, cuando la empresa de radiodifusión Cumulus Media anunció que estaba vendiendo el sitio de 10 acres. La propiedad, hogar de las estaciones de radio Cumulus KLOS-FM y KABC-AM, se comercializó para compradores potenciales como una oportunidad de crear una “ciudad dentro de una ciudad”, justo al lado de una estación de tren ligero Expo.
Una portavoz de Cumulus Media confirmó que Patrick Wesson fue empleado de la compañía en Los Ángeles de 2015 a 2019, trabajando para ambas estaciones. Ella declinó hacer otro comentario.
Por otro lado, una portavoz de Carmel dijo que la firma no tuvo contacto con el hijo de Wesson en ningún momento durante el proceso de transacción o aprobación. “Tampoco sabíamos de su búsqueda de trabajo o contratación en ese momento”, señaló.
Wesson le dijo a L.A. Times que su hijo consiguió el empleo por su cuenta y afirmó que era una jornada de tiempo parcial. El concejal también comentó que no sabía que Patrick Wesson era empleado de Cumulus cuando el proyecto estaba bajo revisión.
“No creo que realmente supiera que [sus] cheques de pago provenían de Cumulus hasta que recibimos esta consulta”, explicó.
Wesson entregó una proclamación de la ciudad enmarcada en “Heidi and Frank Show” de KLOS, donde trabajaba su hijo, en agosto de 2015. El concejal le dijo a L.A. Times a principios de este año que pensaba que los empleadores de su hijo eran KABC y KLOS y no el desarrollador.
Wesson informó que, cuando se presentó la solicitud de Cumulus, Carmel Partners estaba manejando la solicitud para cambiar la zona del terreno y aprobar la torre, no Cumulus Media.
Patrick Wesson, de 44 años, no respondió a los mensajes en busca de comentarios.
La ley de conflicto de intereses del estado generalmente no se aplica a escenarios que involucran a políticos y sus hijos adultos. Aún así, un guardián de la ética argumentó que Wesson tenía la responsabilidad de conocer las relaciones financieras de los miembros de su familia, para asegurarse de que no se mezclaran indebidamente con sus deberes públicos.
“[Wesson] tomó una decisión que afectó el bienestar financiero del empleador de su hijo”, dijo Sergio Pérez, ex director de cumplimiento de la Comisión de Ética de la ciudad. “Esa conexión debería haberse divulgado de forma proactiva”.
En agosto de 2016, tres meses después de que el consejo aprobara la torre de 30 pisos, la subsidiaria de Cumulus Media vendió la propiedad de La Ciénega por $110.6 millones. Ese precio no habría tenido sentido sin la decisión del consejo de rezonificar la propiedad, dijeron expertos en bienes raíces a L.A. Times.
En su presentación trimestral ante la Comisión de Bolsa y Valores, Cumulus Media informó que registró una ganancia neta de $94 millones por la venta.
Cumulus avanzó rápidamente en el proceso de revisión de la ciudad, dijo Chris Joseph, cuya firma preparó el informe de impacto ambiental del proyecto. Normalmente, los informes de proyectos a gran escala pueden llevar a las agencias de la ciudad hasta dos años para procesar, expuso. El análisis de Cumulus llegó a quienes toman las decisiones que involucran a la ciudad en la mitad de ese tiempo.
“Nunca había visto un asunto revisado por la planificación de la ciudad tan rápido como este”, manifestó Joseph, quien ha estado preparando informes de impacto ambiental en Los Ángeles durante más de 30 años.
Cuando las personas designadas por el alcalde, Eric Garcetti, en la comisión de planificación asumieron el proyecto Cumulus en 2016, Wesson les pidió que votaran por él, diciendo que traería inversiones al sur de la autopista 10. Los partidarios lo llamaron un ejemplo clásico de desarrollo orientado al tránsito y hablaron con entusiasmo sobre la perspectiva de nuevos restaurantes y un supermercado.
Aún así, algunos miembros de la comisión estaban preocupados por la falta de viviendas asequibles, y dijeron que temían que la torre de lujo impulsara a los propietarios cercanos a aumentar sus propios alquileres, desplazando a familias en el sur de Los Ángeles.
Neils Cotter, vicepresidente de desarrollo de Carmel, señaló que las nuevas restricciones de alquiler pondrían en peligro el financiamiento del proyecto. Pero la comisionada Renee Dake Wilson se negó a dar marcha atrás, diciendo que la votación para rezonificar haría que el sitio de Cumulus fuera mucho más valioso, y que las viviendas asequibles no serían “una barricada” para las ganancias del desarrollador.
“La cantidad de aumento en el valor del inmueble que están obteniendo con esto, al desarrollarla como un sitio residencial, es realmente asombrosa”, agregó.
Los comisionados aprobaron el proyecto. Pero aclararon que el desarrollador necesitaría proporcionar 55 unidades de vivienda asequible, sirviendo a las familias que ganan, del 80%, al 120% del ingreso medio del área, a fin de recibir la aprobación para construir más de 1.200 unidades.
El cabildero de Carmel pidió a Wesson y al consejo que eliminaran ese requisito, diciendo que el área ya estaba “bien servida” de viviendas asequibles. El consejo acordó hacerlo y aprobó el proyecto.
Este mes, Carmel emitió un comunicado afirmando que establecerá voluntariamente los alquileres en el 150% del ingreso medio del área en 180 de los 900 apartamentos restantes del proyecto. Carmel no tiene la intención de registrar sus unidades de fuerza laboral con la ciudad, que trabaja para garantizar que los desarrolladores mantengan sus promesas de vivienda asequible.
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