Anuncio

Las escuelas de L.A. podrían reabrir sus puertas a mediados de abril, bajo un acuerdo con los docentes

Kindergarteners get temperatures checked entering a school.
Un acuerdo tentativo entre el distrito y los maestros de Los Ángeles podría reabrir los campus en abril. Arriba, los niños de kindergarten regresan a la escuela en Pachappa Elementary, Riverside, el 9 de marzo.
(Gina Ferazzi / Los Angeles Times)
Share

Los estudiantes de Los Ángeles están a un crítico paso más adelante de volver a las aulas desde mediados de abril, en virtud de un acuerdo tentativo alcanzado el martes entre el sindicato de maestros y el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), lo cual marca un nuevo capítulo en un año sin precedentes, de cierres forzosos de escuelas debido al coronavirus.

El acuerdo, que debe ser ratificado por los miembros, establece parámetros de seguridad para la vuelta a los campus y un horario marcadamente diferente, que todavía depende en gran medida del aprendizaje en línea. El día escolar se desarrollaría bajo un formato híbrido, lo cual significa que los estudiantes realizarían sus estudios en la escuela durante parte de la semana y continuarían con sus estudios en línea en otros momentos.

Las familias conservarían la opción de mantener a los estudiantes en educación a distancia a tiempo completo.

Anuncio

En un comunicado, la presidenta de UTLA, Cecily Myart-Cruz, expuso que el acuerdo brinda garantías y tranquilidad. “Con todos nuestros protocolos de seguridad clave cumplidos, este acuerdo refleja un plan uniforme de salud y seguridad del que podemos estar orgullosos como educadores y que nos pone en vías a un regreso seguro, en todo el LAUSD y en todas nuestras escuelas”, destacó Myart-Cruz.

Los funcionarios del distrito brindaron una declaración conjunta de Myart-Cruz y el superintendente de escuelas de L.A., Austin Beutner. “Como ambos hemos dicho durante algún tiempo, la forma correcta de reabrir las escuelas debe incluir el más alto estándar de seguridad por el COVID en los campus, la reducción continua del virus en las comunidades a las que servimos y el acceso a las vacunas para el personal escolar”, destacaron en el escrito. “Este acuerdo logra ese conjunto de objetivos compartidos. Es nuestro compromiso con los más altos estándares de seguridad y el espíritu de confianza y colaboración, que lograremos volver a las escuelas”.

Según el acuerdo, los miembros de United Teachers Los Angeles, que representa a maestros, enfermeras, consejeros y bibliotecarios, no tendrían que regresar al trabajo hasta que hayan sido vacunados y alcanzado la inmunidad máxima, un período de hasta seis semanas. Ese plazo, más la cantidad de tiempo necesaria para obtener las citas de vacunación, es el principal impulsor de un calendario del distrito que apunta a reiniciar las clases en escuelas primarias el 19 de abril.

El sindicato no ha firmado una fecha de regreso específica.

Las escuelas intermedias y preparatorias abrirían más adelante, en abril o principios de mayo, según una fuente del distrito que no estaba autorizada para hablar oficialmente.

Otra condición para un regreso es que el condado de Los Ángeles ingrese al “nivel rojo” del estado, que significaría un avance desde el “nivel púrpura”, el peor -de infección generalizada por coronavirus- en la comunidad. Ese parámetro parece estar al alcance y se lograría en unos días.

De aprobarse, el acuerdo brindaría cierta certeza durante el resto del año académico a las 465.000 familias de jardín de infantes a duodécimo grado que pertenecen al segundo sistema escolar más grande del país.

Pero no volverá la instrucción en el campus tan pronto como muchas familias quisieran, y el día escolar será notablemente diferente. Las escuelas están cerradas en Los Ángeles desde el 13 de marzo de 2020.

The Times se enteró de los detalles del acuerdo basándose en conversaciones con fuentes a ambos lados de las negociaciones. Al parecer, el pacto establece:

En el nivel de primaria, los estudiantes asistirán cinco días a la semana en una sesión de la mañana o temprano en la tarde. El horario escalonado permitiría tener clases más pequeñas, de acuerdo con las recomendaciones estatales de mantener a los alumnos al menos a seis pies de distancia.

Las escuelas intermedias y preparatorias reanudarían sus clases con cambios aún más drásticos. Los estudiantes asistirán dos días a la semana en un horario escalonado. Pero en lugar de pasar de una clase a otra, permanecerían en su salón de asesoramiento principal -similar a un aula base,-durante todo el día.

Desde su clase de asesoría, los alumnos llevarían a cabo el aprendizaje a distancia esencialmente como lo están haciendo ahora; cambiarían así la modalidad ‘en línea desde casa’ por ‘en línea desde un aula’ bajo la supervisión de un maestro. Luego “pasarían” de una clase a otra en línea, como lo están haciendo ahora en sus hogares.

Los docentes asesores tendrían su propio horario de clases, que llevarían a cabo desde la escuela, pero no necesariamente a los estudiantes frente a ellos. Para evitar distracciones mutuas, a los alumnos se les concederán auriculares con cancelación de ruido.

Durante un período del día los auriculares se dejarán de lado y el maestro y los estudiantes trabajarán juntos en tareas y actividades que no forman parte de las labores académicas básicas. Estas actividades incluirían un enfoque en el bienestar social y emocional de los alumnos.

Sin embargo, en su mayor parte, los estudiantes de preparatoria no recibirán instrucción en persona, incluso cuando estén en el campus.

El enfoque de la jornada escolar evolucionó a partir de tratar de combinar protocolos de seguridad sólidos con la programación más compleja de las escuelas intermedias y preparatorias. Mantener a los estudiantes en su clase de asesoría divide la escuela en grupos pequeños y estables. Si un alumno se infecta, solo ese grupo tendría que ponerse en cuarentena en casa.

También habría sido un desafío reconfigurar el horario maestro de un campus secundario, y hacer que los estudiantes se adaptaran a los nuevos docentes, tan cerca del final del año escolar.

No se requerirá que los educadores enseñen en el aula y en Zoom al mismo tiempo. Según el acuerdo, el distrito se comprometerá a hacer “adaptaciones razonables” para los profesores cuando un médico verifique que se encuentran en una categoría de alto riesgo relacionada con el COVID-19. Quienes continúen trabajando a distancia por razones de salud serán apoyados con un sustituto en persona.

También se seguirían otros protocolos de seguridad, incluido el uso obligatorio de mascarillas.

Se formará un Grupo de Trabajo de Conformidad con Normas por COVID-19 en cada escuela, que abordaría los problemas de cumplimiento de salud y seguridad a medida que surjan.

Una vuelta a fines de abril daría lugar a que el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles pierda una parte sustancial de los fondos estatales disponibles para los distritos que reabren para el jardín de infantes hasta el segundo grado antes del 1º de abril.

Pero el distrito calificó para otros fondos, que proporcionaron un impulso multimillonario a los esfuerzos para abordar la pérdida de aprendizaje causada por la pandemia.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Anuncio