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Exempleada demanda a Panda Express. Dice que la obligaron a ‘casi’ desnudarse en un seminario de capacitación

A woman is accusing former employer Panda Express of sexual battery
Una mujer acusa a su antiguo empleador, Panda Express, de agresión sexual tras haber sido obligada a casi desnudarse en un seminario organizado por la empresa.
(Jim Watson / AFP/Getty Images)
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Una mujer de 23 años está demandando a Panda Express por agresión sexual y angustia emocional, alegando que fue obligada a casi desnudarse y quedar “en ropa interior” y a participar en otras actividades extrañas durante un taller aprobado por la compañía.

Jennifer Spargifiore afirma que le dijeron que un programa de superación personal de cuatro días con Alive Seminars and Coaching Academy era su única alternativa para ascender en la cadena de comida rápida, según una demanda presentada en el Tribunal Superior de Los Ángeles a finales del mes pasado.

Alive Seminars es también uno de los demandados.

En ese momento, Spargifiore, que trabajaba como cajera en un local de la cadena ubicado en Santa Clarita, gastó varios cientos de dólares para asistir al taller, de acuerdo a su abogado, Óscar Ramírez.

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Según la reciente demanda, el seminario impartido por Alive Seminars en 2019 “se convirtió rápidamente en un abuso psicológico”, con instructores que gritaban y menospreciaban a los asistentes.

El uso de teléfonos celulares estaba prohibido, no había reloj en la sala y las puertas y ventanas estaban cubiertas con tela negra durante el seminario en Pico Rivera, dice la demanda.

Una de las actividades requería que los participantes simularan estar en un barco que se hundía y del que solo sobrevivirían cuatro.

El 13 de julio, el tercer día del seminario, Spargifiore fue obligada a quitarse la ropa y quedar en ropa interior delante de extraños y de compañeros de trabajo como parte de lo que se anunció como un ejercicio de fomento de la confianza, señala la demanda.

Más tarde le dijeron que se “abrazara” con otro participante masculino, que supuestamente rompió a llorar cuando no pudo tener éxito en el aspecto principal del ejercicio: turnarse para gritar sobre “sus luchas internas hasta que todos los demás en el grupo les ‘creyeran’”, dice la demanda.

Para esa tarde, Spargifiore se hartó y llamó a su madre para que la recogiera, según su abogado, Ramírez.

Posteriormente dejó la empresa, expuso, y “todavía se está recuperando de lo ocurrido”.

Ramírez dijo que pediría a un jurado 5 millones de dólares para compensar a su cliente por los salarios perdidos, así como por el trauma sexual y emocional que sufrió.

“Creemos que hay que enviar un mensaje claro al propietario de Panda”, manifestó.

Ramírez describió el seminario como “realmente traumático”, con gente vomitando “a diestra y siniestra”.

“Esas cosas sucedieron por la tremenda presión psicológica”, añadió.

Panda Restaurant Group, la empresa matriz de la cadena, con sede en Rosemead dijo en un comunicado que estaba tomando las acusaciones “muy en serio” y llevando a cabo una investigación.

“No aprobamos el tipo de comportamiento descrito en la demanda, y nos preocupa profundamente”, decía el comunicado. “Estamos comprometidos a proporcionar un entorno seguro para todos los asociados y respaldamos nuestros valores fundamentales para tratar a cada persona con respeto”.

La empresa dijo que no tenía ninguna participación en Alive Seminars y que nunca había exigido a los empleados que participaran en los talleres ni los había utilizado como un requisito para ascender.

Alive Seminars no devolvió inmediatamente una solicitud de comentarios.

Spargifiore también es la única demandante nombrada en una demanda colectiva contra Panda Restaurant Group, presentada en diciembre de 2019.

Kitty Szeto, abogada de la acción colectiva, dijo que los seminarios Alive eran necesarios para avanzar en la empresa.

“Tenías que hacer el entrenamiento y, básicamente, si lo sobrevivías, serías considerado para una promoción”, expuso.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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