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Cómo la reapertura de California y la disminución del COVID podrían significar problemas para el esfuerzo de revocación de Newsom

Gov. Gavin Newsom holds a sneaker while touring a shoe store
El gobernador Gavin Newsom se encuentra con Mario Rodríguez, de la zapatería Hype Beast Kicks, mientras visitaba el centro de Los Ángeles en abril.
(Robert Gauthier/Los Angeles Times)
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Con la propagación del COVID-19 disminuyendo en gran medida en California, provocando reaperturas en todo el estado después de un año devastador de cierres económicos, la campaña para destituir al gobernador Gavin Newsom de su cargo podría perder uno de sus puntos más fuertes para cuando se pregunte este año a los votantes si quieren removerlo.

Los organizadores de la revocación siguen confiando en que la animosidad seguirá persistiendo por los cierres de escuelas, la pérdida de trabajos y los miles de millones de dólares que el estado pagó por reclamos fraudulentos de desempleo durante la pandemia, junto con los pasos en falso de Newsom, como asistir a la fiesta de cumpleaños de un cabildero en el restaurante French Laundry de Napa Valley, después de pedir a los californianos que se abstuvieran de reuniones similares.

Pero otros críticos de Newsom dicen que la campaña de revocación debe aprovechar el descontento por la falta de hogares, los altos costos de la vivienda y otros problemas centrales más allá de la pandemia, si el esfuerzo espera tener éxito.

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“La gente quiere salir y hacer cosas que no ha hecho durante un año y medio, así que creo que el desafío es llamar su atención sobre temas que no están relacionados con la pandemia”, señaló el consultor político republicano Tim Rosales, quien no está afiliado a la campaña de revocación. “La pregunta es: ¿La gente volverá a pensar en esas cosas? o dirán: ‘Solo quiero volver a mi vida’”.

Rosales señaló que la suerte política del gobernador demócrata podría subir o bajar en los próximos meses, pero las posibilidades de Newsom parecen alentadoras en este momento. California tiene las tasas de positividad de COVID-19 más bajas de la nación, impulsadas en gran medida por los altos índices de vacunación y una ganancia inesperada en el presupuesto estatal que podría superar los $30 mil millones para el próximo verano. El gobernador también prometió reabrir la economía de California a mediados de junio.

Pero eso podría cambiar en un instante si la entidad detecta otro aumento en los casos de coronavirus, como lo han experimentado otros estados y países, incluida India, o si las vidas de los californianos se ven afectadas por amenazas más familiares: incendios forestales y sequías.

Rosales dijo que la incertidumbre también paraliza a los rivales de Newsom, incluido uno para el que el consultor trabajó hasta hace poco: el empresario republicano John Cox, de Rancho Santa Fe, a quien el actual mandatario estatal derrotó en la carrera para la gubernatura de 2018.

“Podría haber otros temas que se vuelvan prioritarios e importantes para las personas”, explicó Rosales. “Cuando sea la votación, ¿qué le importará a la gente? En este momento, no hay una respuesta”.

En las últimas semanas, Newsom ha criticado agresivamente el esfuerzo de destitución como un ataque siniestro liderado por leales partidarios del ex presidente Trump y grupos de extrema derecha, y ha enumerado en sus eventos las formas en las que California está “rugiendo”, y señaló que en febrero más del 40% de los nuevos puestos de trabajo creados en Estados Unidos estaban en esta entidad.

“El estado se está recuperando. Está de nuevo en pie”, manifestó Newsom después de recibir el martes el respaldo de los Bomberos Profesionales de California. “Nuestros niños regresan cada vez más a la enseñanza en persona. Tenemos las tasas de casos y positividad más bajas de Estados Unidos. Estamos extinguiendo no solo los incendios forestales, sino también esta enfermedad”.

Aunque las encuestas de opinión recientes muestran que el índice de aprobación de trabajos de Newsom se desplomó después del aumento del COVID-19 a fines de 2020, el período más mortífero que California ha visto durante la pandemia, las opiniones de los votantes se dividieron casi por igual sobre el gobernador demócrata. Solo alrededor de un tercio de los encuestados apoyó que se revoque al gobernador, la gran mayoría de ellos son republicanos.

Mark DiCamillo, director de encuestas del Instituto de Estudios Gubernamentales de UC Berkeley, dijo que en un estado tan de izquierda como California, los defensores de la revocación necesitan ganarse a los independientes y moderados. Esa será una tarea difícil dado el superávit presupuestario masivo que aterrizó en el regazo de Newsom, así como la inyección de efectivo adicional de $26 mil millones en virtud del proyecto de ley federal de alivio por el COVID-19 promulgado por el presidente Biden.

“Cuando no tienes dinero, cuando estás empezando a cortar programas populares, suele ser cuando la calificación de tu trabajo comienza a decaer”, explicó DiCamillio. “Newsom se encuentra en esta posición realmente afortunada, incluso si es temporal”.

Como mínimo, se espera que la recuperación económica de California sea sólida en 2021 y que el desempleo disminuya de manera constante, según un pronóstico publicado por la UCLA Anderson School of Management en marzo. El economista Jerry Nickelsburg, quien dirige el pronóstico, indicó que espera que la recuperación del estado supere al resto de la nación, impulsada en gran parte por el crecimiento en tecnología, manufactura y construcción.

“Todo esto supone que no tendremos otra ola de [COVID-19] agresiva”, señaló Nickelsburg.

Pero un fuerte crecimiento económico no será suficiente para ayudar a Newsom a evitar las críticas sobre su desempeño laboral en otras áreas antes de una elección revocatoria. En septiembre, la mayor parte de los votantes de California encuestados por el Instituto de Estudios Gubernamentales de UC Berkeley consideraban que el gobernador estaba haciendo un mal trabajo manejando la crisis de personas en situación de calle del estado, y casi la mayoría también sentía descontento por cómo ha abordado los exorbitantes costos de vivienda.

Pero una de las mayores amenazas para Newsom en el otoño puede ser el cierre de escuelas públicas durante la pandemia, que tuvo un efecto negativo en la calidad de la educación de millones de niños de California. Si los estudiantes no regresan a los campus en el próximo año académico, eso podría generar grandes problemas políticos para el mandatario estatal, comentó DiCamillo.

“Necesita arreglar eso ahora mismo”, dijo.

Una encuesta reciente del Instituto de Políticas Públicas de California encontró que una gran mayoría de adultos de California y padres de escuelas públicas creen que sus hijos se han retrasado académicamente. Aún así, casi dos tercios de los padres de las escuelas públicas dijeron que aprobaban la forma en que Newsom está manejando el sistema de educación pública K-12 del estado.

David Gilliard, un consultor republicano veterano que está trabajando en la campaña de destitución y ayudó a colocar en la boleta electoral la exitosa revocación del mandatario demócrata Gray Davis en 2003, dijo que los gobernadores de otros estados lograron abrir escuelas mucho más rápido que California. El resentimiento por las consecuencias educativas cruza las líneas partidistas y proporcionará suficiente combustible para el esfuerzo de destitución una vez que se caliente el tema, señaló.

“Incluso si regresan a la escuela en el otoño, van a estar un año atrasados”, subrayó Gilliard. “Muchos niños, especialmente los que se encuentran en algunas de las áreas socioeconómicas más bajas, tal vez no tenían la capacidad de contratar tutores o no contaban con todo el equipo que necesitaban electrónicamente o la capacidad de conectarse a internet”.

Gilliard indicó que, junto con el manejo de Newsom de otros problemas de calidad de vida, como la falta de vivienda y la asequibilidad de la misma, y que una de las mayores vulnerabilidades del gobernador es que a algunos les parece “arrogante y por encima de todos los demás”.

Newsom hizo su fortuna en el negocio de la hostelería como propietario de varias bodegas y restaurantes. El gobernador y su esposa pagaron $3.7 millones en 2019 por su casa en las afueras de Sacramento. Sus hijos, que asisten a escuelas privadas, volvieron al aprendizaje en el aula en un momento en que la mayoría de las escuelas públicas permanecían cerradas.

Gilliard indicó que la imagen de Newsom se cimentó con su visita al elegante French Laundry, cuando él y su esposa, Jennifer Siebel Newsom, asistieron a la fiesta de cumpleaños del amigo, y cabildero de Sacramento, Jason Kinney mientras el gobernador instaba a los californianos a evitar las reuniones.

“Cuando hacemos encuestas, eso surge casi más que cualquier otra cosa”, explicó Gilliard. “Es como, ‘Nos dijo que no podíamos hacerlo, pero él sí lo hizo’. Eso realmente resuena entre los votantes y les molesta”.

Lo que puede ser un factor menos importante en la toma de decisiones de los votantes son los problemas enumerados en la petición para destituir a Newsom de su cargo, una campaña que comenzó meses antes de que la pandemia de COVID-19 abrumara la vida cotidiana en California.

La petición pedía la destitución de Newsom por los altos impuestos en el estado y lo criticaba por proteger a los inmigrantes que ingresan ilegalmente al país. También criticaba al mandatario por detener las ejecuciones y racionar el uso del agua.

Randy Economy, portavoz de Recall Gavin 2020, la organización que lidera el esfuerzo para derrocar a Newsom, señaló que la palabra “COVID-19” nunca apareció en la petición para destituir al gobernador. Fueron las otras políticas de su administración las que avivaron la ira y el resentimiento entre votantes, y su respuesta a la pandemia solidificó esas emociones, señaló Economy.

“No necesitamos recordarle al californiano promedio lo que ha hecho durante los últimos dos años desde que asumió el cargo”, inidcó Economy. “Todo lo que necesitan hacer es mirar a sus familias, dentro de sus billeteras y en sus negocios familiares para darse cuenta de que han sufrido bajo este gobernador, y muchos estados no sufrieron así”.

El politólogo de UC San Diego, Thad Kousser, señaló que el impulso durante la campaña de revocación de Newsom alcanzó su punto máximo en el invierno, cuando la propagación del virus estaba aumentando, las empresas cerraron y las notas sobre el episodio de French Laundry dominaban las noticias.

Pero las cosas han cambiado desde entonces, puntualizó.

“En el día señalado para el voto de revocación, será evidente que tenemos las tasas de COVID más bajas en Estados Unidos continentales, que contamos con decenas de miles de millones de dólares en superávit presupuestario para que el gobernador y la Legislatura los distribuyan, que la economía se reabre y las escuelas están nuevamente abriendo de manera presencial”.

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