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Esta ejecutiva trabaja para que la ‘diversidad’ en Hollywood incluya a personas con discapacidades

A woman in a long red dress stands holding a railing on a path under a tree
Eryn Brown, gerente de talentos de Management 360, enfrentó barreras para conseguir empleo o incluso acceder a eventos de la industria debido a su discapacidad.
(Dania Maxwell / Los Angeles Times)
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Después de su primera experiencia en el Festival de Cine de Cannes en 2008, la directora de talentos Eryn Brown quería poner fin a su incipiente carrera en Hollywood.

Asistir a mercados cinematográficos como Cannes puede resultar agotador para la mayoría de los asistentes, ya que las fiestas y reuniones se llevan a cabo en hoteles, restaurantes, teatros e incluso a bordo de yates. Para Brown, quien tiene una discapacidad congénita no identificada y necesita aparatos ortopédicos en las piernas para caminar, acceder a muchos de los edificios y eventos fue una lucha.

En los icónicos escalones rojos del Palais des Festivals, donde se espera que las mujeres usen tacones altos, Brown debió ser cargada, o tuvo que usar una entrada lateral y verse separada de sus clientes. En el interior, se le reservaron asientos accesibles.

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“De hecho, contemplé dejar esta actividad”, reconoció Brown, de 47 años. “Pensé, si tengo que pasar por esta deshumanización todos los años, no creo que pueda seguir. Quiero ser la mejor en lo que hago, que involucra a cineastas, y Cannes es el pináculo, entonces, ¿cómo puedo hacer eso?”.

Brown no se rindió. En lugar de ello, impulsa un mayor acceso para otras personas con discapacidades que se han visto obstaculizadas por la discriminación en la industria del cine y la televisión.

El mes pasado, la graduada de Stanford lanzó oficialmente 1in4, una iniciativa llevada a cabo desde su casa de Los Ángeles, casi 20 años después de su primera experiencia humillante en Cannes. La coalición, formada por ejecutivos y creativos, pidió a los estudios, empresas de transmisión, agencias de talentos y otras compañías que incluyan a las personas con discapacidad en sus programas de diversidad.

“Necesitamos ver un compromiso de los contratistas y proveedores, que realmente alimente a los estudios y empresas de transmisión”, afirmó Jim LeBrecht, el coguionista y codirector con sede en Oakland del documental “Crip Camp”, sobre los derechos de las personas con discapacidad, que este año estuvo nominado al Oscar. LeBrecht, que tiene espina bífida y usa una silla de ruedas, es uno de los cofundadores de 1in4 y aparece en la película. Brown es representante de Nicole Newnham, coguionista y codirectora del film.

“Anhelo que llegue el día [en que] tengamos representación en las comedias, la televisión, el cine y los dramas; que realmente representen nuestros números en la sociedad, y que en verdad tengan historias que sean mucho más reales para nuestra vida cotidiana”.

De todos los personajes parlantes en las 100 mejores películas de 2019, solo el 2.3% tuvo una discapacidad, según un estudio de la Iniciativa de Inclusión Annenberg de la USC. Otro estudio de los 10 principales programas de televisión en 2018 detectó que apenas el 12% de los personajes discapacitados fueron interpretados por actores discapacitados, según la Ruderman Family Foundation.

Brown se sintió inspirada para iniciar una campaña para personas discapacitadas después de que el festival de Sundance del año pasado le otorgó a “Crip Camp” un premio de la audiencia, y las protestas por la justicia racial volvieron a enfocar la atención en la diversificación de Hollywood.

“Comencé a examinar este mayor aumento de conciencia que tenemos sobre la marginación y la discriminación sistémica, y en estas conversaciones descubrí que la discapacidad siempre era dejada de lado”, señaló Brown. “Cuando trataba de defender que la discapacidad fuera parte de la conversación, me topaba con indiferencia y, en algunos casos, con hostilidad”.

Brown se acercó a LeBrecht y otras personas para formar un grupo, también llamado 1in4, que abogue por el cambio en Hollywood. El nombre se refiere a la proporción de la población adulta de EE.UU con discapacidad visible o invisible (uno de cada cuatro). El grupo está en vías de registrarse como una organización sin fines de lucro y es financiado actualmente por los miembros de la coalición, donaciones privadas y el trabajo pro-bono de los aliados, detalló Brown.

La agrupación pidió a los estudios y a otros que agreguen la discapacidad a sus políticas de diversidad, empleen a personas discapacitadas en todos los niveles y creen más contenido sobre la discapacidad, realizado por y con individuos discapacitados. Además, solicitó que los empleadores requieran un coordinador de accesibilidad para las producciones y que los representantes de talento trabajen con artistas discapacitados.

Hasta ahora, comentó Brown, su grupo se reunió con representantes de Netflix, Amazon y agencias de talentos. Los encuentros han sido positivos. Ninguna de las empresas quiso comentar para este artículo.

Un problema es que hay pocos ejecutivos en la industria que dan luz verde a los proyectos de la comunidad de discapacitados, comentó LeBrecht.

“No creo que nadie en verdad aprecie que las historias no sean representaciones dañinas de personas”, dijo LeBrecht. “Hay tramas realmente únicas y convincentes por ahí. Pero... no pudimos llegar a personas a las que presentarlas necesariamente”.

LeBrecht cita el film de Warner Bros de 2016 “Me Before You” como un ejemplo de las ideas dañinas sobre los discapacitados perpetuadas por Hollywood. La película generó críticas por su interpretación de un banquero paralizado. Warner Bros. declinó hacer comentarios.

Natasha Ofili en “The Politician”.

A woman sits in a chair under a sign that says Santa Barbara District School Board.
Natasha Ofili in “The Politician.”
(Netflix)

Un coordinador de accesibilidad pudo haber sido algo útil para Natasha Ofili, una actriz y escritora sorda que apareció en “The Politician”, de Netflix, en sus primeras audiciones.

Otra cofundadora del grupo, Ofili recordó una audición para un comercial donde habían contratado un intérprete que, según dijo, claramente no estaba calificado. Así, ella no logró comprender lo que estaba firmando. “Desde la audición hasta el trabajo en el set, fue realmente una pesadilla”, comentó Ofili vía Zoom. “Tuve que improvisar”.

No obstante, consiguió el trabajo en el comercial y luego pudo contratar intérpretes calificados, algo que un coordinador de accesibilidad podría haber hecho para evitar contratiempos. “Son personas que pueden captar todo eso”, afirmó. “De esa manera podemos acabar con toda esta locura y prevenir dolores de cabeza, pérdidas de tiempo y de recursos, y estrés para ambas partes”.

Hacer que las producciones sean accesibles no es difícil, según Kaitlyn Yang, directora ejecutiva de Alpha Studios y supervisora de efectos visuales en el set. En el programa que Yang acaba de terminar para Apple TV, que se negó a mencionar, fue necesario agregar dos rampas para que el plató fuera accesible para ella, comentó.

“Cuando la gente piensa en que los decorados sean accesibles, no sé si creen que deben derribar todo el edificio o reconstruirlo. Nunca se trata de eso”, añadió Yang. “Especialmente para las producciones cinematográficas, estamos tan acostumbrados a hacer duplicados de todo. Si podemos tener múltiples platós del Millennium Falcon construidos a escala, definitivamente podemos tener dos rampas”.

Two masked women, one sitting and one standing, talk on a film set.
Kaitlyn Yang, derecha, supervisora de efectos visuales y directora ejecutiva de Alpha Studios, en el set de un programa de Apple TV.
(Courtesy of Kaitlyn Yang)

La inmigrante chinoestadounidense de 33 años, que trabajó a tiempo completo durante sus estudios en la escuela de cine de la Universidad del Sur de California, nació con atrofia muscular espinal y usa una silla de ruedas. A medida que avanzaba en su carrera, las razones que le daban para rechazar sus solicitudes de empleo se volvieron más creativas, comentó.

“Mi rechazo favorito fue que no me podían contratar para un piloto de televisión porque no tenía un Oscar”, relató. Yang cree que a nadie de quienes finalmente contrataron para el proyecto había ganado un Oscar.

Algunos recurren a intentar ocultar sus condiciones o discapacidad. Al principio de su carrera, Sara Fischer, ahora jefa de producción física en la compañía de Shonda Rhimes, Shondaland, ocultaba que tenía esclerosis múltiple por temor a que le costara el trabajo. En un proyecto, los productores ejecutivos le preguntaron si su falta de equilibrio se debía a que estaba alcoholizada.

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Sara Fischer, jefa de producción física de la productora Shondaland de Shonda Rhimes, en un set.
(Barnaby Boulton)

Fischer ahora es abierta sobre su situación y se esfuerza por hacer que la industria y los decorados sean más accesibles. “Puede ser tan simple como agregar rampas o enrutar el cable de manera diferente”, señaló. “Todo comienza cuando mis amigos ejecutivos de producción y yo nos proponemos ayudar a otros a trabajar en el set”.

Ese había sido un problema para Brown. A mediados de la década de 1990, la nativa del norte de California intentó ingresar a la industria, después de graduarse de Stanford con honores en Estudios Estadounidenses, mediante una agencia de talentos.

Al rechazar su solicitud, una mujer de recursos humanos le dijo que le tomaría demasiado tiempo ir al baño y que no podría darle café a los clientes ni acompañarlos al ascensor, relató Brown. Con el tiempo, consiguió trabajos en New Line Cinema y en gestión de talentos, y pasó la última década con Management 360, empresa con sede en Century City.

Además, Brown persistió en Cannes y regresó en 2009, donde conoció a su futuro cliente Felix Van Groeningen, quien luego hizo el drama sobre adicciones nominado al Globo de Oro “Beautiful Boy”. Desde entonces, ha tenido varias conversaciones con el festival sobre cómo mejorar el acceso. “No se trata solo de que yo pueda ingresar a esa sala de proyección. Se trata de que todos los que quedan ‘al margen’ ingresen en esos sitios”, comentó. “Porque si no es así, entonces muchos artistas con los que podríamos habernos conectado no serán descubiertos... Sus voces se perderán y sus historias quedarán sin contar”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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