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California presenta un amplio plan de reapertura para el 15 de junio, a medida que se disipa el COVID

A man in an office with boxes atop desks.
Jonathan Skogmo, director general y fundador de Jukin Media, Inc., camina por una parte desierta de las oficinas de la empresa en Culver City el 20 de mayo de 2021.
(Francine Orr / Los Angeles Times)
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Los funcionarios estatales revelaron las pautas relacionadas con la pandemia quizá más esperadas, el viernes, y que llevarán a California a una nueva era completamente reabierta.

El 15 de junio, los californianos se despertarán en un mundo que no se parece en nada al del año pasado, en el que las empresas pueden abrir sus puertas sin restricciones por el COVID-19, en cuanto a la capacidad o los requisitos de distanciamiento físico, y donde las personas que están completamente vacunadas ya no necesitan usar cubrebocas en la mayoría de las situaciones.

California también se alineará con las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) federales en cuanto a los viajes, según el Dr. Mark Ghaly, secretario de Salud y Servicios Humanos del estado.

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A woman roller-skates near the beach.
Catherine Dahlberg, de 18 años, de Fullerton, celebra la obtención de su segunda vacuna patinando en Laguna Beach.
(Francine Orr / Los Angeles Times)

“El gran mensaje de hoy es que estamos en un lugar con esta pandemia donde los requisitos del pasado ya no son necesarios para el futuro previsible”, indicó durante una sesión informativa.

Independientemente de las regulaciones actualizadas, el estado no eliminará la vigilancia del COVID. Ghaly enfatizó que “estaremos observando de cerca para determinar si necesitamos que otras protecciones de salud pública vuelvan a su lugar y en qué momento”.

El gobernador Gavin Newsom realizó el anuncio el jueves e informó a los periodistas que, con las nuevas guías, “la gente realmente puede pintar ese futuro y verse en él: post-cubrebocas y post-cualquier modificación en este plano”, refiriéndose al sistema de colores con niveles codificados que han guiado las reaperturas en todo el estado durante los últimos nueve meses.

Two women in an office, one pulling a wagon.
Willa Mitchell, a la izquierda, y Divina Harwell trabajan en la sede de la empresa Front Desk en Culver City el 20 de mayo.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)

Aunque el 15 de junio se ha anunciado como la fecha de reapertura completa de California, hasta ahora no estaba claro en qué circunstancias podrían permanecer las modificaciones.

Inicialmente, el plan era mantener el mandato estatal del uso de cubrebocas, pero los funcionarios anunciaron esta semana que a los californianos que estén completamente vacunados contra el COVID-19 se les permitirá ir sin esta protección a la mayoría de los entornos interiores a partir del 15 de junio, una medida que alineará a la entidad con la guía reciente de los CDC.

Los empleadores también estarán sujetos a las normas pertinentes dictadas por la División de Seguridad y Salud Ocupacional de California, conocida como Cal / OSHA.

La Junta de Normas de Salud y Seguridad Ocupacional del estado estaba programada el jueves para considerar una propuesta que habría permitido a los empleados regresar a sus trabajos sin distanciamiento social o cubrebocas, siempre y cuando todos en la habitación estén vacunados, pero los miembros pospusieron una decisión dados los cambios que se avecinan el próximo mes.

A man looks at a photograph on a wall.
Mike Skogmo, vicepresidente sénior y jefe de marketing y comunicaciones de Jukin Media Inc., observa una foto de grupo de empleados en su cumbre anual de 2017.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)

Una reapertura completa tampoco significa necesariamente un retorno inmediato a la normalidad prepandémica. Algunas personas aún pueden optar por usar cubrebocas o moderar su comportamiento para minimizar el riesgo. Y trabajar desde casa podría volverse más común en algunas empresas.

“Los últimos 14 o 15 meses han sido transformadores, no solo desde una perspectiva de salud, sino también desde un punto de vista económico, ya que hemos observado cosas como el trabajo remoto y nuevas herramientas para empleos y espacios laborales que hacen reconsiderar cómo operar”, señaló Dee Dee Myers, asesor y director de la Oficina de Desarrollo Económico y Comercial del gobernador Newsom, durante la sesión informativa del viernes. “Y creo que todavía nos encontramos en medio de esa transición y no estamos seguros de cómo será la ‘próxima normalidad’”.

También es concebible que algunos propietarios puedan decidir exigir a los clientes o asistentes de eventos que demuestren que han sido inoculados o que recientemente dieron negativo en la prueba de infección por coronavirus.

“Creo que habrá algunas empresas que decidan requerir algún nivel de verificación de vacunación para que todos sus clientes se sientan realmente cómodos”, señaló Ghaly. “Eso no es algo que necesariamente vaya a ser impulsado por el estado, pero podría ser una decisión operativa. Y buscamos estar preparados para apoyar a las personas que quieran hacerlo de manera reflexiva y responsable”.

Un área donde habrá requisitos estatales adicionales son los eventos bajo techo de alta asistencia.

California solicitará que los organizadores de eventos en interiores con más de 5.000 personas verifiquen que los asistentes estén vacunados o que hayan dado negativo recientemente a una prueba por coronavirus, según Ghaly.

El estado recomendará, pero no exigirá, lo mismo para eventos al aire libre con más de 10.000 personas, aunque los organizadores tendrán la opción de permitir asistentes no vacunados y no examinados, siempre que usen un cubrebocas.

A pesar de eso, Ghaly indicó que el estado no está considerando un sistema centralizado de “pasaporte de vacunas” que proporcione registros de inoculación accesibles regularmente.

“Sabemos que la tecnología se está desarrollando de manera privada, entendemos que ciertos sectores comerciales, y ciertos operadores específicos, pueden tener algunos requisitos para un pasaporte de vacuna, y nuestra intención es brindar alguna orientación y pautas, para que quienes implementen estas medidas lo hagan con máxima integridad y responsabilidad, de una manera que no discrimine”, señaló.

Ir más allá del sistema de reapertura por niveles del estado depende de dos factores.

Los funcionarios señalaron que necesitaban tener suficientes vacunas contra el COVID-19 para inocular a todos los californianos que deseen y que cumplan los requisitos. Además de eso, la cantidad de pacientes hospitalizados con coronavirus en toda la entidad tenía que ser estable y baja, prestando especial atención a la cantidad de personas completamente inoculadas que se enfermaban lo suficiente como para necesitar ese nivel de atención.

A diferencia de los primeros días de la aplicación de la vacuna, hoy la campaña de inoculación de California está menos limitada por la oferta disponible y más por la caída de la demanda.

A principios de la primavera, el estado distribuía aproximadamente 400.000 dosis por día, en promedio. Sin embargo, durante la última semana, los proveedores de toda la entidad han administrado una media de 225.652 dosis diarias, según datos compilados por el Times.

Aunque el ritmo se ha desacelerado, California todavía ha hecho una marca significativa en su proceso de inoculación. Aproximadamente el 63.5% de los residentes que son elegibles para la vacunación, es decir, aquellos que tienen al menos 12 años de edad, han recibido por lo menos una dosis hasta la fecha, según muestran las cifras de los CDC.

Y el 46.7% de la población estatal está completamente vacunada, lo que significa que han recibido la vacuna Johnson & Johnson de una sola inyección o las dos dosis requeridas de Pfizer-BioNTech o Moderna.

Las hospitalizaciones por COVID-19 también han caído a algunos de los niveles más bajos registrados durante la pandemia.

El jueves hubo 1.326 pacientes hospitalizados con coronavirus en toda la entidad. Eso es 450 menos que hace un mes.

“En ambas métricas, la cantidad de vacunas y la presencia del COVID en nuestros hospitales, sentimos que estamos avanzando bien hacia el cumplimiento de nuestra meta de estar listos para el 15 de junio”, informó Ghaly.

No está claro cuántas de esas personas pudieron haber ingresado al hospital a pesar de estar completamente vacunadas contra el COVID-19. Aunque es muy poco común, es posible que alguien se infecte incluso después de completar su vacunación.

Más raro aún es que uno de esos casos resulte en una enfermedad grave.

De los 3.3 millones de residentes de Los Ángeles que estaban completamente vacunados hasta el 7 de mayo, por ejemplo, solo 933 dieron positivo al coronavirus de manera posterior, incluidas personas que no mostraron síntomas, pero que se hicieron las pruebas debido a los requisitos de su lugar de trabajo, según la directora de salud pública, Bárbara Ferrer.

Solo 71 residentes completamente vacunados tuvieron que ser hospitalizados. Doce personas murieron más tarde, aunque Ferrer notó que cuatro de ellas tenían sistemas inmunológicos gravemente debilitados.

A nivel nacional, hasta el lunes se habían reportado a los CDC 1.811 casos de personas completamente vacunadas y hospitalizadas con una enfermedad relacionada con el coronavirus, junto con 353 muertes. Sin embargo, los funcionarios federales de salud subrayaron que el 25% de esas hospitalizaciones y el 18% de los decesos fueron “reportados como asintomáticos o no relacionadas con el COVID-19”.

Más de 123 millones de estadounidenses habían sido completamente vacunados hasta esa fecha.

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