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Los Ángeles recortó millones al Departamento de Policía después del asesinato de George Floyd. Aquí es a dónde va ese dinero

Un año después del asesinato de George Floyd en Minneapolis, los líderes de la ciudad de Los Ángeles finalizaron el martes el plan para los egresos que se trasladaron el verano pasado del departamento de policía y que ahora se destinan a programas para ayudar a las comunidades de color.

El voto del Concejo Municipal significa que unos $89 millones originalmente planeados para pagar servicios policiales se destinarán a iniciativas antipandillas, programas de ingresos básicos universales, servicios para personas en situación de calle, estrategias de educación, empleo y más.

La acción del concejo siguió a un sinnúmero de llamadas de activistas y grupos comunitarios que buscaban un replanteamiento del presupuesto de la ciudad, luego de un año tumultuoso de protestas por la brutalidad policial y una crisis de salud que puso al descubierto la desigualdad que azota al condado.

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Aunque los activistas expresaron satisfacción al ver que los fondos de las fuerzas del orden público se destinan a programas sociales, algunos se sintieron frustrados porque el alcalde Eric Garcetti y el Concejo Municipal aumentaron recientemente el presupuesto del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés) para el año fiscal que comienza el 1 de julio.

El concejal Curren Price, quien se postula para la reelección de 2022, calificó la reorientación de los fondos de LAPD como parte de un “pago inicial continuo en nuestra búsqueda de equidad y reinvención de la seguridad pública”.

“El mundo está esperando y nuestros ciudadanos están aguardando y observando”, comentó Price, quien representa a los vecindarios en el centro y el sur de Los Ángeles, en la reunión del martes. “Todavía tenemos mucho que hacer antes de que podamos celebrar de verdad”.

El recorte del concejo al LAPD fue parte de una serie de acciones tomadas por los líderes de la ciudad en respuesta a las protestas del año pasado. La ciudad también comenzó a explorar formas de trasladar tareas clave del departamento de policía a manos de trabajadores urbanos desarmados de la ciudad.

Las deliberaciones sobre cómo reprogramar el dinero del LAPD consumieron casi 11 meses en el Ayuntamiento, lo que provocó un veto poco común de Garcetti y un veto igualmente raro de los miembros del concejo.

Si la ciudad tendrá el dinero para mantener los programas aprobados el martes sigue siendo una pregunta abierta. Al mismo tiempo, un aumento en tiroteos y homicidios está ejerciendo nueva presión sobre los líderes para equilibrar la presión de los activistas de recortar el gasto del LAPD con las demandas de los electores para mejorar la seguridad pública.

El Ayuntamiento hizo recortes al departamento en $150 millones en julio, después de protestas masivas tras el asesinato de Floyd a manos de la policía, comprometiéndose a destinar las ganancias a comunidades desfavorecidas. Los miembros del concejo rápidamente reservaron $60 millones, usando gran parte de esos fondos para equilibrar el presupuesto, dejando alrededor de $89 millones para varios programas.

El concejo dio a conocer una lista inicial de prioridades de gasto que incluye programas juveniles y de recreación, iniciativas de embellecimiento de vecindarios y estrategias laborales y comerciales.

Sin embargo, las propuestas fueron criticadas por la Liga Protectora de la Policía de Los Ángeles, el sindicato que representa a los oficiales de base, por incluir servicios como la remoción de remanentes de árboles y terraplenes paisajísticos. Garcetti vetó la propuesta inicial e instó al concejo a gastar dinero en programas de justicia racial, desigualdad de ingresos y seguridad comunitaria.

El concejo reaccionó al veto de Garcetti anulándolo y asignando $32 millones a alternativas de vigilancia, incluidos agentes de intervención comunitaria, así como servicios para personas en situación de calle.

La votación del martes se ocupó en gran medida de cómo gastar los $56 millones restantes, así como algunos ajustes al presupuesto de egresos anterior.

En algunos distritos municipales, las propuestas aprobadas el martes son extremadamente específicas.

El concejal Gil Cedillo, que representa a los vecindarios de Eastside, invirtió $2 millones para la reparación de los campos deportivos de las escuelas secundarias en Lincoln Heights, $3.5 millones para capacitación laboral y programas de intervención de pandillas y fondos adicionales para mejorar las calles y parques.

Otros miembros del concejo dejaron que los detalles se resolvieran más tarde. El concejal Joe Buscaino, cuyo distrito se extiende desde Watts hasta San Pedro, asignó alrededor de $3 millones para alternativas de seguridad pública en Watts, Wilmington y San Pedro, pero no está claro cómo se gastarán esos recursos.

Otra cantidad reprogramada del LAPD se destinará a la creación de un fondo de duelo por el COVID-19, apoyo a la violencia doméstica, programas de defensa de inquilinos, iniciativas artísticas, alumbrado público, programas de embellecimiento, nuevos botes de basura y cámaras destinadas a atrapar a las personas que participan en actos ilegales.

La junta directiva de la Liga de Protección de la Policía de Los Ángeles emitió una declaración después de la votación del martes y fue, en su mayoría, positiva sobre el presupuesto de egresos final.

“La lista actual de proyectos financiados, aunque no está completamente desprovista de programas no probados, es una gran mejora con respecto a la lista inicial anunciada el año pasado, que consistía en cortes de banquetas, poda de árboles y otros proyectos políticos favoritos”, subrayó el comunicado del sindicato. “El concejo debe continuar enfocándose en reinvertir en la seguridad pública y garantizar que nuestro departamento cuente con el personal adecuado”.

La semana pasada, en una reunión del comité sobre las propuestas de gastos, Ricci Sergienko, un organizador del Concejo Municipal del Pueblo, un grupo que representa a varios grupos activistas, criticó una asignación de $100.000 para un programa juvenil respaldado por el LAPD en el distrito del Valle de San Fernando del concejal John Lee. Pero también ofreció elogios.

“Mire todas las cosas buenas que sabe que podemos financiar cuando desinvertimos en la policía”, manifestó Sergienko.

Los activistas señalaron el martes que seguirían presionando a los políticos para que desvíen el gasto del Departamento de Policía.

Mientras los miembros del concejo se reunían en el interior del Ayuntamiento, una multitud de unas 100 personas encabezada por Black Lives Matter-Los Ángeles y otros grupos se paraba en la calle gritando: “Desfinanciar a la policía”.

“Debemos exigir que se elimine el financiamiento a la policía, en las calles, en las reuniones del concejo municipal, en la comisión policial”, señaló Tyler Boudreaux, activista de Black Lives Matter-L.A.

“Debemos exigirlo en nuestras redes, seguir hablando con familiares, así como con amigos, y hacerlo simple: desfinanciar a la policía e invertir en nuestras comunidades”.

Varios activistas expresaron su decepción porque los miembros del concejo votaron unánimemente, la semana pasada, para aumentar el presupuesto operativo del LAPD en un 3% en el próximo año fiscal.

En la manifestación del martes, Boudreaux pidió al concejal Paul Krekorian que aceptara una propuesta para reducir el despliegue del próximo año en aproximadamente 250 agentes de policía. La iniciativa, respaldada por los miembros del concejo Mike Bonin y Nithya Raman, mantendría la dotación de personal juramentado del LAPD en 9.450 agentes de policía durante el próximo año presupuestario.

Antes de las protestas del año pasado por la muerte de Floyd, el despliegue en el LAPD era de 10.009 oficiales, según un informe emitido a los miembros del concejo en junio. Los funcionarios se negaron a aceptar la propuesta de Bonin-Raman la semana pasada y la remitió al comité de Krekorian.

Los activistas también dieron a conocer los resultados de una encuesta realizada en las últimas semanas por People’s Budget LA, una coalición de grupos encabezada por Black Lives Matter L.A. Los que participaron quieren una disminución del 77% en los fondos del LAPD y un recorte de casi el 35% en el presupuesto para la oficina del fiscal de la ciudad.

“No estamos hablando de una reforma”, señaló Akili, un organizador de Black Lives Matter-Los Ángeles, en el mitin del martes. “Se trata de desfinanciamiento. No son pequeños ajustes”.

La presidenta del Concejo Municipal, Nury Martínez, a quien se le preguntó sobre el presupuesto de la ciudad la semana pasada, dijo que los miembros del concejo habían realizado sus propias sesiones de escucha comunitaria para evaluar las prioridades de gasto de sus electores.

Aunque los miembros del concejo recibieron solicitudes de más recursos comunitarios, del tipo aprobado como parte de la votación del martes, también escucharon de las comunidades que apoyan el gasto en el LAPD, señaló Martínez.

En el este del Valle de San Fernando, algunas comunidades “quieren policías adicionales. Se sienten más seguros de esa manera”, expuso. “Otras comunidades no”.

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