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Los residentes negros y latinos ven menos progreso en las tasas de casos de coronavirus que los blancos en Los Ángeles

A woman receives a vaccine
Magdalena Vargas recibe la vacuna en una clínica emergente en Hawaiian Gardens en abril.
(Wally Skalij / Los Angeles Times)
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En una señal aleccionadora de los resultados de salud desiguales de la pandemia, las tasas de casos de coronavirus están mejorando a un ritmo más lento para los residentes negros y latinos de Los Ángeles en comparación con los residentes blancos y asiático-americanos.

Cuando se calcula durante un período de dos semanas, las tasas de casos de coronavirus para los residentes negros se redujeron en un 13% durante el último mes y en un 22% para los residentes latinos, mientras que disminuyeron en un 33% para los habitantes blancos y un 45% para los residentes asiático-americanos.

Y mientras que las tasas de hospitalización han caído un 11% durante el mismo período de tiempo para los residentes negros, cayeron un 34% para los latinos y blancos, así como un 50% para los asiáticos americanos.

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“A medida que pasan las semanas, vemos disminuciones significativas, lo cual es excelente en nuestras tasas generales, pero tampoco se distribuyen por igual entre los grupos raciales y étnicos de nuestro condado”, señaló la directora de salud pública de Los Ángeles, Bárbara Ferrer.

Las disparidades también se reflejan en las tasas de vacunación. Hasta la semana pasada, el 43% de los residentes negros y el 52% de los latinos del condado habían recibido al menos una dosis, en comparación con el 64% de los blancos, el 61% de los nativos americanos y el 74% de los asiático-estadounidenses.

“A lo largo de esta pandemia, comúnmente hemos visto dos versiones muy diferentes: una en áreas del condado con tasas de COVID más altas, en particular las comunidades latinas y negras, y otra donde los residentes pudieron quedarse en casa de manera segura y cómoda”, señaló la supervisora de Los Ángeles, Hilda Solís. “La variante Delta puede volver a crear una historia de dos condados si los residentes no se vacunan”.

Los habitantes negros están dando positivo por el coronavirus y están siendo hospitalizados por COVID-19 en más del doble de la tasa de los residentes blancos.

Durante el período de dos semanas que terminó el 12 de junio, por cada 100.000 residentes negros, 40 personas fueron diagnosticadas con una infección por coronavirus. Pero por cada 100.000 habitantes latinos, 21 dieron positivo por el virus; por cada 100.000 residentes blancos, 16 dieron positivo; y, por cada 100.000 habitantes asiático-americanos, seis dieron positivo.

Entre las hospitalizaciones, por cada 100.000 residentes negros, 8.1 personas estaban en el hospital con COVID-19; por cada 100.000 habitantes latinos, 5.3 fueron hospitalizados; por cada 100.000 residentes blancos, 2.9 fueron hospitalizados y por cada 100.000 habitantes asiático-americanos, 1.1 fueron hospitalizados.

Las tasas de vacunación varían ampliamente según la comunidad: las áreas del condado donde el 75% o más de los residentes mayores de 16 años están inoculados incluyen lugares como los vecindarios de Los Ángeles de Brentwood, Encino, Studio City, Century City y Playa Vista, Pacific Palisades, Hancock Park, y el centro, así como las ciudades de La Cañada Flintridge, Temple City, Sierra Madre, San Gabriel, Redondo Beach, Hermosa Beach, Santa Mónica, San Marino, Cerritos, El Segundo, Monterey Park, South Pasadena, Rolling Hills Estates, Manhattan Beach, Culver City e Irwindale.

Los lugares donde el 55% o menos de los residentes de 16 años o más han recibido al menos una dosis incluye Palmdale, Compton, Florence-Firestone, Willowbrook, Castaic, Lancaster y, dentro de Los Ángeles, vecindarios de todo el sur de Los Ángeles, incluido Watts, así como Tujunga y Westlake.

Ferrer señaló que las personas que aún no están completamente vacunadas deben ser “súper cuidadosas” y continuar usando cubrebocas, especialmente en interiores, así como en situaciones de hacinamiento al aire libre. La utilización de un respirador que filtre partículas muy pequeñas, como una máscara N95, KN95 o KF94, puede mejorar la protección de los individuos no inmunizados.

Ferrer ha estimado que vacunar al 80% de todos los residentes mayores de 16 años permitirá que Los Ángeles alcance la inmunidad colectiva, también conocida como inmunidad comunitaria. Esto sucede cuando suficientes personas tienen inmunidad al virus, lo que incluso protegería a los que no esten inoculados de infectarse con el virus.

Actualmente, el 67% de los residentes del condado en este grupo de edad están al menos parcialmente vacunados y el 58% se encuentra completamente vacunado.

Inicialmente expresó su esperanza de que Los Ángeles alcanzara la inmunidad colectiva a fines de julio. La última proyección del condado muestra que puede tomar hasta el final del verano para lograr ese umbral.

Los funcionarios estatales han hecho sonar la alarma durante mucho tiempo con respecto a las tasas de vacunación rezagadas entre los latinos y los californianos negros, y el gobernador Gavin Newsom enfatiza ahora que la equidad debe ser la “estrella que nos guíe” en la campaña de vacunación del estado. En toda la entidad, el 41% de los californianos negros y latinos han recibido al menos una dosis del antígeno, mientras que el 56% de los blancos, el 53% de los nativos americanos y el 69% de los residentes asiáticos (incluyendo a quienes cuentan con ascendencia de las islas del Pacífico) están al menos parcialmente vacunados.

“Tenemos un trabajo tenaz que hacer para asegurarnos de que estas vacunas estén disponibles de una manera más equitativa para la comunidad latina, así como la afroamericana”, comentó el mandatario estatal a los periodistas la semana pasada en Six Flags Magic Mountain.

Los esfuerzos del estado han incluido la designación del 40% del suministro disponible de las vacunas contra COVID-19 para las comunidades ubicadas en el 25% más bajo de una herramienta de medición socioeconómica llamada índice de Lugares Saludables de California.

“Las oportunidades realmente se encuentran en esas comunidades, donde aún hay muchas preguntas. Todavía podemos trabajar un poco para que sea más conveniente inocular a las personas donde ellas quieran y obtener los beneficios de eso”, manifestó el Dr. Mark Ghaly, secretario de Salud y Servicios Humanos del estado, durante una reciente entrevista virtual con el Instituto de Políticas Públicas de California.

Los funcionarios de salud pública han notado durante mucho tiempo que la pobreza y otras desigualdades profundamente arraigadas finalmente dejaron a algunos californianos en un riesgo mucho mayor de exposición al COVID-19 que otros. “Vimos de la manera más real y difícil que si podía permitirse quedarse en casa, pedir comida, entre otras cosas, en general estaría seguro”, señaló Ghaly. “Pero si no tenía esa opción, porque su medio de vida no se lo permitía, sabía que era vulnerable de alguna manera”.

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