Anuncio

El condado de Los Ángeles registra gran reducción en casos de coronavirus y hospitalizaciones

Two teenager girls embrace
Shauni Edmund, de 13 años, a la izquierda, y Ty’lir Langston, de 11, se abrazan durante un ejercicio de contemplación en un campamento de verano de tecnología en el sur de Los Ángeles, el 15 de julio.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)
Share

Los Ángeles continúa viendo una mejora en los casos y hospitalizaciones semanales por COVID-19.

Hace aproximadamente un mes, el condado tenía una media de más de 3.400 nuevas infecciones por coronavirus al día, durante un período de una semana. Pero hasta el martes, según un análisis del Times de datos estatales, Los Ángeles tenía un promedio de menos de 1.800 casos diarios, una disminución del 48%.

No obstante, los niveles de transmisión del COVID-19 siguen siendo altos y las personas no vacunadas aún corren un alto riesgo de infectarse con el virus altamente contagioso.

Anuncio

Las personas no inoculadas también corren un riesgo mucho mayor de ser hospitalizadas. De los cientos de individuos admitidos en el sistema de hospitales públicos del condado desde el 15 de junio, por un diagnóstico debido principalmente al coronavirus, el 93% no ha estado vacunado.

La mayoría de las personas inoculadas que han sido ingresadas a un nosocomio tienen el sistema inmunológico comprometido y, por lo tanto, “no pueden generar una respuesta inmunitaria suficiente después de la vacunación”, señaló la Dra. Christina Ghaly, directora de Servicios de Salud del condado.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) reclasificaron, el miércoles por la noche a California en el peor nivel para sus categorías de niveles de transmisión de coronavirus, después de dos días de encontrarse en el segundo peor nivel.

Aun así, según los CDC, el estado tenía hasta el miércoles por la noche la tasa de casos de coronavirus más baja del país durante la última semana, con una cifra de 113 nuevos casos por cada 100.000 residentes. Tennessee tuvo el índice más alto, con 734 casos por cada 100.000 habitantes en el mismo lapso.

Los Ángeles también se encuentra en el peor nivel, con una tasa de 135 casos semanales de coronavirus por cada 100.000 residentes. Los índices de 100 contagios o más indican un alto nivel de transmisión comunitaria.

Si bien el condado está experimentando avances, algunos expertos advierten que la pandemia puede empeorar fácilmente, ya que los funcionarios creen que Los Ángeles aún no logra la inmunidad colectiva, la condición en la que las altas tasas de inmunidad interrumpen la transmisión de manera efectiva.

A fines de julio, Gran Bretaña celebró lo que parecía ser una recuperación del aumento de la enfermedad, causada por la variante Delta del virus, pero luego vio que los casos incrementaron nuevamente.

California está observando tasas de transmisión mucho más altas en el Valle Central y el norte rural de la entidad, en comparación con los condados costeros urbanos.

Por cada 100.000 habitantes, en la zona rural del norte de California, 429 personas dan positivo por coronavirus semanalmente; en el Valle de San Joaquín, es 311; en la región metropolitana de Sacramento, es 222; en el sur del estado, 147; y en el Área de la Bahía de San Francisco, es 108. Los hospitales permanecen bajo una intensa presión en el Valle Central y el norte rural de California, que tienen las peores tasas de hospitalización por COVID-19 en la entidad.

El análisis del Times encontró que, por cada 100.000 residentes, el Valle de San Joaquín registra 37 hospitalizaciones por COVID-19; la zona rural del norte del estado, 31; la región del Gran Sacramento, 26; el Sur de California 14; y el Área de la Bahía, 10.

La capacidad disponible en las unidades de cuidados intensivos (UCI) es particularmente escasa en el Valle de San Joaquín, donde ha estado por debajo del 10% durante 15 días consecutivos.

Los funcionarios se han visto obligados a transportar a los pacientes en estado crítico a más de 160 kilómetros de distancia, a veces por vía aérea, porque las UCI de algunos hospitales están llenas. Incluso los nosocomios del sur de California siguen tensos y afectados por la escasez nacional de enfermeras.

Los funcionarios de salud instan a las personas que aún no están vacunadas a que sean inoculadas, tanto para el COVID-19 como para la gripe, para evitar otro aumento de enfermedades respiratorias en el otoño y el invierno.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

Anuncio