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Menos del 10 por ciento de los estudiantes de L.A. tienen acceso a la tutoria académica

L.A. schools Supt. Alberto Carvalho calls on a student in a fifth-grade class.
El superintendente de escuelas de Los Ángeles, Alberto Carvalho, visita a un estudiante de quinto grado en Fair Avenue Elementary School en North Hollywood, en febrero. Carvalho afirmó el martes que el distrito necesitaba mejores datos sobre éste y otros esfuerzos académicos. La tutoría está disponible para uno de cada 10 estudiantes.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)
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La tutoría, considerada una piedra angular para la recuperación académica de la pandemia, estuvo disponible para menos de uno de cada 10 estudiantes de Los Ángeles, una señal de los continuos desafíos en los intentos de ayudar a los estudiantes en el segundo sistema escolar más grande del país.

Los datos más recientes, presentados a la Junta de Educación el martes, muestran que un mayor porcentaje de alumnos de primaria reciben tutoría. De primero a quinto grado, los tutores trabajan con alrededor del 11% de los alumnos.

En las escuelas intermedias y preparatorias, el número de personas que trabajaron con tutores se reduce sustancialmente, desde un 4% a un 6%, según el grado. En total, unos 36.368 alumnos han trabajado con tutores. La presentación no proporcionó información sobre cuándo se llevó a cabo la tutoría ni por cuánto tiempo. Algunas sesiones fueron en persona; otras en línea. Y la iniciativa en 29 escuelas fue descrita como “apoyo en tiempo real las 24 horas para los grados sexto a doceavo”.

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La tutoría representa solo una forma de acelerar el aprendizaje, pero las cifras fueron motivo de preocupación entre los funcionarios locales. Estas sesiones fueron pensadas como una respuesta central a la pandemia por los funcionarios públicos más importantes del estado, incluido el superintendente estatal de Instrucción Pública Tony Thurmond, la presidenta de la Junta de Educación del estado, Linda Darling-Hammond, y el gobernador Gavin Newsom, quien aludió a la financiación de las “altas dosis de tutoría” como un elemento importante del presupuesto educativo ampliado del estado.

Los estados y los distritos escolares de todo el país han aumentado la tutoría en innumerables formas, tratando de brindar el mismo beneficio que las costosas empresas privadas. Los servicios en línea pueden conectar a los estudiantes con tutores repartidos por todo el país, a los alumnos mayores se les paga para que sean tutores de sus hermanos menores, hay más voluntarios inscriptos y más empresas con fines de lucro.

La tutoría efectiva, individual o en pequeños grupos, es “una de las herramientas educativas más versátiles y potencialmente transformadoras que se usan en la actualidad”, concluyeron investigadores de la Universidad Northwestern, la Universidad de Toronto y el Laboratorio de Acción contra la Pobreza en Cambridge, Massachusetts.

La miembro de la junta escolar de Los Ángeles Jackie Goldberg y otros miembros de la junta claramente tenían ese contexto en mente. “Una de las cosas que estamos aprendiendo en todo el país”, expresó Goldberg en la reunión, “es que algunas de las formas en que recuperamos el aprendizaje perdido es a través de tutorías adicionales. Y por eso me sorprendió ver tan pocos estudiantes”. Ella reconoció que “están sucediendo otras cosas”, pero “estoy ansiosa por saber cómo aumentamos esto drásticamente. Y si tendremos o no... recursos suficientes para aumentarla de forma espectacular. Porque si no lo hacemos, debemos saberlo”.

En un futuro cercano, gracias a la ayuda única de alivio por el COVID y los ingresos fiscales estatales récord, el dinero para la tutoría no debería ser un problema. Goldberg preguntó por qué los números eran tan bajos.

Carlen Powell, administradora de instrucción primaria, no tuvo una respuesta clara. Podría ser, sugirió, que la cifra sea mayor, pero las escuelas aún no han actualizado los datos de todos los que reciben ayuda.

La presentación enumeró cinco programas de tutoría: tres para los grados de primaria, donde hubo alcance para reclutar participantes, y dos para niveles de grado más altos, para los cuales los estudiantes generalmente se enlistaron o se “refirieron por sí mismos”, como lo expresó el personal.

La presentación y las respuestas no aliviaron las preocupaciones de Goldberg. “Esos números me parecen demasiado bajos”, reiteró. “Si pueden autoinscribirse, y si mamá o papá pueden llamar, simplemente no entiendo cómo tenemos tan pocos estudiantes en esto. ¿Cómo sabemos que aquellos que más lo necesitan están recibiendo tutoría efectivamente?”

La miembro de la junta Tanya Ortiz Franklin quería saber cuánta tutoría real figuraba en estos datos. ¿Una sesión de 30 minutos implica parra el distrito que un estudiante ‘recibió tutoría’?

Powell se comprometió a investigar las respuestas y destacó que el tema se gestiona localmente.

El superintendente de escuelas de Los Ángeles, Alberto Carvalho, quien comenzó a trabajar en febrero, afirmó que los datos disponibles eran inconsistentes e inadecuados en esta y otras áreas, y un problema importante que pretende abordar.

La actualización de la tutoría fue solo una parte de una presentación que mostró el progreso en llenar las vacantes de maestros y otras, aunque aún no se alcanzan las metas.

Más de la mitad de los nuevos maestros contratados no están completamente acreditados, según los datos presentados, a pesar de los bonos de contratación de $5000 para 607 que sí lo estaban. Los funcionarios no brindaron información sobre cuántas vacantes docentes quedan, pero son muchas. Por ejemplo, en el programa Primary Promise, que proporciona maestros adicionales a las primarias de más bajo rendimiento, se ocuparon 105 de los 229 puestos de maestros de matemáticas presupuestados para este año.

El distrito también está significativamente escaso de profesionales de servicios de salud mental. Por ejemplo, contrató a 250 de los 1029 trabajadores sociales psiquiátricos presupuestados.

Otros sistemas escolares enfrentan escasez de personal similar. El LAUSD ha estado desarrollando planes para convocar profesionales externos que cubran los puestos vacantes de salud mental del personal.

Pedro Noguera, decano de la Escuela de Educación Rossier de la USC, señaló a Primary Promise como un punto positivo. El programa es costoso, pero los primeros datos son prometedores. “La estrategia que han esbozado está en el objetivo”, afirmó el experto, cuya universidad evaluará los esfuerzos académicos del LAUSD. “El desafío principal será reclutar y capacitar a una cantidad suficiente de tutores/ayudantes de instrucción para que la iniciativa pueda expandirse y atender a más niños en más escuelas. No será fácil, pero la evidencia es clara de que si amplían esta iniciativa, habrá ganancias significativas en los resultados de los estudiantes”.

Podría ser que la tasa de participación de tutoría del LAUSD esté un poco en línea con otros sistemas escolares. Un programa estatal en Tennessee que fue elogiado, espera llegar al 15% de los alumnos en ese estado para el final del año académico.

Los datos del distrito sugieren una intensa necesidad de apoyo académico. Y la investigación de todo el país anticipa que los estudiantes latinos y negros de familias de bajos ingresos tuvieron un mayor desliz académico durante la pandemia. Estos niños, especialmente latinos, constituyen la gran mayoría en el LAUSD.

Para el profesor de educación de UC Berkeley Bruce Fuller, los datos del distrito sugieren que el factor que más ayuda a los estudiantes a recuperarse académicamente es el regreso a la instrucción en persona, después de un año de cierres de campus desde el comienzo la pandemia, en marzo de 2020. En comparación con ello, la tutoría puede ser un tema secundario. “¿Cuál es el valor agregado de la tutoría más allá de la recuperación de los niños que regresan a la escuela en persona?”, Fuller preguntó.

El mejor enfoque, dijo, podría ser optimizar la experiencia en el aula: “Los dólares de estímulo federal desaparecerán en 2024. Es muy urgente recuperar el aprendizaje perdido de los niños. Aún así, ¿agregar la tutoría esquiva la pregunta clave de cómo atraer y elevar a los maestros que motiven mejor el aprendizaje dentro de las aulas regulares?

Fuller y Noguera recientemente escribieron conjuntamente un artículo que describe numerosos pasos que el LAUSD podría tomar para mejorar el rendimiento académico.

La presidenta de la junta escolar de Los Ángeles, Kelly Gonez, quiere ir más allá de los números de participación.

“No se trata solo de: ¿se ofrece tutoría, pero es una tutoría de alta dosis y alta calidad? Y me encantaría saber, para los estudiantes que son atendidos, ¿cuáles son los resultados? ¿Están progresando? Porque no se trata solo de la provisión del recurso, sino que, en realidad, ¿está impactando su aprendizaje de manera positiva?”.

Para leer esta nota en español, haga clic aquí.

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