Inflación, delincuencia y COVID: la calidad de vida del condado de L.A. sufre un golpe en todos los ámbitos
El aumento de la inflación y de los costes de la vivienda, el incremento de la delincuencia y los efectos persistentes de la pandemia han hecho mella en la calidad de vida de los angelinos durante el último año, según una nueva encuesta de la UCLA.
El Índice de Calidad de Vida 2022, elaborado por la Escuela de Asuntos Públicos Luskin de la UCLA, bajó a 53 sobre 100, la puntuación más baja desde que se inició en 2016.
El resultado de este año es cinco puntos menos que los resultados de las encuestas de 2021 y 2020 y tres puntos menos que las puntuaciones de 2018 y 2019 de 56, el récord anterior.
“Lo que la pandemia no pudo hacer en los dos últimos años, lo consiguieron la inflación y el aumento de los delitos violentos y contra la propiedad”, ha dicho el director de la Iniciativa de Los Ángeles, Zev Yaroslavsky, que supervisa el proyecto. “Parece que el dique se ha reventado este año”.
La encuesta mide la satisfacción de 1.400 encuestados del condado de Los Ángeles en categorías que incluyen el coste de la vida, el transporte y el tráfico, el medio ambiente, la seguridad pública, la educación, las relaciones raciales, la atención sanitaria y su barrio.
Proporciona una puntuación global, así como puntuaciones individuales para cada categoría, proporcionando una fotografía instantánea de las ansiedades, preocupaciones y satisfacciones de los residentes del condado de Los Ángeles.
Por lo general, dijo Yaroslavsky, los cambios en algunas categorías se compensan con los cambios en otras áreas, proporcionando una línea de base consistente; desde 2016, la puntuación general nunca ha subido o bajado más de tres puntos año tras año y nunca ha caído por debajo de 55.
Ese periodo incluyó polémicos climas políticos, destructivos incendios forestales, una intensa sequía y los días más oscuros de la pandemia del COVID-19.
Por ejemplo, el año pasado los padres con hijos dieron a la educación una puntuación de 52, por debajo de los 58 puntos de 2020. Pero ese fuerte descenso no modificó en nada la puntuación global de satisfacción de 2020.
Pero este año, todas las categorías del índice experimentaron un descenso de la satisfacción, y ocho de las nueve categorías alcanzaron mínimos históricos.
Uno de los descensos más drásticos se produjo en el coste de la vida, que pasó de 45 a 39 en medio de un cúmulo de precios desorbitados de la gasolina y la vivienda y de la inflación.
Y muchos angelinos dijeron que no sólo estaban pagando más por los alimentos y otros artículos de primera necesidad, sino que también les pagaban menos.
Más del 30% de los encuestados dijeron que sus ingresos habían disminuido durante la pandemia. Alrededor del 22% dijo que sus ingresos aumentaron.
“Hay más gente que sigue viendo cómo bajan sus ingresos de los que ven cómo suben”, dijo Yaroslavsky. “Mis ingresos están bajando, mi coste de la vida está subiendo, y no tengo tanto dinero para gastar en cosas discrecionales como hace dos años”.
Además, un tercio de las personas que afirmaron haber perdido ingresos también dijeron que se habían retrasado en el pago del alquiler o de la hipoteca.
Estas cifras reflejan una encuesta del Instituto de Políticas Públicas de California del mes pasado, según la cual el 26% de los californianos estaban muy preocupados por tener que pagar el alquiler de una vivienda.
“El grupo de edad más afectado parece ser el de las personas de 30 a 39 años que están formando una familia y tratando de entrar en el mercado de la vivienda”, dijo Yaroslavsky. “Parecen estar más insatisfechos que cualquier otro grupo de edad”.
La satisfacción con la seguridad pública también vio una caída de 5 puntos entre los encuestados, cayendo a 56, impulsada por las preocupaciones sobre la propiedad y los delitos violentos.
“No les preguntamos si hay un aumento de la delincuencia, sino si creen que ha habido un aumento de la delincuencia durante el último año en su barrio”, dijo Yaroslavsky.
El Departamento de Policía de Los Ángeles informó de aumentos de menos del 5% en los delitos contra la propiedad y los delitos violentos entre 2020 y 2021, aunque los homicidios se dispararon a casi 400, la mayor cantidad en más de 10 años.
Sin embargo, la delincuencia en general, incluidos los delitos violentos y contra la propiedad, sigue disminuyendo considerablemente con respecto a los niveles observados en la década de 1990.
La encuesta también mostró que la pandemia seguía teniendo un gran peso en la mente de los encuestados, ya que casi el 70% afirmó que el COVID-19 les había cambiado fundamentalmente sus vidas.
“El COVID ha hecho mella en nuestra sociedad de forma profunda”, dijo Yaroslavsky en un comunicado. “Este hallazgo -que la vida ha sido alterada permanentemente- puede ser el más profundo”.
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