California tiene muchos medicamentos contra el COVID, pero los médicos no los están recetando

Con California enfrentando la triple amenaza que suponen el coronavirus, el VSR y la gripe, las autoridades sanitarias instan a ampliar el uso de fármacos contra el COVID para ayudar a evitar que las personas enfermen gravemente y mantenerlas alejadas del hospital.

Entre los fármacos se encuentran el Paxlovid, que puede reducir el riesgo de enfermedad grave o muerte por COVID-19 en casi un 90%, y otro medicamento oral conocido como molnupiravir.

Los fármacos son gratuitos y están ampliamente disponibles, pero las autoridades afirman que algunos médicos no los recetan tanto como deberían.

“Muchos de nuestros hospitales en todo el estado están alcanzando su capacidad máxima y una de las formas en que podemos reducir las admisiones es tratando a las personas que tienen COVID-19”, dijo en un comunicado el Dr. Tomás Aragón, director de salud pública y funcionario de salud de California. “A diferencia de años anteriores, las personas disponen ahora de opciones de tratamiento seguras y eficaces que pueden prevenir la enfermedad grave, reducir la hospitalización y también pueden disminuir el riesgo de síntomas prolongados de COVID-19”.

Tales tratamientos, dijo el martes, “están subutilizados, particularmente entre las comunidades que han sido más afectadas por COVID-19”. En cuanto alguien presente nuevos síntomas, como secreción nasal, tos, dolor de garganta o fiebre, debe someterse inmediatamente a una prueba de detección de COVID-19 y buscar tratamiento si da positivo”.

Según el Departamento de Salud Pública de California, las personas que den positivo en la prueba del coronavirus deben ponerse inmediatamente en contacto con un profesional sanitario, ya que los tratamientos deben iniciarse en los cinco a siete días siguientes a la aparición de los síntomas.

“Medicamentos como la píldora Paxlovid pueden impedir que el virus se multiplique en el organismo, ayudar a que la prueba dé negativo antes y pueden reducir el riesgo de desarrollar síntomas de COVID prolongados. Además, no es necesario tener seguro ni la ciudadanía estadounidense”, declaró este mes en un comunicado la Dra. Regina Chinsio-Kwong, responsable de salud del condado de Orange.

El tratamiento contra el COVID-19 se recomienda para cualquier persona de 12 años o más con síntomas o que tiene un resultado positivo de la prueba y podría estar en mayor riesgo de enfermar gravemente, dicen los funcionarios estatales.

“Tenemos tratamientos muy eficaces que están ampliamente disponibles si la gente se enferma”, dijo el Dr. Ashish Jha, coordinador de la respuesta a COVID-19 de la Casa Blanca. “Pero, obviamente, necesitamos médicos que los prescriban. Necesitamos que la gente los reciba”.

Las personas de 50 años o más son elegibles para los medicamentos contra el COVID, así como las personas más jóvenes que tienen condiciones como presión arterial alta, diabetes, obesidad, inactividad física, cualquier historial de tabaquismo, asma y condiciones de salud mental, incluida la depresión.

Las personas no vacunadas también pueden optar al tratamiento. Según las autoridades, el medicamento beneficia sobre todo a estas personas, pero también ayuda a las vacunadas y a las que han sobrevivido a una enfermedad anterior por COVID-19.

Al dar positivo, “lo primero que deberían pensar todos y cada uno de los estadounidenses es: ¿Reúno los requisitos para recibir tratamiento?”. dijo Jha el jueves.

“La verdad es que tenemos tratamientos fantásticos. Cualquier persona mayor de 50 años, cualquier persona con una enfermedad crónica debería someterse a una evaluación”, afirmó. “Personalmente, como médico, creo que está muy claro que cualquier persona de 60 años o más debería recibir tratamiento. Debería haber una buena razón para no tratar a alguien, y [rara vez la hay]”.

Sin embargo, algunos médicos afirman que sus colegas no recetan el fármaco cuando deberían.

Un médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Virginia dijo recientemente en Twitter que la abuela de su mujer, de unos 90 años, tenía COVID-19 y salió de urgencias, pero dos profesionales sanitarios le dijeron que no podía recibir Paxlovid debido a su función renal y hepática. De hecho, su función hepática era normal y la renal estaba tan levemente alterada que podía recibir el fármaco.

“Su consejo era erróneo”, tuiteó el Dr. Taison Bell. “Este es exactamente el tipo de persona a la que sin duda quieres que le den [Paxlovid]. Y se lo denegaron”.

Después de esa experiencia, se hizo una llamada a su médico de atención primaria, y más tarde se autorizó una receta.

¿Por qué los médicos siguen teniendo tanto miedo a [recetar] Paxlovid?”, tuiteó la Dra. Purvi Parikh, experta en enfermedades infecciosas y profesora clínica adjunta de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York.

Las personas pueden obtener los medicamentos poniéndose en contacto con su médico, acudiendo a una clínica de atención urgente o visitando un centro Test to Treat. Algunas farmacias también pueden dispensar medicamentos COVID-19. Más información y recursos están disponibles en el sitio web de información COVID de California.

Los californianos sin seguro médico, o que no pueden llegar a su proveedor de atención médica dentro de las 24 horas, que han dado positivo para el coronavirus y tienen síntomas pueden buscar una atención médica virtual gratuita en línea o llamando al (833) 686-5051.

Los residentes del condado de Los Ángeles que busquen tratamiento médico para el COVID-19 pueden ponerse en contacto con el Departamento de Salud Pública llamando al (833) 540-0473, los siete días de la semana, entre las 8.00 y las 20.30 horas.

Al igual que el estado, el condado de Los Ángeles ha experimentado un aumento de las hospitalizaciones por coronavirus en las últimas seis semanas, aunque esta cifra se ha estabilizado últimamente.

“Tenemos la esperanza de que esto pueda representar un aumento de la aceptación de la terapéutica y las vacunas de refuerzo, que pueden reducir significativamente las posibilidades de desarrollar una enfermedad grave para los infectados”, dijo el jueves la directora de Salud Pública del condado, Barbara Ferrer.

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