Punto de ebullición: Estos mapas muestran cómo la contaminación del aire y el COVID-19 pueden ser una mezcla mortal

A hazy view of downtown Los Angeles
Una vista nebulosa del centro de Los Ángeles, visto desde el Observatorio Griffith.
(Francine Orr / Los Angeles Times)

La mala calidad del aire ha puesto a los negros y a los latinos en mayor riesgo de contraer el coronavirus, en Los Ángeles y en todo el país.

Bienvenido a Boiling Point (Punto de Ebullición), un boletín informativo sobre el cambio climático, la energía y el medio ambiente en California y el oeste americano.

Durante un ciclo de noticias dominado por infecciones de COVID-19 que se propagan por la Casa Blanca mientras el presidente Trump y sus asociados desobedecen las pautas de salud pública, he estado pensando en algunas de las personas que más sufren de este virus: los negros y los latinos, que tienen más probabilidades de enfermarse y de morir que la gente blanca.

También he estado pensando en los vínculos entre la mala calidad del aire y el riesgo de contraer coronavirus, y en el hecho de que las personas de color tienen más probabilidades de respirar aire contaminado debido a décadas de políticas ambientales y de vivienda racistas. En California y en todo el país, las políticas excluyeron a los negros y latinos de los vecindarios considerados “deseables” y los empujaron a las viviendas cerca de autopistas, refinerías y plantas de energía.

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Esos vínculos también están en la mente de Martha Dina Argüello.

Ella es directora ejecutiva de Physicians for Social Responsibility-Los Ángeles, y me envió un mapa fascinante encargado por su grupo de defensa que aún no se ha publicado en otro lugar. Muestra la carga de contaminación barrio por barrio en todo el condado de Los Ángeles, superpuesta por los recuentos de casos de COVID-19. Aquí está:

Aquí hay otra versión del mismo mapa, pero con los recuentos de casos de COVID-19 ajustados para reflejar los niveles de población:

El mismo patrón es cierto. Las áreas más rojas con más contaminación, como el sur y el sureste de Los Ángeles, que están delineadas en verde brillante en ambos mapas, han tendido a tener peores brotes de coronavirus. Las áreas más verdes con menos contaminación, como Bel Air y la península de Palos Verdes, generalmente se han visto menos afectadas.

Argüello me dijo que los mapas son alarmantes pero no sorprendentes.

“En marzo pensé: ‘Oh, esto va a afectar peor a las comunidades negras y latinas por muchas razones diferentes’. Acceso a la atención de salud, acceso a una atención de calidad, acceso a buena información, todas estas cosas que nuestras comunidades no tienen”, dijo.

A medida que la pandemia detuvo la vida cotidiana, rápidamente se hizo evidente que la contaminación del aire, que daña los pulmones, también estaba poniendo a las comunidades de color en mayor riesgo.

Mi colega Tony Barboza reportó en abril sobre las primeras investigaciones de la Universidad de Harvard que encontraron que los estadounidenses que viven en áreas con niveles más altos de smog tenían más probabilidades de morir a causa del COVID-19. Los investigadores de la Universidad de Emory encontraron una correlación similar en agosto, vinculando las tasas más altas de muerte por coronavirus con la exposición al dióxido de nitrógeno, que contribuye a la formación de smog. Otros estudios en todo el mundo han relacionado una peor contaminación del aire con un mayor número de infecciones por COVID-19.

“Si bien los datos aún son preliminares, la evidencia sugiere que la exposición prolongada a la contaminación del aire podría constituir un factor de riesgo importante que aumenta la probabilidad de resultados graves”, se lee en otro estudio publicado el mes pasado por el medio de noticias sin fines de lucro ProPublica e investigadores de State University de Nueva York.

Las personas negras y latinas son desproporcionadamente vulnerables al virus por varias razones. Es más probable que vivan en viviendas hacinadas, más posibilidades de padecer enfermedades preexistentes, menos probabilidad de tener acceso a la atención médica y mayor posibilidad de laborar en trabajos que no se pueden hacer desde casa.

Pero la calidad del aire parece ser un factor crítico para el riesgo de coronavirus, dijo Michael Jerrett, quien preside el Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental de la Facultad de Salud Pública Fielding de UCLA.

Jerrett está tratando de determinar exactamente qué tan crítico es. Se encuentra trabajando en dos estudios, uno que analiza la gravedad de COVID-19 entre los pacientes de Kaiser Permanente en el Sur de California y examina los posibles vínculos entre la calidad del aire que respiran y la gravedad de su infección. El otro implica comparar los recuentos de muertes por coronavirus en diferentes partes del condado de Los Ángeles con los niveles de contaminación por dióxido de nitrógeno, que es emitido principalmente por automóviles y camiones, y también por centrales eléctricas de gas.

“Lo que estamos viendo en el estudio de Los Ángeles son definitivamente señales claras de que las personas que viven en vecindarios más contaminados tienden a tener tasas de mortalidad más altas por COVID”, me dijo Jerrett.

Los mapas encargados por Physicians for Social Responsibility, agregó, “pintan una imagen muy similar a lo que estamos viendo”.

Otra cosa sobre esos mapas: el esquema de color de rojo a verde que describí como “carga de contaminación” es en realidad una métrica llamada CalEnviroScreen, que es utilizada por el gobierno estatal para evaluar la salud ambiental a nivel de vecindario. Tiene en cuenta una serie de factores diferentes, incluida la contaminación del aire, la contaminación de las aguas subterráneas y del suelo, los niveles de enfermedades cardíacas y asma, y cargas socioeconómicas como la pobreza y el desempleo.

Le pregunté al Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles sobre los mapas y respondieron con una declaración enviada por correo electrónico del director científico del departamento, Paul Simon. Dijo que debido a que CalEnviroScreen tiene en cuenta todos esos factores y a que las tasas de casos de COVID-19 y las muertes están influenciadas por tantas variables, “no está claro hasta qué punto el aumento de la exposición a la contaminación del aire está contribuyendo a las tasas más altas de COVID-19 en comunidades de bajos ingresos y comunidades de color”.

Physicians for Social Responsibility también encargó una visualización que superpone los recuentos de casos de coronavirus en un mapa que muestra la composición racial del condado de Los Ángeles. Así es como se ve, con recuentos de casos ajustados por población:

Este es un poco más difícil de interpretar, porque la combinación de colores es un poco extraña; las áreas naranjas del mapa representan lugares con mayor población latina, las áreas verdes muestran mayor población negra, las áreas rojas muestran mayor población asiático-americana y las áreas azules muestran mayor población blanca.

Básicamente, está viendo el mayor número de casos de coronavirus en los vecindarios latinos.

“Sus resultados tienden a ser peores. Suelen ser dirigidos en mayor proporción a las unidades UCI y en una cantidad más alta de intubaciones”, expuso.

La administración del gobernador Gavin Newsom se está tomando en serio estas disparidades. Según las nuevas pautas que entraron en vigor esta semana, los condados más grandes del estado no podrán reabrir aún más sus economías “a menos que reduzcan las infecciones por coronavirus en los lugares más afectados donde viven los pobres, los negros, los latinos y los isleños del Pacífico”, como reportó Maura Dolan del Times.

Para Argüello, los vínculos entre la contaminación del aire y el COVID-19 ilustran la necesidad de políticas que prioricen comunidades más saludables y sostenibles. Eso podría incluir limpiar la contaminación, hacer la transición a vehículos de cero emisiones y requerir zonas de amortiguamiento entre los hogares y las perforaciones petroleras, otra de las principales prioridades del grupo de defensa de Argüello.

“Una buena solución para el COVID es también una buena solución tanto para el clima como para mejorar la calidad del aire, la calidad del agua y la calidad del suelo”, dijo. “Comencemos con los campos petroleros y hagamos la transición. Veamos las zonas industriales abandonadas y otras formas en que se podrían crear puestos de trabajo en las limpiezas”.

Y ahora, esto es lo que está sucediendo en Occidente:

HISTORIAS PRINCIPALES

Más de 4 millones de acres se han quemado en California este año. No solo es un récord; es el doble de la cantidad de tierra que se ha quemado en cualquier otro año registrado, como informan Alex Wigglesworth y Joseph Serna del Times. El mayor incendio supera el millón de acres, lo que nos brinda “una imagen aterradora sobre cómo el cambio climático y otros factores como los bosques mal administrados están empeorando el peligro de incendios del estado”, como escriben Hayley Smith y Ron Lin. Pero bueno, ¿al menos el condado de Orange ahora tiene el Very Large Helitanker?

¿Qué causó los apagones en California en agosto? Los funcionarios estatales publicaron una autoevaluación condenatoria esta semana, culpando de los cortes a una combinación de mala planificación y calor extremo provocado por el clima. De cara al futuro, es probable que la orden ejecutiva del gobernador Newsom que elimina los automóviles de gasolina ejerza aún más presión sobre la red eléctrica, ya que los vehículos eléctricos reemplazan la combustión interna. El columnista del Times, Michael Hiltzik, habló con expertos que explicaron lo que debe suceder para que todo funcione.

¿California prohibirá realmente el fracking? Hablando de Newsom, Taryn Luna y Phil Willon de nuestra oficina de Sacramento escribieron un artículo interesante cuestionando si el gobernador en verdad tiene la intención de luchar por una prohibición del fracking (fracturación hidráulica), que pidió el mes pasado; la política es difícil en el mejor de los casos. Newsom agregó otra promesa esta semana, pidiendo a los funcionarios estatales que protejan el 30% de las tierras y las aguas costeras de California para 2030, como informa Paul Rogers para el Mercury News. A principios de este año examiné el concepto de “30 por 30”.

CLIMA POLÍTICO

El destino de las tierras públicas de Estados Unidos está en juego en las elecciones presidenciales. Paige Blankenbuehler escribió una historia profundamente informada para el High Country News que explora el vasto abismo entre la agenda de “dominio energético” del presidente Trump y el plan de acción climática de Joe Biden, y cómo sus estrategias afectarían los paisajes, la vida silvestre y las ciudades rurales en todo el Oeste. Si le preocupan estos temas, consulte también este panel de discusión que organicé la semana pasada sobre cómo las elecciones podrían afectar las tierras públicas de California.

La pandemia está obligando a los jóvenes activistas climáticos a salvar el planeta en Zoom. Los jóvenes que luchan por la acción climática están literalmente cambiando el mundo, desde la adolescente sueca Greta Thunberg que ayudó a lanzar una huelga global hasta el Movimiento Sunrise, que coloca al Green New Deal en el centro de la conversación política de Estados Unidos. El coronavirus ha obligado principalmente a estos activistas a quedarse en casa, pero están encontrando formas de adaptar sus tácticas al espacio digital, como informa mi colega Megan Calfas.

Regresemos al objetivo del gobernador Newsom de no vender más vehículos de gasolina para 2035. Uno de los mayores impedimentos para los autos eléctricos ha sido durante mucho tiempo la incapacidad o la falta de voluntad de los concesionarios de automóviles para promover los artilugios de última generación, que no requieren tanto de el costoso trabajo de mantenimiento que hace que los concesionarios ganen mucho dinero. Pero algunos concesionarios del área de Los Ángeles se dan cuenta de que se avecina una revolución de vehículos ecológicos y están capacitando a su personal para hacer un mejor trabajo vendiendo autos eléctricos, como escribe el columnista del Times Michael Hiltzik.

Hablando de vehículos eléctricos, Tesla estableció un récord de ventas el último trimestre. Aquí está la historia de Russ Mitchell.

CALIFORNIA ARDIENTE

Mientras California continúa ardiendo, mis colegas siguen encontrando narrativas fascinantes que muestran el costo humano de los desastres. Anita Chabria pasó algún tiempo con un ranchero de sexta generación en el condado de Butte cuyo rebaño fue diezmado por el fuego; él cree en el cambio climático, cree en la necesidad de una mejor gestión forestal y está frustrado con los políticos de ambas partes. Mientras tanto, en Napa, algunos enólogos no harán una cosecha de 2020 debido al fuego y al humo, como reportan Sarah Parvini y Megan Calfas.

Las tecnologías utilizadas para combatir el fuego también pueden ser bastante interesantes. Nunca había pensado demasiado en el retardante de fuego rojo arrojado desde los aviones, hasta que leí esta historia de Samantha Masunaga detallando su contenido y por qué es tan efectivo. (No es especialmente tóxico, pero aún así no desearía que se lo echaran encima, como lo aprendió nuestra colega Sonja Sharp el año pasado). Además, Joseph Serna escribió sobre los avances en big data y supercomputación que podrían conducir a mejoras en la predicción de la propagación de infiernos.

Si esperaba escalar el Mt. Whitney este año, probablemente no tenga suerte. El pico más alto en Lower 48 está fuera del alcance de los excursionistas hasta al menos el 1 de diciembre debido a los incendios y la mala calidad del aire, según Christopher Reynolds y Mary Forgione. Permítanme sugerirles otra experiencia al aire libre: Paramount Ranch en las montañas de Santa Mónica, que se quemó con el incendio de Woolsey, ofrece una experiencia de “teatro interactivo” que busca ayudar a los huéspedes a encontrar su lugar en un momento de crisis climática, como explica Todd Martens.

A power plant with three large smokestacks
La estación generadora de carbón Navajo cerca de Page, Arizona.
(Ross D. Franklin / Associated Press)

ALREDEDOR DEL OESTE

Trump prometió reactivar la industria del carbón; no sucedió. Para comprender mejor cómo y por qué el presidente no cumplió su promesa, consulte esta poderosa historia de Eric Lipton del New York Times sobre el cierre de la estación generadora Navajo de Arizona, que los funcionarios de la administración Trump intentaron salvar pero no pudieron. En noticias relacionadas, Wyoming continúa enviando dólares de los contribuyentes a un grupo oscuro que presiona a otros estados para que mantengan abiertas las plantas de carbón, como informan WyoFile y Wyoming Public Radio.

En julio, la Corte Suprema dictaminó que gran parte de Oklahoma es tierra tribal. Ahora, la Agencia de Protección Ambiental federal ha respondido a esa decisión dictaminando que los funcionarios estatales, no las tribus, tienen autoridad sobre los programas ambientales en esas áreas, como reporta Kolby KickingWoman para el Indian Country Today. La decisión fue aplaudida por la industria de petróleo y gas de Oklahoma.

¿Podrían las trucha arco iris prosperar en el río Los Ángeles una vez más? Louis Sahagún del Times informa que el alcalde Eric Garcetti está defendiendo un ambicioso plan para crear un pasaje de peces por el centro de la ciudad mediante la reconfiguración de un tramo muy maltratado del río, que está revestido de hormigón. Pero han pasado 80 años desde que se vio por última vez una trucha arco iris en el río Los Ángeles, y no está claro si el pez podrá llegar a ese sitio sin modificaciones similares a lo largo de las 16 millas de concreto entre el pasaje y el mar.

UNA COSA MÁS

Si me siguen en Twitter, sabrán que soy un gran fanático de los Dodgers y actualmente estoy consumido por los playoffs de las Grandes Ligas. Así que me encantó ver este tweet la semana pasada de Neil Chatterjee, presidente de la Comisión Reguladora de Energía Federal:

El joven alto es el abridor de los Dodgers Walker Buehler, también conocido como @buehlersdayoff. Chatterjee y él, quien anteriormente asesoró al senador Mitch McConnell sobre política energética, son ambos de Lexington, Kentucky, y comparten el amor por el fútbol americano universitario.

¿Qué tiene esto que ver con el cambio climático o el medio ambiente? Nada en realidad. ¡Vamos Dodgers!

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