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Reporte: Dos exdirectivos del futbol sudamericano son encontrados culpables por corrupción en caso ‘FIFA Gate’

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Un ex presidente de la Conmebol y el otrora mandamás del fútbol brasileño fueron hallados culpables de corrupción por un jurado en Estados Unidos, que continuará deliberando la próxima semana sobre los cargos contra el ex líder de la federación peruana.

El jurado deliberó durante una semana antes de anunciar un veredicto parcial el viernes.

El paraguayo Juan Angel Napout, líder de la Conmebol entre 2014-15, y el brasileño José María Marín fueron declarados culpables de crimen organizado y fraude electrónico relacionado con la Copa América y la Copa Libertadores. El jurado no logró un consenso sobre las acusaciones contra el peruano Manuel Burga.

Los tres fueron arrestados en 2015, cuando detonó el escándalo de corrupción que sacudió a la FIFA. La fiscalía los acusó de recibir millones de dólares en sobornos de firmas de mercadeo deportivo, a cambio de los derechos comerciales de torneos de fútbol.

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Marin, líder de la confederación brasileña entre 2012-15, fue hallado culpable en seis de los siete cargos que enfrentaba por crimen organizado, conspiración para lavar activos y conspiración para cometer fraude electrónico. Fue exonerado de un cargo de conspiración para lavar activos. Napout, quien también presidió la federación paraguaya de 2007 a 2014, fue condenado en tres de los cinco cargos en su contra por crimen organizado y conspiración para cometer fraude electrónico, y exonerado por dos de conspiración para lavar activos.

Ambos fueron enviados a la cárcel mientras aguardan por sus sentencias, después que la fiscalía argumentó que existe el riesgo de que se fuguen.

El juicio tuvo todo tipo de giros inesperados: una acusación de que Burga amenazó a un testigo; un jurado que fue expulsado por quedarse dormido durante los testimonios; la noticia de que un abogado se suicidó en Argentina después que se reveló en el juicio que había recibido sobornos; y el sorpresivo testimonio de un miembro de la banda pop Jonas Brothers.

Marin, Burga y Napout están entre las más de 40 personas y compañías relacionadas con el fútbol que fueron acusadas por el Departamento de Justicia estadounidense por participar en conspiraciones que involucran el pago de cientos de millones de dólares en sobornos. Muchos acusados se declararon culpables y cooperan con las autoridades.

El testigo estrella de la fiscalía, el ex empresario deportivo Alejandro Burzaco, testificó que él y su empresa aceptaron pagar 160 millones de dólares en sobornos a través de los años, hasta su arresto en 2015. Parte de ese dinero fue para un funcionario de la FIFA a cambio de ayudar a conseguir votos para que Catar recibiera la sede del Mundial de 2022, declaró.

“Han visto muchos documentos, algunos bastantes complicados”, dijo el fiscal Sam Nitze durante los argumentos finales. “Hay casos que tienen misterios que hay que resolver. Este no es uno de esos”.

La fiscalía dijo que Napout recibió 10,5 millones de dólares en sobornos, Marin 6,6 millones y Burga 4,4 millones.

Sus defensas argumentaron que los tres fueron inculpados por Burzaco y otros testigos a cambio de recibir sentencias menores en sus propios casos. El abogado de Naput dijo al jurado que la fiscalía no presentó evidencia de transferencias bancarias o de depósitos extraordinarios para demostrar que había recibido grandes sumas de dinero.

“Dicen que el dinero es el que manda, ¿pero a dónde fue a parar?”, cuestionó el abogado John Pappalardo. “No pueden vincular un solo centavo con Juan”.

Marin, quien tiene 85 años, fue presentado por su abogado como una figura sin poder, y dijo que el verdadero poder estaba en manos de Marco Polo del Nero, la persona que lo reemplazó como líder de la confederación brasileña. Del Nero está imputado en el caso en Estados Unidos, pero no ha sido extraditado por Brasil. La FIFA lo suspendió la semana pasada mientras es investigado por el comité de ética.

Burga, cuyo abogado presentó argumentos similares, se metió en aprietos al principio del juicio cuando la fiscalía lo acusó de intimidar a Burzaco al realizar un gesto con los dedos por el cuello. Su abogado dijo que solo se estaba rascando el cuello, pero la jueza Pamela Chen se lo tomó en serio y le impuso restricciones a su arresto domiciliario.

Un testigo describió un archivo en el que se anotaban los sobornos a Napout, incluyendo entradas para un concierto de Paul McCartney valoradas en más de 10.000 dólares.

Cuando la defensa puso en duda que el concierto se hubiese realizado, el gobierno citó a declarar al músico y actor Kevin Jonas, quien había estado en ese concierto como espectador.

Otro colaborador de la fiscalía, el empresario brasileño José Hawilla, aceptó utilizar un micrófono para que el FBI grabara conversaciones, que fueron escuchadas en el juicio. Una fue una conversación que tuvo con Marin en 2014, en la que según la fiscalía el dirigente negoció un soborno diciendo, “ya es hora de que me toque algo, ¿no es así?”.

Hawilla respondió: “Por supuesto. Hay que darte el dinero”.

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