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Mientras se prepara para enfrentar a Sergey Kovalev, Canelo Álvarez quedó envuelto en una trama de telenovela

Canelo Alvarez in September 2018.
Canelo Álvarez en septiembre de 2018.
(Hayne Palmour IV / San Diego Union-Tribune)
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“Blade Runner”, “The Dark Knight Rises”, “Catch Me If You Can”: se han filmado muchas películas en Union Station, un sitio clave en Los Ángeles.

El miércoles, la máxima telenovela del boxeo, protagonizada por Canelo Álvarez, llegó a la estación ferroviaria central de Tinseltown, para anunciar la próxima pelea del mexicano, el 2 de noviembre, contra Sergey Kovalev.

El escenario de la conferencia de prensa inicial fue un telón de fondo apropiado para discutir la impredecible trayectoria profesional del púgil, mientras miles de angelinos subían a trenes y vagones contemplando las suyas propias.

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Álvarez, quien es por naturaleza peso mediano, sorprendentemente subirá dos divisiones para probar su fuerza desafiando al campeón semipesado de la OMB, Kovalev, incluso cuando todavía tiene asuntos pendientes con un archienemigo, Gennady Golovkin, después de dos decisiones muy disputadas.

El dramático camino que eventualmente llevó a Álvarez hasta Kovalev pareció por momentos un descarrilamiento.

Poco después de que Álvarez (52-1-2, 35 nocauts) derrotara a Daniel Jacobs, el fin de semana del Cinco de Mayo, su carrera fuera del ring entró en caos.

Su relación y trato con Golden Boy Promotions en los últimos meses convirtió a Oscar De La Hoya en una especie de antagonista de su guión personal.

Canelo Álvarez publicó el 15 de mayo que se ha inscrito en un programa en el que será examinado continuamente después de dar positivo en dos ocasiones a pruebas antidoping este 2018.

May. 15, 2018

Álvarez guardó silencio todo el verano, pero sus acciones en las redes sociales verbalizaron su descontento. Él y De La Hoya hicieron su primera aparición pública juntos este miércoles para calmar cualquier preocupación sobre su relación y trabajar codo a codo en la promoción de la próxima pelea.

Álvarez, quien firmó un contrato récord por 10 peleas y $365 millones el año pasado con DAZN, el servicio de transmisión que emitirá la pelea contra Kovalev, afirmó que está satisfecho de sí mismo por apoyar su postura de negocios en los últimos meses, mientras todo parecía agitarse mucho a su alrededor. “Me hace sentir muy orgulloso; soy alguien que viene de la nada y que no sabe nada. En la vida he aprendido muchas cosas, y una de ellas es esta”, aseguró Álvarez, vestido con un traje Dolce & Gabbana, desde una pequeña habitación trasera en Union Station.

El promotor de Canelo Álvarez informó que el excampeón de dos divisiones diferentes rechazó la oferta de Gennady Golovkin de una bolsa de 50/50 y que busca un duelo ante Daniel Jacobs para el 15 de septiembre.

Jun. 6, 2018

“Oscar y yo siempre hemos trabajado bien juntos”, agregó el boxeador. “Creo que somos un equipo y tenemos que hacer las cosas juntos para que todo salga como se supone... En ese momento, sentí que mis manos estaban atadas y que no se había hecho nada para manejar mejor esta negociación. Así son las cosas, y así es como se hacen los negocios. Sólo tenemos que superar lo que sea, y seguir adelante”.

Álvarez, de 29 años, se molestó con una serie de acontecimientos gestados desde al menos finales de mayo. En primer lugar, Golden Boy fracasó en organizar a tiempo un encuentro para que Álvarez mostrara sus habilidades en su acostumbrada fecha cercana al Día de la Independencia de México. Álvarez quería enfrentarse con Kovalev el 14 de septiembre, pero los números nunca se pusieron de acuerdo. Luego, las negociaciones volvieron a ser problemáticas porque Álvarez tenía una pelea de defensa obligatoria contra Sergiy Derevyanchenko por el cinturón de la FIB, que ganó de Jacobs. Después de que Golden Boy excediera la fecha límite del cuerpo sancionador, Álvarez fue despojado de su título, y enfurecido, apeló a Twitter para expresar su desdén, diciendo que no “tenía conocimiento del acuerdo que [Golden Boy] había firmado”.

A medida que pasaron los meses, Álvarez desistió de todos los oponentes potenciales que le proponían, principalmente a Golovkin (que peleará contra Derevyanchenko por el cinturón vacante de la FIB).

Incluso después de que se anunciara su pelea, el viernes pasado, Álvarez siguió retuiteando comentarios despectivos contra De La Hoya hechos por su colega y compañero de entrenamiento Ryan García, quien también mantuvo una disputa con Golden Boy -que desde entonces se resolvió con un acuerdo por varios años, anunciado minutos antes de la reunión del miércoles-. Desde entonces, García dio marcha atrás, eliminó sus tuits -y, por lo tanto, los retuits de Álvarez- y será parte del evento principal de Canelo, enfrentándose contra Romero Duno en noviembre.

Este miércoles, a Álvarez se le preguntó si él y De La Hoya siguen siendo buenos amigos. El boxeador respiró hondo, dudó en contestar, luego tartamudeó con entusiasmo hasta llegar a un “sí”, antes de mirar hacia otro lado.

Cuando Los Angeles Times le mencionó a Álvarez su informe y entrevista, el lunes, con De La Hoya, en la cual el promotor dijo: “Con seguridad verán a Canelo y GGG pelear el próximo año”, Álvarez dirigió un golpe hacia su jefe y aplastó cualquier indicio de una tercera pelea con Golovkin, después de que su primera vez -en 2017- con el luchador kazajo se descartó como empate, y la segunda -en 2018- fue una disputada decisión mayoritaria a favor de Álvarez.

“Oscar dice muchas cosas que no tienen sentido”, remarcó Álvarez. “Gennady Golovkin no representa nada para mí en este momento. Viene de pelear prácticamente con un don nadie. Es un desafío que enfrenté ya en nuestras dos peleas… Para mí, hemos terminado”.

De La Hoya no es ajeno a las peleas dentro y fuera del ring. Demandó al líder de Top Rank, Bob Arum, a principios de siglo, para liberarse de su contrato con el promotor antes de dar vuelta la página en su carrera del Salón de la Fama.

“¿Qué tal estos últimos meses?”, sugirió un exasperado De La Hoya mientras entraba en una habitación llena de periodistas. “Ha sido estresante, pero de esto se trata el boxeo. Cuando tienes la mira en la espalda y todos te persiguen, tienes que luchar. ¿Quién mejor que yo? Ningún otro promotor se ha atado los guantes en su vida.

“La [relación] entre un boxeador y un promotor es como un matrimonio. Hay pequeñas peleas y escaramuzas aquí y allá. Pero en conclusión, se aman. Eso es el boxeo. Es un deporte con altibajos. Hay que morderse la lengua y tener mucha paciencia... Canelo está con nosotros. Él estará con el equipo de Golden Boy por muchos años más”.

Los golpes y la teatralidad fuera del ring han cesado, al menos por ahora.

Álvarez puede enfocarse en la lucha real que tiene pendiente, contra Kovalev (34-3-1, 29 nocauts), quien a los 36 años de edad ya pasó su mejor momento, pero aún es dueño de un golpe poderoso y sirve como una dura prueba.

“Siempre sentí que soy el mejor, toda mi vida. Eso me ha llevado a donde estoy hoy, y me llevará a donde quiero ir”, reflexionó Álvarez. “Las cosas pasan por una razón. Soy un luchador y sé que debemos ser pacientes. Todo en la vida tiene solución”.

Dondequiera que la vida y la carrera de Álvarez lleguen después de Kovalev, los fanáticos seguramente estarán atentos. Muchos sólo esperan que el plato fuerte del próximo año sea la trilogía con Golovkin, y no el comienzo de una nueva franquicia.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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