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El portero del LAFC, Pablo Sisniega, recuerda sus días de futbol callejero; apoya arreglo de cancha en LA

Pablo Sisniega

El portero del LAFC reflexiona sobre su largo camino para convertirse hoy en uno de los jugadores más importantes del onceno angelino en busca de un título en la MLS

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La MLS arrancó su preparación con la pretemporada de cara al 2021, de lo que se espera sea un año sin contratiempos debido a la “casi controlada” pandemia de COVID-19 en Estados Unidos. El 2020 fue un año para el olvido, no solo a nivel deportivo, pero en casi todos los aspectos sociales debido a lo que ocasionó el coronavirus.

Sin embargo, para el LAFC, este es otro nuevo inicio en el que la meta es mejorar el logro del Supporters’ Shield que alcanzó en 2019 y para eso el onceno Oro y Negro espera contar no solo con el potente ataque del equipo, sino también con la seguridad del portero mexicano Pablo Sisniega.

Sisniega, quien llegó a Los Ángeles en 2019, jugará su tercera temporada con el LAFC, en donde espera afianzarse como uno de los elementos más importantes de la escuadra de Bob Bradley. Según el jugador, este año se siente más fuerte que nunca, pues desde que inició su carrera como futbolista se ha librado de situaciones que lo pudieron haber marginado del deporte.

A sus 25 años, el camino de Sisniega al profesionalismo fue duro, por lo que reflexiona todo lo que vivió incluso como niño mientras descubría su pasión por el deporte mientras practicaba el futbol callejero, además recuerda su eventual paso por Europa con la Real Sociedad.

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“Cuando viví en México siempre jugábamos todos los días, en la escuela, en el recreo, cuando llegabas a tu casa… a la final es ahí donde desarrollas esa pasión por el futbol que cuando vas a entrenar con el equipo”, dijo Sisniega a LA Times en Español. “Lo viví de una manera en el que poníamos los tenis para ser portería o con la botella de Pepsi o algo así (risas). Lo que fuera, era un balón y con tal de jugar futbol se hacía lo que sea”.

El recordar ese trayecto de su vida lo motivo a unirse con su equipo para arreglar una cancha a nivel local, la 32nd Street USC Performing Arts Magnet, que les permitirá a muchos jóvenes practicar el deporte de una mejor manera a la que él hizo.

“Es super importante que Pepsi y LAFC hagan esta sociedad para que puedan ayudar a todas estas familias hispanas, que puedan desarrollarse con el futbol y encontrar oportunidades de salir un poco de su zona de confort”, dijo el portero. “Es una muy buena iniciativa para armar esas canchas y que puedan jugar futbol”.

Sisniega dijo que jugó en varias posiciones desde chico, pero pronto se daría cuenta que la portería sería su camino.

“Cuando era chiquito jugaba todas las posiciones y cuando llegué a Chivas de ocho o nueve años, me dijeron que no había portero. Me vieron y me dijeron que era ‘bastante bueno’, me quedé y de ahí entré a las fuerzas básicas. El delantero tiene más gloria que un portero, pero bueno ya, es mi posición y no la puedo cambiar… cuando te ponen de portero ya de ahí no te sacan (risas)”.

Las lesiones y su suerte

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Sisniega vivió 14 años en México y luego tres años en Filadelfia antes de viajar a España, en donde comenzó su carrera. Durante su tiempo en Estados Unidos, la Real Sociedad y el Union de Filadelfia trataron de hacer un acuerdo entre ellos para promover jugadores y aunque eso no se materializó, Sisniega tuvo una invitación por parte del equipo español para un torneo de Semana Santa en San Sebastián.

En el torneo, el oriundo de la ciudad de México tuvo una buena participación hasta que sufrió una dura lesión que no le permitió continuar.

“Me rompieron la nariz y la mandíbula”, recordó. “Dije: ‘se me acabó mi sueño de ir a Europa y creo que les di lastima y me invitaron a estar un año más a prueba ahí. Lo hice bien, estuve jugando en un equipo prestado y entrenando con la Real Sociedad hasta que cumplí los 18 años de edad, que es cuando firmé con ellos. La verdad estoy muy agradecido y contento porque fue una gran experiencia para mí”.

Al firmar el contrato con el equipo, tuvo un buen de par de años y una lesión del hombro lo tuvo hasta 18 meses sin jugar. En su regreso a la portería, en apenas su “primer o segundo partido”, recibe un golpe que no solo lo alejó una vez más de las canchas, sino que también casi le cuesta la vida.

A pesar de todo, Sisniega se considera con mucha suerte.

“En una salida a buscar el balón recibí un golpe que me reventó el bazo y estuve a punto de perder la vida”, recontó Sisniega. “Fue otra lesión muy traumática en la que estuve 15 días en el hospital. Cuando pasa todo eso digo ‘oye, tengo que buscar algo diferente porque no se me están dando las cosas aquí en España’”.

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