Una victoria contundente no puede enmascarar los problemas reales de Dodgers con su bullpen y su defensa

Los Yankees de Nueva York de 1927 nunca perdieron 10 veces en un tramo de 13 partidos. Tampoco lo hicieron los Red de Cincinnati de 1975.

Cualquier referencia sobre estos Dodgers como el mejor equipo de la historia puede ser puesta en espera hasta el próximo año o algún tiempo después.

No importa su victoria por 16-4 sobre los Brewers de Milwaukee el domingo, que fue solo su cuarta victoria en 14 partidos. Los Dodgers tienen problemas serios.

Y si no los resuelven en los próximos meses, no habrá un segundo campeonato consecutivo de la Serie Mundial.

No habrá desfile.

Abusar de un lanzador que debuta en las grandes ligas, como lo hicieron con el abridor de los Cerveceros, Alec Bettinger, en su final de serie en el American Family Field, no cambió nada de eso.

Su bullpen sigue siendo poco fiable, su banquillo carece de armas, su defensa es inestable y su ofensiva está volviendo al enfoque de todo o nada que mostraba antes de adquirir a Mookie Betts.

La ofensiva se recuperará cuando Betts y Corey Seager vuelvan a batear. ¿Pero las otras áreas? Esas podrían requerir ayuda externa.

A largo plazo, el problema más evidente está en el bullpen.

Kenley Jansen sigue siendo el cerrador del equipo, pero básicamente está haciendo el trabajo a tiempo parcial. Significativamente más efectivo con una carga de trabajo aligerada, Jansen no ha lanzado en días consecutivos desde que implosionó en Oakland en la primera semana de la temporada.

La limitada disponibilidad de Jansen es un obstáculo para el manager Dave Roberts, pero lo será aún más en octubre.

Corey Knebel era el mejor relevista del equipo hasta que se lesionó de nuevo, esta vez con una distensión del latón derecho que lo tiene en la lista de lesionados de 60 días. El regreso de David Price al bullpen ha producido resultados mixtos y ha llevado al exganador del Premio Cy Young a la lista de lesionados de 10 días. El bateador Brusdar Graterol y Tony Gonsolin también están marginados.

Los Dodgers camuflaron sus deficiencias en el bullpen el año pasado desplegando a Julio Urías como titular y como relevista en la postemporada. Eso podría no ser una opción este año, ya que Urías está asumiendo una responsabilidad considerablemente mayor en la temporada regular. Está en camino de hacer más de 30 salidas.

El titular que parece más capaz de contribuir como relevista, Dustin May, fue sacado de un juego el sábado con lo que parecía una grave lesión en el brazo.

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Highlights from the Dodgers’ 16-4 win over the Milwaukee Brewers on Sunday.

Si los problemas en el bullpen eran predecibles, la debilidad de la banca es algo sorprendente, teniendo en cuenta la capacidad del presidente de operaciones de béisbol Andrew Friedman para encontrar valor en los márgenes de las listas. Zach McKinstry parecía un jugador de verdad antes de caer por una lesión muscular lateral y Matt Beaty ha sido productivo en sus primeras 30 apariciones en el plato, pero el banquillo está poblado de outs automáticos.

El regreso de un Cody Bellinger marginado es poco probable que beneficie al cuerpo de bateadores suplentes del equipo, ya que moverá a Chris Taylor del outfield a la segunda base y a Gavin Lux, de .190 de bateo, de la segunda base a la banca, si no al sitio alternativo del equipo donde se ejercitan los suplentes.

Los Dodgers también han sido uno de los peores equipos defensivos en el béisbol, ya que se ubican cerca del fondo en varias métricas. Seager ha lucido particularmente limitado en el shortstop. Nunca ha sido un contendiente al Guante de Oro, pero los Dodgers lo habían convertido en un defensor adecuado en temporadas anteriores al posicionarlo donde los bateadores contrarios son propensos a batear.

Al preguntársele si el alcance de Seager ha disminuido o si los Dodgers no lo están ubicando en los lugares correctos, Roberts respondió: “Sé que los números, en cuanto a carreras salvadas y demás, han bajado. No creo que sea una muestra pequeña. Sé que Corey espera mejorar. Lo hará. No creo que sea el posicionamiento. Pienso que es un buen defensor en el campo corto. Lo ha demostrado”.

“Creo que hay algunas cosas que han sucedido, al dejar caer la pelota, estos son solo una especie de valores atípicos que han pasado en esta tormenta perfecta que se ha presentado en las últimas semanas”.

Irónicamente, la mayor debilidad del equipo durante su reciente caída es la más solucionable.

“Nuestra ofensiva ha tenido problemas, sin duda”, dijo el jardinero AJ Pollock.

El bajón de 3-10 del equipo coincidió con las caídas de sus dos mejores bateadores: Betts bateó .234 en ese período y Seager .192.

Betts se perdió cerca de una semana el mes pasado con una lesión en la espalda. Ha bateado .217 desde entonces, aunque pegó un jonrón el sábado y fue robado de un par de hits por el tercera base de los Brewers, Pablo Reyes, el domingo.

Cuando se le preguntó después del partido del sábado si sus problemas de espalda afectaron su swing, Betts respondió: “Hoy fue probablemente el mejor día hasta ahora”.

Eso no fue un no.

Mientras Betts se recupere físicamente y Seager redescubra su ritmo ofensivo, los Dodgers volverán a anotar carreras, aunque no se enfrenten a un novato que no había lanzado en un partido oficial en dos años. Eso, combinado con la mejor rotación de las mayores, debería ser suficiente para que ganen otro título de división.

Excepto que el éxito aquí se define por un campeonato de la Serie Mundial, y la realización de esta ambición más grande requerirá que se centren en los pequeños detalles - su lanzamiento de relevo, su juego milimétrico, su defensa. Tienen cinco meses para resolverlo.

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