La competencia de Skills Challenge del Juego de Estrellas no es un clásico, pero es un comienzo
La competencia de habilidades MLS All-Star es un trabajo en progreso que se hizo para la televisión, pero la colaboración con la Liga MX tiene mucho potencial.
Si el noviazgo entre las dos principales ligas de futbol de Norteamérica conduce a propuestas serias en los próximos años, esta semana puede recordarse como aquella en la que el romance se volvió serio.
La Major League Soccer, con 27 equipos en los EE.UU. y Canadá, y la Liga MX, con 18 equipos en México, han estado en numerosas competiciones a lo largo de los años, la mayoría de las cuales terminaron con México ganando. Pero las actividades entre ligas de esta semana en el Banc of California Stadium, que comenzaron con el desafío de habilidades del martes y concluirán el miércoles con el primer juego MLS-Liga MX All-Star, es la colaboración más grande e íntima entre los dos.
Eso es porque involucra a jugadores individuales, no equipos, jugando por orgullo y alegría y no por el nombre de la parte delantera de sus camisetas. Muchas aventuras apasionadas han surgido de mucho menos.
El desafío de habilidades del martes emparejó a ocho jugadores, dos porteros y seis jugadores de campo, de cada liga en cinco eventos, desde pases hasta disparos y golpes en los travesaños. La Liga MX ganó cuando Jonathan Rodríguez, de Cruz Azul, rompió un empate 25-25 al golpear el larguero con un disparo lejano.
Y créame, no necesita saber más que eso.
La competencia hecha para televisión, que pasó dos horas luchando sin éxito para justificar su existencia, fue difícil de seguir en persona. Eso probablemente contribuyó a la pequeña multitud de alrededor de 5,000, que no tuvo problemas para distanciarse socialmente en el estadio de 22,500 asientos. Se espera una multitud más grande, una que aún no se agotará, para el partido del miércoles entre la MLS y la Liga MX All-Stars.
Se suponía que el formato debutaría el verano pasado, pero fue cancelado por COVID-19. Su renovación marca una oportunidad para que la creciente sinergia entre las dos ligas salga de las salas de juntas y de los equipos a jugadores individuales, quienes en última instancia, con su juego, determinarán el futuro de la relación.
“Estamos muy emocionados por ello”, dijo Alex Roldan, de Seattle Sounders, un jugador de la selección nacional salvadoreña. “Esto proporciona un nuevo desafío para algunos jugadores”.
Los últimos juegos All-Star enfrentaron a jugadores de la MLS contra equipos europeos como Atlético de Madrid, Bayern Múnich y Manchester United, que habían venido a Estados Unidos para el campo de entrenamiento de pretemporada. Esos juegos eran exhibiciones en todo el sentido de la palabra y los jugadores los trataban de esa manera.
Pero la rivalidad futbolística de larga data, y a veces amarga, entre Estados Unidos y México agrega un poco de sabor a esta competencia, una que los jugadores se están tomando en serio.
“Esa rivalidad solo está mejorando, solo continúa creciendo. Creo que es genial para la liga”, dijo el hermano mayor de Roldan, Cristian, capitán del equipo de la MLS. “Cada vez que pones a los mejores jugadores o los mejores equipos entre sí, ves futbol de calidad. Eso es lo que todos estamos esperando “.
El defensor de Nashville, Walker Zimmerman, compañero de Cristian Roldan en el equipo estadounidense que ganó la Copa Oro este mes, agregó: “Hay mucho en juego con esa rivalidad. Definitivamente significará algo. Este será un partido competitivo con muchos derechos de fanfarronear”.
Los dos mayores atractivos de la semana estuvieron ausentes del equipo de la MLS tanto para el desafío de habilidades como para el Juego de Estrellas, las exestrellas de la selección nacional mexicana Carlos Vela de LAFC y Javier “Chicharito” Hernández del Galaxy. Ambos estaban arañados por las lesiones.
El defensa del Santos Laguna Matheus Dória, un All-Star de la Liga MX, dijo que el juego es “algo realmente genial ... realmente importante”.
Ser elegido para jugar en el primero, dijo, fue un privilegio.
“Sabiendo que estamos entre los mejores de nuestro país frente a los mejores de EE. UU., El reconocimiento es agradable y demuestra que estamos haciendo bien nuestro trabajo”, dijo. “Nos motiva a seguir trabajando duro y poder participar en eventos y juegos de este tipo”.
El centrocampista Fernando Gorriarán, club del Dória y compañero de la Liga MX, estuvo de acuerdo.
“Es una recompensa por los esfuerzos realizados durante todo el año. Representar a la liga es importante para nosotros”, dijo.
Para los Roldan también. Los hermanos de Pico Rivera jugaron juntos en El Rancho High, ganando el título regional del sur de California, y ahora son compañeros de equipo de los Sounders de Seattle, jugando en un ganador de la Copa MLS en 2019. Pero jugando juntos en un equipo MLS All-Star, en su ciudad natal, puede superar todo eso.
“Es una gran historia. Poder compartir el escenario de nuestro primer Juego de Estrellas es muy especial”, dijo Cristian, quien se apresuró a conseguir boletos para el juego del miércoles para 15 amigos y familiares. “Luego, en segundo lugar, jugar contra otro equipo All-Star es diferente; es nuevo.”
“Crecimos juntos, jugamos el deporte en el mismo club y ahora estamos aquí contra algunos de los mejores jugadores de la nación e incluso del mundo”, agregó Alex.
“Estamos absorbiendo todo lo que podemos”.
Y aunque el desafío de las habilidades probablemente no sea grande para este mundo, si el Juego de Estrellas se convierte en un elemento básico del verano, la exhibición del miércoles podría resultar histórica, ya que ayudó a llevar el romance transfronterizo a un nuevo nivel.
“Como jugadores, quieren ser parte de una historia. Eso es algo que todos apreciamos”, dijo Cristian Roldan. “Así que creo que este es un gran evento por esa razón”.
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