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Maribel Flores, de USC, agradece a México aprendizaje y experiencia en Mundial Sub-20

Maribel "Mary" Flores ha representado a México desde los 16 años.
(Cortesía USC)

Flores, delantera de USC nacida en Fullerton, eligió jugar con México desde los 16 años como agredecimiento a los sacrificios de su familia

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La árbitra rumana Luliana Demetrescu dio el silbatazo final en Bogotá, Colombia. El partido de vida o muerte había terminado en el Mundial Sub-20.

La selección mexicana había venido de atrás dos veces para empatar 2-2 a Estados Unidos en los octavos de final, pero no fue suficiente. En tiempo extra Jordynn Dudley anotó al 97 para darle el triunfo al equipo estadounidense por 3-2 y eliminar a su archirrival de la zona.

Al escuchar el silbatazo final del partido, la jugadora de USC y México, Maribel Flores, sintió una inmensa tristeza pues la aventura mundialista había culminado para su selección, la que ha defendido desde los 16 años cuando fue descubierta en Surf Cup de San Diego por visores del equipo mexicano.

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“Estaba triste, pero eso sucede en el fútbol. Estaba orgullosa por mis compañeras porque se esforzaron muchísimo en ese partido, y lo dieron todo. Es lo único que le puedes pedir a tus compañeras”, expresó Flores, 19, nacida en Fullerton, California.

México, dirigido por Ana Galindo, inaugurará el Mundial Sub-20 este sábado, 31 de agosto, ante Camerún en Bogotá

Ago. 30, 2024

Otras de sus compañeras de México se abrazaron con sus propias rivales, de Estados Unidos, pues muchas de ellas se conocen a través de enfrentamientos en la exigente Division I de la NCAA.

“Es un rival que nos gusta enfrentar”, dijo Flores sobre el duelo ante Estados Unidos. “Es un partido muy especial para nosotras. Siempre quieres ganarles”.

El duelo representaba la máxima rivalidad en Concacaf en esta categoría también. Flores, una goleadora con mucha precisión y buen sentido de ubicación, estuvo en el equipo mexicano que perdió una final Sub-17 de Concacaf ante Estados Unidos y el año pasado, en el Premundial Sub-20, cuando el conjunto mexicano venció al equipo estadounidense en la final.

La delantera de México Maribel
La delantera de México Maribel Flores (I) y la delantera de Colombia Sintia Cabezas luchan por el balón durante el partido de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2024 entre México y Colombia en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, Colombia, el 6 de septiembre de 2024.
(JAIME SALDARRIAGA / AFP via Getty Images)

En términos generales, la participación de México en este Mundial fue de altibajos. México empató 2-2 ante Camerún en el debut, tras ir 2-0 arriba; luego venció a Australia por 2-0 y perdió ante la anfitriona Colombia por 1-0 en el último partido de la fase de grupos, antes de caer en la segunda ronda del torneo.

En ese primer partido del Mundial Sub-20 ante Camerún, Flores inició como titular, algo que no estaba segura de hacer, pues tuvo un desgarre de meniscos en mayo y estuvo en riesgo su participación mundialista. En el segundo encuentro de la fase de grupos, ante Australia, también fue titular. Contra Colombia y Estados Unidos fue suplente.

“Estoy muy agradecida por la oportunidad de representar a México. Es una bendición, te quedas con todo lo bueno y hay mucho aprendizaje también”, expresó Flores a LA Times en Español. “Ir a un torneo así no es fácil. Te preparas meses y años”.

Maribel Flores, nacida en Fullerton, eligió jugar para México desde los 16 años.
(Cortesía Drake Lee/USC Athletics)

A lo lejos, sus abuelos nacidos en México, Maribel y Óscar, la vieron por televisión con mucho orgullo. Para Flores, el jugar con México fue una forma de agradecerles todo el sacrificio que sus abuelos hicieron por ella al venir a este país.

“Estaba orgullosa de representar a mi familia, de dónde ellos vienen”, indicó Flores, cuyo agradecimiento también viene al recordar aquellas largas jornadas de campeonatos en las que sus abuelitos y su mamá la llevaban de torneo a torneo mientras jugaba en Fullerton Rangers, Strikers South y Slammers Newport.

Desde que Flores jugaba a nivel de clubes en el sur de California, su mamá sabía que tenía una hija muy especial, pues anotaba muchos goles en todos los equipos en los que participaba. En parte, tiene el fútbol en los genes, pues su papá Jesús Flores fue un jugador profesional. Su mamá, Edith López, jugó para Fullerton High.

Maribel Flores (15) fue declarada como la mejor jugadora de primer año universitario el año pasado con USC.
(Cortesía Drake Lee/USC Athletics)

“Su sueño es jugar con la selección mayor de México”, dijo López, quien se dio cuenta que su hija era muy competitiva desde los nueve años de edad. Al poco tiempo comenzaron a llegar viajes, así como torneos en Texas y Hawái.

“Nunca estábamos en nuestra casa”, recordó Flores sobre su desarrollo como futbolista amateur.

Antes de jugar con USC, se había comprometido a jugar con Stanford, pero después eligió a las Trojans para tener un mejor balance de sus estudios y el fútbol.

La elección comenzó a dar frutos en su primer año universitario, pues anotó seis goles y tuvo cinco asistencias en la primera temporada, lo que ayudó a ser elegida Pac-12 Freshman of the Year (Jugadora del Año en Primer Año Universitario).

“El jugar muchos minutos en mi primer año, fue muy bueno para mi confianza”, aceptó Flores, una estudiante de periodismo deportivo en USC.

En su segunda temporada con USC, Flores espera ganar la conferencia y avanzar lejos en el torneo nacional.

“Ella llegó a la universidad con muchos honores. ‘Mary’ es una jugadora que siempre tendrá un resumé grande, no es para ponerle mucha presión o algo así, pero siempre hay expectativas grandes porque es una jugadora especial”, dijo la entrenadora de USC, Jane Alukonis. “Ella anota muchos goles y todas sabemos eso sobre ella. Viene con su diferente tipo de juego, es alguien busca que busca ese gol decisivo”.

Para Alukonis, la experiencia de jugar en un Mundial Sub-20, especialmente para una jugadora de segundo año universitario como Flores es importante. Durante los viajes de las Trojans, sus compañeras seguían sus juegos por teléfono y la apoyaban a la distancia.

“Les digo que aprovechen esta oportunidad, cuando yo jugaba no había Mundiales Sub-17 y Mundiales Sub-20 a nivel femenil”, indicó Alukonis. “Un Mundial es el máximo sueño para cualquier jugadora. Es algo que si tienes nietos un día, se los vas a contar”.

Al final, los días de entrenamiento, sacrificio, disciplina y mucho trabajo están dando frutos para Flores.

“Ella se lo merece, pues ha trabajado muy duro para ello”, dijo López.

En el equipo de México Sub-20 que disputó el Mundial de esa categoría en Colombia también estuvieron tres jugadoras de UCLA: América Frías, Mariangela Medina y Valerie Vargas.

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