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Autoridades del estado critican la propuesta de implementar un curso de matemáticas en Cal State, citando preocupaciones de acceso

Protesters carrying signs
Manifestantes en contra de una propuesta que requeriría que los estudiantes completen un año adicional de métodos cuantitativos para la admisión a CSU.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)
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Una controvertida propuesta de la Universidad de Cal State que requeriría un cuarto año de cursos relacionados con matemáticas para la admisión fue objeto de fuertes cuestionamientos y, a veces, duras críticas el miércoles por parte de los principales educadores estatales y otros que dijeron que bloquearía injustamente a los estudiantes negros y latinos del sistema sin una garantía de que mejoraría las tasas de graduación.

Más de 90 grupos de justicia social, organizaciones educativas y líderes de distritos escolares y legislativos de todo el estado han expresado su oposición al plan, propuesto por primera vez en 2016 y acogido con entusiasmo por el canciller de CSU, Timothy P. White, como una forma de elevar los estándares y tasas de graduación, cerrar brechas de equidad de logros y preparar mejor a la futura fuerza laboral de California.

En la quinta audiencia de la junta este año sobre el tema, surgieron tensiones en el testimonio. La propuesta exige que las admisiones a CSU tomen un año adicional de matemáticas, ciencias u otros cursos cuantitativos, como informática o finanzas personales. En el centro del debate están las preguntas sobre el acceso educativo para los cientos de miles de estudiantes que solicitan y asisten al sistema universitario público de cuatro años más grande del país.

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“¿Qué es lo que se encontró en la investigación que muestre que este curso, más que cualquier otra cosa - es el ‘ingrediente secreto’ que mejorará las tasas de graduación y retención para los estudiantes que decimos que buscamos servir?”, preguntó Tony Thurmond, superintendente estatal de Instrucción Pública, ex miembro de la junta.

Grupos como la Asociación de Facultad de California, la Asociación de Maestros de California, grupos legislativos negros y latinos, y la Junta escolar unificada de Los Ángeles se han opuesto al cambio, argumentando que dañaría desproporcionadamente a los estudiantes negros y latinos y a los de familias de bajos ingresos debido a disparidades en el acceso a tales clases y la falta de maestros calificados.

Algunos críticos se manifestaron frente a la reunión de los fideicomisarios el miércoles, golpeando tambores y cantando: “Hey, hey, ho, ho admissions change has got to go” (“Hey, hey, ho, ho, el cambio de admisiones tiene que desaparecer”).

Su oposición ha continuado incluso después de que la propuesta fue revisada en las últimas semanas para retrasar la implementación en un año, hasta 2027, y para automatizar el proceso que eximiría a los estudiantes que no pudieran cumplir con el requisito porque sus escuelas carecen de los cursos necesarios.

“Las preocupaciones siguen siendo las mismas”, dijo Michele Siqueiros, presidenta de Campaign for College Opportunity. “Tenemos hoy una escasez de maestros en matemáticas y ciencias. Eso no se resolverá en seis años, o siete. Ya carecemos de oportunidades para completar [el curso] según la raza, según los ingresos”.

Siqueiros y otros también dijeron que no hay suficientes datos que vinculen específicamente un año adicional de cursos de razonamiento cuantitativo con mejores tasas de graduación.

Según el análisis de CSU, el 93% de los estudiantes admitidos ya cumplen con el requisito propuesto. De los alumnos que lo cumplen, el 24% se gradúa en cuatro años. De los que no cumplen con el requisito, el 15% se gradúa en cuatro años.

“Estos números simplemente no cuadran. No crean una base para un cambio tan dramático”, dijo la vice gobernadora Eleni Kounalakis, ex miembro de oficio de la junta.

“Esto sólo marcaría una diferencia muy pequeña y marginal en las tasas de graduación de 4 o 6 años, pero podría tener enormes implicaciones para la señal que estamos enviando a nuestros hijos acerca de a quienes realmente estamos dando la bienvenida”, dijo Kounalakis.

James Minor, vicecanciller asistente de CSU, ha dicho en repetidas ocasiones que la falta de un vínculo causal no es una razón para rechazar la propuesta, lo que, según él, eleva los estándares para todos los estudiantes y permite que más participen en carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).

“Ese nivel de estándar o evidencia simplemente no existe en la educación postsecundaria”, dijo Minor, ex subsecretario adjunto del Departamento de Educación de EE.UU.

“La verdadera igualdad es lo que alguien hace después de graduarse en su vida profesional”, dijo White sobre la propuesta en septiembre. “Para mí, hacer que más personas ingresen al campo que les interesa es una orden de equidad mucho más alta que simplemente, ¿tienen acceso por la puerta principal?”

El senado académico de CSU recomendó el cambio y reafirmó su apoyo en una resolución la semana pasada.

Sin embargo, los críticos del miércoles pidieron más análisis.

Elisha Smith Arrillaga, directora ejecutiva de Education Trust-West, un grupo de investigación sin fines de lucro centrado en la equidad educativa, dijo que quiere que CSU identifique las escuelas y los distritos que se verían afectados de manera dispar, crear un plan en colaboración con el Departamento de Educación de California para minimizar esos impactos, y considere alternativas antes de tomar esta política.

Los fideicomisarios tienen previsto votar la propuesta en enero.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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