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La saga legal de la ejecutiva de Huawei en Canadá se prolonga al mes de mayo

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EFE

La saga legal de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, se prolongará al menos hasta el próximo 8 de mayo después de que una jueza canadiense aceptase hoy postergar la vista de extradición hasta esa fecha.

La magistrada Heather Holmes, del Tribunal Supremo de la provincia canadiense de Columbia Británica, decidió hoy tras 15 minutos de sesión aceptar el acuerdo de la fiscalía y la defensa de Meng para celebrar la próxima vista de la causa el 8 de mayo.

El retraso permitirá a la defensa y la fiscalía preparar el caso que los abogados de Meng calificaron hoy de “inusual” y complejo, con implicaciones “políticas” que se extienden hasta el inquilino de la Casa Blanca, el presidente, Donald Trump.

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La referencia a Trump la realizó el abogado de Meng, Robert Peck, quien tras indicar a Holmes que el caso es inusual hizo mención a los “comentarios” realizados por Trump.

Peck se refería a las palabras pronunciadas por el mandatario en diciembre de 2018 en las que sugirió que usaría el arresto de Meng en Canadá y la petición de extradición, como herramienta en las negociaciones comerciales que Washington mantiene con China.

Los comentarios de Trump alimentaron la postura del Gobierno chino, que desde un principio ha criticado la detención de Meng, de la que considera que se han violado sus derechos como consecuencia de la “persecución política” que sufre Huawei, una de las principales empresas de tecnología de China.

Meng, que se encuentra en libertad bajo fianza y hoy asistió a la vista judicial, fue arrestada el 1 de diciembre de 2018 a petición de Estados Unidos cuando hacía escala en Vancouver (Canadá) de camino a México.

Las autoridades estadounidenses creen que Huawei y Meng cometieron fraude para violar las sanciones comerciales impuestas por Washington contra Irán.

Meng fue puesta en libertad el 11 de diciembre con una fianza de 10 millones de dólares canadienses (unos 7,5 millones de dólares estadounidenses) y está obligada a permanecer en una de las dos mansiones que posee en Vancouver.

Peck apuntó hoy que la defensa de Meng intentará evitar la extradición de la hija del fundador de Huawei a EE.UU. argumentando que el caso tiene motivaciones políticas y no legales.

“Surgen graves preocupaciones de la naturaleza legal y de los hechos”, afirmó Peck ante la jueza.

El Gobierno canadiense ha negado en todo momento que haya intervenido políticamente en el caso de Meng y ha señalado a las autoridades chinas que su sistema judicial opera de forma independiente al poder ejecutivo.

Eso no ha evitado que Pekín esté ejerciendo presiones sobre Ottawa para que intervenga en el caso, que ha provocado una grave crisis diplomática entre los dos países.

Tras el arresto de Meng, China detuvo a dos canadienses, el diplomático Michael Kovrig y el empresario Michael Spavor, bajo la acusación de poner en peligro la seguridad nacional china.

La agencia oficial de noticias de China, Xinhua, informó el lunes de que las autoridades chinas consideran que Kovrig robó secretos estatales con la ayuda de Spavor.

Después de que el 1 de marzo el Ministerio de Justicia canadiense autorizase que los tribunales del país iniciasen el proceso de extradición de Meng, las críticas chinas arreciaron.

Las autoridades chinas vincularon el caso con el escándalo que sacude al Gobierno canadiense por su supuesta interferencia política para favorecer a la mayor constructora de Canadá, SNC-Lavalin, que está acusada de corrupción.

El escándalo se centra en los intentos del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de evitar el enjuiciamiento criminal de SNC-Lavalin para evitar las repercusiones económicas de una posible condena a la empresa.

El Gobierno chino ha utilizado el escándalo para señalar que la independencia judicial en Canadá no es la que pretende el Ejecutivo de Trudeau.

Ayer, uno de los principales exportadores de colza de Canadá, Richardson International, denunció que China había prohibido sus exportaciones al país asiático en represalia por la crisis diplomática.

Canadá exporta cada año unos 2.500 millones de dólares de colza a China. Richardson es uno de los principales exportadores mundiales de colza, por lo que el veto chino afectará gravemente a la compañía y al sector agrícola canadiense.

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