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Columna: Otra semana de ataques de Trump a la inmigración y frontera

Presidente Donald Trump.
(NICHOLAS KAMM/AFP/Getty Images)

El presidente confunde emitiendo nuevas reglas de ciudadanía, amenazando con tomar tierras privadas, desviando fondos de desastre para el muro fronterizo

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El presidente confunde al emitir nuevas reglas de ciudadanía, amenazar con expropiar tierras privadas y desviar fondos de desastres para el muro fronterizo.

El presidente Donald Trump siempre se ha centrado intensamente en los asuntos fronterizos y de inmigración, pero la semana pasada aceleró a fondo.

El mandatario dio un paso adelante para negar la ciudadanía automática a los niños nacidos en el extranjero de algunos padres estadounidenses que están en el servicio militar o gubernamental. También ordenó la transferencia de fondos de socorro en casos de desastre para reforzar los controles fronterizos, justo cuando el huracán Dorian avanzaba hacia el sureste del país.

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Ya fue lo suficiente malo en 2011, cuando Donald Trump comenzó a propagar la teoría conspirativa de que el presidente Barack Obama no era nacido en los Estados Unidos.

Abr. 6, 2017

Según se conoció, también les dijo a sus asistentes que confiscaran la propiedad privada que fuese necesaria a lo largo de la frontera para construir el muro, y prometió indultar a quienes, por hacerlo, violaran la ley.

El enfoque de alto voltaje de Trump sobre la inmigración y la frontera no es nuevo. Aún así, estos últimos movimientos crearon ópticas desconcertantes.

El edicto de ciudadanía, que seguramente será desafiado, pareció casi una distracción de su intento mayor para detener la inmigración ilegal y restringir la inmigración lícita. La política existente no era un asunto problemático y no parecía molestar a nadie.

Donald Trump no inventó la mentira; ni siquiera es un maestro en el tema.

May. 13, 2017

Que apunte específicamente a los hijos de ciertos miembros del servicio de EE.UU y empleados gubernamentales en el extranjero es aún más desconcertante, y provocó una reacción inmediata. Los funcionarios de la administración afirman que el número de personas será pequeño, tal vez incluso un puñado cada año. Si ese es el caso, ¿para qué hacerlo?

Los pequeños nacidos de padres estadounidenses en otros países eran considerados “residentes en Estados Unidos” en el marco de la sección 320 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, y recibían la ciudadanía automática, tal como si hubieran nacido en territorio nacional. Al parecer, así seguirá en la mayoría de los casos.

Los números podrían parecer malos para un mandatario que buscará reelegirse...

Ago. 23, 2019

La nueva política generó mucha confusión acerca de quién se vería afectado por ella. Una abogada de inmigración de San Diego, Kathrin Mautino, le dijo a Kate Morrissey, del Union-Tribune, que impactará mayormente en los miembros inmigrantes de las fuerzas armadas que prestan servicios en el extranjero y que recientemente se convirtieron en ciudadanos naturalizados. Es probable que ellos enfrenten más obstáculos si quieren que sus hijos nacidos en el extranjero reciban la ciudadanía estadounidense.

En lugar de que sus descendientes obtengan la ciudadanía automática, los padres deberían solicitarla en nombre de ellos, un proceso que llevará más tiempo y dinero, y cuya aprobación no está garantizada.

Algunos críticos cuestionaron si la administración tiene autoridad para hacer esto. Lo único que parece fuera de discusión es que la cuestión desencadenará otra pelea en el ámbito inmigratorio.

El tema genera dudas en varios niveles. La relación de Trump con los líderes militares ha sido irregular, por decir lo menos (consideremos al ex secretario de Defensa James Mattis). Ciertamente esto no mejorará la situación, pero Trump rara vez parece preocuparse por herir susceptibilidades.

Los empleados diplomáticos pueden o no ser figuras empáticas a la vista del público, pero los miembros del servicio de EEUU -incluidos los inmigrantes- sí lo son. Para comprobarlo sólo basta con asistir a un evento en el que sean honrados en cualquier parte del país, por no hablar de la admiración entusiasta que se exhibe regularmente en el estadio Petco Park.

Mientras tanto, la medida para trasladar $271 millones asignados a asistencia por desastres y otras iniciativas de socorro, a los centros de detención de inmigrantes y control fronterizo es quizás el menos sorprendente de los giros de Trump la semana pasada.

Aún así, el momento pareció especialmente extraño, mientras el huracán Dorian ganaba fuerza y se dirigía hacia Florida. Antes de eso, Dorian había amenazado a Puerto Rico, un territorio estadounidense cuyos líderes son blanco regular de Trump.

El presidente considera que mostraron una falta de respeto al quejarse de que su gobierno no hizo lo suficiente para ayudar a la isla a recuperarse del mortal huracán María, en 2017.

El mandatario pareció molestarse también porque el territorio necesita asistencia regular después de los daños causados por las tormentas y los huracanes. “¡Guau! Otra gran tormenta se encamina a Puerto Rico. ¿Terminará esto alguna vez?”, preguntó Trump en Twitter.

“El Congreso aprobó $92 mil millones de dólares para Puerto Rico el año pasado, un récord histórico en su tipo para ‘cualquier sitio’” (una verificación de hechos realizada por Axios señaló que el Congreso aprobó $42.7 mil millones, mientras que The Washington Post informó que $14 mil millones habían llegado hasta ahora. El huracán María causó destrozos estimados en $90 mil millones en la isla).

Pero finalmente, Puerto Rico se salvó de Dorian.

Si el huracán azota con fuerza a Florida, ese estado con seguridad recibirá mucha asistencia. Dejando a un lado el posible daño al complejo Mar-a-Lago, de Trump, en Palm Beach, el mandatario se asegurará de desplegar un gran esfuerzo de recuperación en un estado que tiene 29 votos electorales que le serán de gran necesidad el próximo año para ganar la reelección.

Esta no fue la primera vez que Trump ha contemplado redirigir dinero para la seguridad fronteriza. En enero pasado ya había hablado de emplear fondos de asistencia por desastres para la construcción de su extenso muro fronterizo. También ordenó la transferencia de miles de millones de dólares en fondos del Pentágono para el proyecto.

Trump ha maniobrado poderosamente para construir esa barrera, pero hasta ahora se vio obstaculizado por los demócratas del Congreso. Aparentemente llevó ese intento a un nuevo nivel al decirles a sus asistentes que confisquen la propiedad privada necesaria para el proyecto, y prometió indultarlos por violar la ley al hacerlo.

Después de que salió a la luz el informe, los asesores presidenciales afirmaron que el líder sólo estaba bromeando. Los críticos consideraron que ofrecer indultos en tales circunstancias podría ser un delito en sí mismo.

Trump prometió durante su campaña de 2016 que se construiría el muro, y no ha cumplido. Ahora parece listo para hacer lo necesario en pos de finalizarlo, o al menos de lograr un fuerte avance, de cara a las elecciones de 2020.

Lo que todo esto significa para sus posibilidades de reelección no está claro. Seguir impulsando el muro y tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal es popular en algunos sectores. ¿Pero robar propiedad privada y quitarle los derechos de ciudadanía a los hijos del personal militar?

Es difícil comprender cómo incluso su base de seguidores podría entusiasmarse con eso.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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