El número de estudiantes de último año de preparatoria ‘enganchados’ con el vapeo aumentó más del doble en el último año

Mientras los funcionarios de salud pública luchan por comprender una misteriosa afección pulmonar vinculada con los cigarrillos electrónicos, una nueva encuesta de adolescentes estadounidenses sugiere que el comportamiento relacionado con la enfermedad mortal ha crecido a un ritmo histórico.

En una encuesta anual de estudiantes de preparatoria de EE.UU, el 14% de los alumnos de 12º grado reconocieron haber usado un cigarrillo electrónico para “vapear” marihuana al menos una vez en el último mes. Es casi el doble de la cifra del año anterior, cuando el 7.5% de los estudiantes de último año de preparatoria habían reconocido vapear marihuana en los últimos 30 días.

En los 44 años que los estudiantes de 12° grado han compartido detalles de su consumo de tabaco, drogas y alcohol con investigadores de salud pública, sólo una sustancia se ha arraigado más rápidamente: la proporción de alumnos de último año de preparatoria que habían usado un cigarrillo electrónico para inhalar nicotina en el mes anterior saltó del 11% en 2017 a casi el 21% en 2018.

Los nuevos hallazgos provienen de una encuesta nacional de más de 40.000 chicos de octavo, décimo y duodécimo grado, inscritos en 396 escuelas públicas y privadas de todo el país. Realizado por la Universidad de Michigan y financiado por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, el informe anual Monitoring the Future está diseñado como una instantánea anual del consumo de drogas y alcohol entre los adolescentes estadounidenses.

La encuesta indagó sobre el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas durante décadas. En los últimos años, se les preguntó a los estudiantes sobre hábitos más nuevos, como el abuso de opioides y el vapeo. Las respuestas -proporcionadas de forma anónima- constituyen un punto de referencia para detectar qué tan rápido crecen estas tendencias, y si están respondiendo a iniciativas de salud pública.

En su encuesta de 2019, los investigadores incluyeron una pregunta sobre el vapeo diario de marihuana; el 3.5% de los estudiantes de 12° grado y el 3% de los de 10° grado afirmaron que lo hicieron. A partir de este año, casi la mitad de todos los alumnos de 12° grado reconocieron que habían intentado vapear al menos una vez.

La rápida aceptación de los cigarrillos electrónicos por parte de los adolescentes -un grupo demográfico que prácticamente había abandonado el tabaco y para quien la compra de productos de vapeo es técnicamente ilegal- remodeló el panorama de riesgo entre los jóvenes estadounidenses. También revivió una adicción a la nicotina que estaba a punto de desaparecer en su grupo etario, y podría estar aumentando el uso de marihuana, una droga que ya es usada al menos una vez al mes por aproximadamente uno de cada cinco estudiantes de preparatoria.

Los investigadores médicos no están seguros acerca de los efectos a largo plazo en la salud de la adicción a la nicotina en una población de usuarios jóvenes en rápido crecimiento. Tampoco de cuánto el vapeo de marihuana está ampliando el uso de una droga que se relaciona con el bajo rendimiento académico y el empeoramiento de la salud mental.

“Pero realmente no quiero que esta generación de niños sean los que nos lo hagan descubrir”, afirmó el Dr. Wilson Compton, subdirector del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas, o NIDA (por sus siglas en inglés).

Los expertos en salud pública están divididos acerca de permitir que los cigarrillos electrónicos permanezcan en el mercado. Es casi seguro que sea menos peligroso que fumar cigarrillos tradicionales, y puede ser una forma efectiva de ayudar a los fumadores a dejar el hábito.

Pero para aquellos adolescentes que posiblemente no hayan fumado cigarrillos en primer lugar, la disponibilidad de los cigarrillos electrónicos significa una tentación demasiado atractiva para que el cerebro adolescente se resista. Es novedoso, está legalmente prohibido para menores y no es el cigarrillo de sus padres. El hecho de que proporcione una sustancia adictiva hace que vuelvan, y los estudios sugieren que los convierte en presa más fácil para los fabricantes de cigarrillos en el futuro.

En septiembre, el proyecto del equipo de Monitoreo del Futuro informó que en 2019, el 25% de los estudiantes de 12° grado y el 20% de los de 10° dijeron haber consumido nicotina en el último mes. También el 9% de los alumnos de octavo grado.

El presidente Trump admitió que está considerando algunas restricciones sobre los aromas de cigarrillos electrónicos, que se cree que atraen a los usuarios más jóvenes. En una reunión en la Casa Blanca el mes pasado, el mandatario señaló que buscaba llegar a un compromiso entre los padres preocupados, los propietarios de tiendas de vapeo que temen el efecto financiero de una prohibición de saborizantes y los exfumadores que podrían recurrir al mercado negro si se retiraran los sabores.

La Dra. Nora D. Volkow, directora de NIDA, se preocupó abiertamente por los efectos de la nicotina en los usuarios jóvenes. “Estos productos introducen la nicotina química altamente adictiva a estos chicos y sus cerebros en desarrollo”, afirmó en septiembre pasado. “Y me temo que sólo estamos comenzando a entender los posibles riesgos y resultados para la salud de la juventud”.

Mientras tanto, una misteriosa enfermedad pulmonar que los expertos creen que está relacionada con el vapeo de productos de marihuana se cobró 52 vidas y ha enfermado a más de 2.400 personas en Estados Unidos, anunciaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) la semana pasada. Alrededor de las tres cuartas partes de esos casos están relacionados con el vapeo de productos de marihuana, y los CDC continúan investigando cómo ello podría generar este daño.

En los primeros seis meses de 2019, cuando 42.531 estudiantes de EE.UU completaron sus encuestas Monitoring the Future, había poco o ningún reconocimiento público de la condición conocida como una lesión pulmonar asociada al uso de productos de vapeo, o EVALI (por sus siglas en inglés). Un número notable de pacientes comenzó a aparecer en los hospitales desde principios de junio, y la conexión con el vapeo no fue clara de inmediato.

En ese momento, los investigadores y los funcionarios de salud pública ya habían expresado fuertes preocupaciones sobre los riesgos potenciales para la salud del vapeo en general. Pero no está claro si el creciente número de EVALI redujo los hábitos de vapeo de los adolescentes desde que se realizó la encuesta. “El historial de miedo para motivar a los adolescentes a cambiar su comportamiento no es tan bueno”, señaló Compton. Si la popularidad del vapeo comenzó a perder atractivo para los adolescentes, eso recién podría evidenciarse el próximo año, señaló.

Lo que está claro es que la adicción a la nicotina se ha convertido en una realidad para muchos adolescentes. Cuando se les preguntó por qué vapean, el 8.1% de los estudiantes de 12º grado que habían vapeado en los últimos 30 días respondieron que lo hacen “porque estoy enganchado/tengo que hacerlo”. Eso es más que aproximadamente el 3% del año anterior, que había reconocido sentirse dependiente de la nicotina.

2019 fue el quinto año consecutivo en que los investigadores han preguntado a los adolescentes qué los motiva a usar cigarrillos electrónicos. Las respuestas más frecuentes entre los alumnos de 12º grado fueron el deseo de “probar”, el sabor atractivo y que el vapeo se había convertido en parte de la relajación, el alivio de la tensión y las salidas con amigos.

La aceptación ardiente de los adolescentes de un sistema de suministro de nicotina plantea una preocupación, señaló Compton: cuando el vapeo de nicotina se convierte en una práctica normal y aceptada, vapear marihuana puede no parecer un paso extra tan importante. “Puede representar una apertura para un uso más amplio de sustancias”, dijo. “Casi cualquier sustancia puede establecer pautas para un mayor uso por parte de los adolescentes”.

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