Anuncio

El qué y porque… desde Washington: Y de qué diablos sirven… Krysten Sinema y Joe Manchin

El senador Joe Manchin, uno de los principales negociadores de una propuesta de infraestructura bipartidista.
El senador Joe Manchin, uno de los principales negociadores de una propuesta de infraestructura bipartidista, de pie afuera del recinto del Senado, en el Capitolio, en Washington, el viernes 30 de julio de 2021. (AP Foto/J. Scott Applewhite)
(ASSOCIATED PRESS)
Share

Al título de esta columna le falta también preguntar… ¿Y quiénes diablos Krysten Sinema y Joe Manchin se creen que son?

Sí, efectivamente usted se da cuenta, que tratar de ver este asunto sin pasión… es endemoniadamente difícil.

Hace años conocí a Krysten Sinema en una reunión en Washington sobre inmigración, en el Center for American Progress, la organización en Washington (Think Tank), creada por los Clinton para abogar por las causas liberales.

Anuncio

La senadora, era entonces una joven trabajadora social que se esforzaba por hablar español y por trabajar en causas a favor de componer el muy descompuesto sistema migratorio estadounidense. En su carrera en el partido verde, defendió muchas de las causas más liberales, desde apoyar a Ralph Nader, hasta oponerse al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, al Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio.

Fue en ese tiempo que Sinema se opuso a la candidatura a vicepresidente de Joe Lieberman afirmando: “Lieberman, es una vergüenza para los demócratas... Ni siquiera sabemos por qué se postula. Parece querer que los republicanos voten por él. ¿Qué tipo de estrategia es esa?

Pero, mis amigos, no hay dientes o colmillos que muerdan más fuerte que las palabras, y hoy en Arizona varios grupos liberales se han divorciado de la senadora porque ella no respalda las prioridades liberales por las que esos grupos abogan, esto la hace vulnerable.

El escaño de Sinema en el Senado no estará en juego hasta 2024, el mismo año en que Biden podría buscar la reelección. Aún así, el Partido Demócrata del estado de Arizona ya aprobó abrumadoramente una resolución, el sábado pasado, que criticó a Sinema por ayudar al obstruccionismo para aprobar más fácilmente la legislación bloqueada por los republicanos y por su postura sobre el proyecto de ley de gastos de Biden.

Hoy los demócratas en Arizona repiten las mismas palabras de la senadora… diciendo… “Parece que ella quiere que los republicanos ganen. ¿Qué tipo de estrategia es esa?”

En su defensa los consultores demócratas dicen que ella cree que puede ser un puente y una facilitadora de las negociaciones.

Eso quizá fuera posible si Krysten Sinema se quita la etiqueta de ser la más conservadora de cualquier senador demócrata, y de también ser la senadora que está más a la derecha que incluso el independiente senador Angus King de Maine, que usualmente vota con los demócratas.

En abril de este año, la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el grupo de presión empresarial más grande del país, dijo que estaba donando dinero al trabajo político de los senadores Sinema y Manchin, porque juntos estaban trabajando con los republicanos y desde ahí se oponían a algunas de las políticas liberales de Joe Biden.

Eso pone las cosas más difíciles porque hace pensar, que un acuerdo con Sinema, no garantiza el éxito de los demócratas.

JOE MANCHIN

A ver, dígame, ¿no le gustaría estar en la posición de este senador de Virginia Occidental?

Si usted lo busca en El Capitolio es muy fácil encontrarlo… solo hay que buscar en qué pasillo están las luces de las cámaras de televisión, y Manchin estará ahí hablando con cuanta prensa esté presente.

Si lo busca en Twitter lo único que tiene que encontrar es donde hay insultos y seguro el senador está ahí también. Búsquelo con el título de esta columna, “Who the hell does Joe Manchin think he is?”

Manchin es único porque su voto vale más que el de cualquier otro senador demócrata en el país, debido a que el margen de ventaja entre los dos partidos en la cámara alta es de empate. 50 demócratas y 50 republicanos, y usted se tiene que preguntar si los votantes tienen sentido del humor o si este número muestra la peor pesadilla de la historia estadounidense. Su profunda división por la mitad.

En ese ambiente Joe Manchin con su voto podría darle una victoria o una derrota a su partido, porque como ya usted vio, los demócratas dependen también del hígado de Krysten Sinema.

En ese ambiente Joe Manchin solo tiene que pensar en él mismo y en lo que le interesa para tener contenta a la gente de su estado. Quizá por eso el senador Chris Murphy, demócrata de Connecticut, dice que este es el precio que hay que pagar para tener a un demócrata en la posición federal más encumbrada en un estado como Virginia Occidental.

Sin embargo, hay más que decir. Joe Manchin, está en contra de la propuesta de infraestructura humana del presidente Biden, porque dice que es una locura endeudar más al país. Si usted recuerda este plan sería pagado con el aumento de impuestos a los muy ricos y a las corporaciones que pagan muy poco o nada en impuestos.

A Joe Manchin nunca le gustó la propuesta y desde el primer día exigió cambios en las disposiciones fiscales para asegurar su apoyo. Manchin rechazó elevar los impuestos corporativos del 21% al 28%, y a cambio dijo que apoyaría cerrar las “lagunas” fiscales que benefician a los ricos y que con eso, podría respaldar un aumento de la tasa corporativa al 25%, que, según él, es el promedio mundial.

¿Qué ocurrió? … Ocurrió que en junio en una teleconferencia con el grupo, “No Labels” o “Sin Etiquetas”, fundado por Joe Lieberman, para canalizar donaciones políticas a demócratas conservadores y republicanos moderados, Manchin se centró en contra de las nuevas políticas del presidente Biden para habilitar al país con energía limpia. Algo que odia son las estaciones de carga para los autos y camiones eléctricos.

Famosamente ha dicho que el gobierno al inicio de los 1900’s nunca construyó estaciones de servicio para el lanzamiento de los automóviles Modelo T de Henry Ford. El cambio a los autos eléctricos no debería ser diferente.

La última anotación debe mencionar a Enersystems Inc., una corredora de energía de carbón de su propiedad que hoy administra su hijo. Nadie acusa a ninguno de proteger los intereses del carbón ante un embate de energía limpia… Pero de que queda la duda, eso no se puede negar.

Punto final.

En esta pelea Joe Biden ha estado en desventaja respaldado por un partido demócrata que se ha debilitado, y que está afectado con un mensaje pobre y que encima, tiene una total falta de talento para negociar.

El patético resultado es la inhabilidad para gobernar y para hacer realidad un proyecto de Biden que hubiera puesto al gobierno como debe ser: a trabajar por y para la gente.

Por eso hay que preguntar ¿Y, de qué diablos sirven Krysten Sinema y Joe Manchin?

Anuncio