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Los bots de Twitter ayudaron a construir el culto a Elon Musk y Tesla; ¿quién los crea?

Light bars frame Elon Musk
El valor de mercado de Tesla, perteneciente a Elon Musk, alcanza niveles más elevados de lo que cualquier análisis financiero tradicional podría justificar.

(Patrick Pleul / Associated Press)

Elon Musk y Tesla tienen millones de fans en Twitter. No todos son reales. Dos investigadores intentan averiguar quién controla los bots.

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A principios de noviembre de 2013, las noticias no pintaban muy bien para Tesla. Una serie de noticias hablaban de unidades Tesla Model S que se incendiaban, lo cual provocó la caída del precio de las acciones del fabricante de automóviles eléctricos.

Luego, en la tarde del 7 de noviembre, en un lapso de 75 minutos, ocho cuentas automatizadas de Twitter cobraron vida y comenzaron a publicar opiniones positivas sobre Tesla. Durante los próximos siete años, publicarían más de 30.000 tuits de este tipo.

Con más de 500 millones de tuits por día, esa salida representa una gota en el océano. Pero la investigación preliminar de David A. Kirsch, profesor de la Escuela de Negocios Robert H. Smith de la Universidad de Maryland, concluye que la actividad de este tipo por parte de los llamados bots ha jugado un papel importante en la narrativa del “stock del futuro”, que impulsó el valor de mercado de Tesla tanto más de lo que podría justificar cualquier análisis financiero tradicional.

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En un mercado enamorado de las “acciones de memes”, la narrativa sexy está resultando mucho más rentable que el análisis financiero, comentó Kirsch, coautor de “Bubbles and Crashes: The Boom and Bust of Technological Innovation” (Burbujas y choques: el auge y la caída de la innovación tecnológica)

“La narrativa de Tesla es extraordinariamente poderosa”, afirmó Kirsch. A pesar de los varios roces de la compañía con la bancarrota, la visión de una empresa comercial que domina el mundo y salva el planeta le permitió a su presidente ejecutivo, Elon Musk, “seguir vendiendo acciones al público para mantenerlo alimentado. En cierto punto, se vuelve [una profecía] autocumplida”.

Si los bots de Twitter están siendo programados deliberadamente para manipular el comercio de acciones es una de las preguntas que Kirsch y su asistente de investigación, Moshen Chowdhury, intentan responder.

Su consulta se produce mientras Musk ha mencionado su intención de utilizar su riqueza y su gigantesco seguimiento en Twitter para influir en la dirección y las políticas futuras de la plataforma. Después de comprar casi el 10% de Twitter el mes pasado, anunció que se uniría a la junta, pero la red reveló el lunes que había cambiado de opinión por razones no especificadas. Musk es un fenómeno de Twitter, constantemente tuitea para sus 80 millones de seguidores que van desde estándar a escandalosos, juveniles a profanos.

El ejecutivo resolvió cargos de fraude con la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. en 2018 por, supuestamente, engañar a los inversores para que creyeran que tenía un trato para privatizar Tesla cuando no era así. Ahora está tratando de anular ese acuerdo en los tribunales.

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Abr. 11, 2022

Un bot de Twitter es una cuenta falsa, programada para rastrear el sitio de redes sociales en busca de publicaciones específicas o contenido de noticias (publicaciones de Musk, por ejemplo) y responder con tuits preprogramados relevantes: “Excelentes perspectivas de crecimiento a largo plazo” o “Por qué las acciones de Tesla se están recuperando hoy”. Los bots también se pueden programar para que envíen mensajes desagradables o amenazantes a los críticos de la empresa.

Kirsch y Chowdhury recopilaron y revisaron tuits relacionados con Tesla desde 2010, cuando la empresa se hizo pública, hasta finales de 2020. Durante ese período, perdió $5700 millones acumulados, incluso cuando sus acciones se dispararon y Musk se convirtió en uno de los humanos más ricos del planeta; su patrimonio neto se estima en $275 mil millones. Los resultados operativos no pueden justificar nada cercano al valor de mercado de $1 billón de la compañía, según cualquier tipo de métrica tradicional de cotización de acciones.

Los correos electrónicos a Tesla y un mensaje de Twitter enviado a Musk en busca de comentarios para este artículo no tuvieron respuesta.

Usando un programa de software llamado Botometer, que los investigadores de redes sociales usan para distinguir las cuentas de bots de las humanas, el par descubrió que una quinta parte del volumen de tuits sobre Tesla fueron generados por bots. Eso no es muy distinto de lo que ocurre con gigantes como Amazon y Apple, pero sus bots tendían a impulsar el mercado de valores y las acciones tecnológicas en general, con esas empresas como líderes, pero sin centrarse en ninguna narrativa particular sobre ellas.

Si bien aún no se determinó ningún vínculo directo entre los tuits de bots y los precios de las acciones, los investigadores encontraron suficiente “humo” para mantener su proyecto en marcha.

Durante el período de estudio de 10 años, de aproximadamente 1,4 millones de tuits de las 400 cuentas principales que se publicaron en el “cashtag” $TSLA, el 10% fueron producidos por bots. De los 157.000 tuits publicados con el hashtag #TSLA, el 23% procedían de bots, mostró la investigación.

Kirsch y Chowdhury rastrearon 186 cuentas de bots relacionadas con Tesla y descubrieron que después del lanzamiento de cada una, las acciones de la compañía se revalorizaron más del 2% (miraron el rendimiento promedio de las acciones de la semana anterior a la creación del bot y de la semana siguiente). Si bien el valor de mercado de Tesla aumentó a lo largo de los años, el precio ha experimentado altibajos dramáticos. Los períodos en torno a la creación de bots mostraron fuertes aumentos, pero fuera de esas ventanas, el comercio fue mucho más volátil, remarcó Chowdhury.

“Esta no es una relación causal, pero plantea interrogantes”, destacó Kirsch, sobre por qué existe una correlación que no parece ser aleatoria. “Estamos tratando de entender el mecanismo. No puede ser solo un montón de tuits lo que impulsa las acciones. La gente tiene que notarlos, interpretarlos y actuar en consecuencia”.

Los investigadores están analizando el momento de los tuits y la actividad de opciones en el mercado de valores nocturno, entre otros factores. Una gran incógnita: si los bots son obra de entidades con un interés financiero directo en Tesla.

Los bots de Twitter se crearon en nombre de otras empresas, descubrieron los investigadores, pero el contenido tiende a ser lo que llamaron mensajes de marketing “genéricos”.

Cualquiera que sea el efecto en los precios de las acciones, añadió Kirsch, la campaña de bots representa una nueva forma de distribución de contenido corporativo o, como él lo llama, “propaganda computacional computarizada”. “Este contenido computacional puede haber amortiguado la narrativa de Tesla de un grupo emergente de críticos, aliviado la presión a la baja sobre el precio de las acciones y amplificado el sentimiento pro-Tesla desde el momento de la salida a bolsa de la compañía, en junio de 2010, hasta finales de 2020”, se lee en un documento que los investigadores planean presentar en el Simposio Internacional de Vehículos Eléctricos, a realizarse en junio en Oslo.

El periódico llama a Musk “una figura singular en Twitter”, con sus 80 millones de seguidores. “No está claro si esta estrategia podría ser replicada por otras empresas”, escriben los autores.

Si es así, las cuestiones legales y éticas serán más destacadas. ¿Deberían las empresas que usan bots revelar su uso a la SEC o cumplir con las reglas de divulgación de cabildeo?

Esas son preguntas que Kirsch cree que los reguladores deberán considerar a medida que otras empresas vean cómo Musk y Tesla se beneficiaron de su seguimiento de bots. “Importa quién se para en la plaza pública y tiene un gran megáfono en la mano, y el dinero con el que pueden amplificar sus declaraciones”, remarcó.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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