Acuerdo con China acelerará exportación de minerales a EEUU, afirma secretario del Tesoro

BANGKOK — Estados Unidos y China firmaron un acuerdo comercial que facilitará a las empresas estadounidenses la obtención de imanes y minerales de tierras raras de China, cruciales para la fabricación y producción de microchips, afirmó el viernes el secretario del Tesoro de Estado Unidos, Scott Bessent.

El acuerdo se logró luego que China tomara represalias contra los elevados aranceles de importación fijado por el gobierno del presidente Donald Trump a los productos chinos y actuara para ralentizar la exportación de minerales de tierras raras e imanes muy necesarios por los intereses industriales de Estados Unidos.

Bessent dijo en el programa “Mornings with Maria” de Fox Business Network que Trump y el presidente chino Xi Jinping “tuvieron una llamada telefónica” previamente “y luego nuestros equipos se reunieron en Londres, resolvieron esto, y ahora estoy seguro de que, como se acordó, los imanes fluirán”.

“Parte del acuerdo fue la reducción de aranceles y el inicio del flujo de imanes de tierras raras de regreso a Estados Unidos.”, detalló Bessent. “Forman el núcleo de gran parte de nuestra base industrial. No estaban fluyendo tan rápido como se había acordado previamente”.

Sus comentarios se dan dos semanas después de que Trump anunciara un acuerdo con China que, según él, facilita la exportación de imanes y minerales de tierras raras.

Ese pacto despejó el camino para que continuaran las conversaciones comerciales. Estados Unidos había suspendido previamente algunas ventas a China de tecnologías críticas estadounidenses, como componentes utilizados para motores a reacción y semiconductores. También acordó dejar de intentar revocar las visas de los ciudadanos chinos en campus universitarios estadounidenses.

Bessent añadió sobre las exportaciones de minerales críticos: “Lo que estamos viendo aquí es una desescalada”.

El secretario estadounidense de Comercio, Howard Lutnick, dijo en declaraciones a Bloomberg TV que el acuerdo se firmó a principios de esta semana.

El Ministerio de Comercio de China indicó el viernes que ambas partes habían “confirmado más detalles del acuerdo marco”, al responder a una pregunta sobre si China iba a acelerar las exportaciones de tierras raras a Estados Unidos y si éste iba a eliminar algunas restricciones a China.

“China aprobará las solicitudes de exportación de artículos controlados que cumplan con las condiciones de acuerdo con la ley. En consecuencia, Estados Unidos levantará una serie de medidas restrictivas que había impuesto a China”, apuntó el Ministerio.

Las conversaciones iniciales en Ginebra a principios de mayo llevaron a ambas partes a demorar unas enormes subidas de aranceles que amenazaban con congelar gran parte del comercio entre los dos países. En reuniones posteriores en Londres se estableció un marco para las negociaciones y el pacto mencionado por Trump parecía formalizar ese acuerdo, preparando el escenario para los comentarios de Bessent el viernes.

En Londres, los controles de exportación de los minerales eclipsaron a los aranceles en las negociaciones comerciales después que China impusiera en abril requisitos de autorización a siete elementos de tierras raras, según una ley china que se aplica a todas las exportaciones, no sólo a las destinadas al mercado estadounidense.

Con el proceso de autorización tomando 45 días, el nuevo requisito ha causado una pausa en los envíos, amenazando con interrumpir la producción de automóviles, robots, turbinas eólicas y otros productos de alta tecnología en Estados Unidos y en todo el mundo. Mientras tanto, Estados Unidos tomó medidas restrictivas sobre las exportaciones de alta tecnología a China.

Con el último acuerdo, China no elimina el requisito de autorización sobre las tierras raras, pero retiene la flexibilidad para ajustar el proceso de aprobación según sea necesario.

Sun Yun, directora del programa de China en el centro de estudios Stimson Center con sede en Washington, dijo que Beijing sólo ha endurecido su política general sobre las tierras raras, pero tiene la discreción sobre cómo implementarla.

“Ese es el estilo chino”, sostuvo. “Si todo va bien, el permiso ocurre. Si las cosas van en una dirección equivocada, como las ventas de armas de Estados Unidos a Taiwán, los permisos se van con el viento”.

China también ha tomado medidas recientemente sobre el tema del fentanilo, anunciando la semana pasada que designará dos sustancias más como precursores químicos del fentanilo, lo que las someterá a regulaciones de producción, transporte y exportación. Trump ha exigido que Beijing haga más para detener el flujo de estos elementos precursores a los cárteles de la droga mexicanos, que los utilizan para fabricar fentanilo para su venta en Estados Unidos. El mandatario impuso aranceles del 20% a las importaciones chinas a causa del fentanilo, la mayor parte de los aranceles generales actuales del 30% a los productos chinos.

El acuerdo alcanzado en mayo en Ginebra pedía a ambas partes reducir las subidas arancelarias punitivas impuestas mientras Trump recrudecía su guerra comercial y elevaba drásticamente los derechos de importación. Algunos de los gravámenes estadounidenses más altos, como los relacionados con el comercio de fentanilo y el aluminio y el acero, siguen vigentes.

Los rápidos cambios en la estrategia política están pasando factura a las dos mayores economías del mundo.

La economía estadounidense se contrajo a un ritmo anual del 0,5% entre enero y marzo, en parte por el incremento de las importaciones mientras las empresas y los hogares se apresuraban a comprar productos extranjeros antes de que pudieran ser gravados por Trump.

En China, los beneficios de las fábricas cayeron más del 9% en mayo en comparación con el año anterior, con las automotrices como las más afectadas. El descenso para el periodo entre enero y mayo se situó en más del 1% interanual.

Trump y otros funcionarios estadounidenses han señalado que esperan alcanzar acuerdos comerciales con muchos otros países, incluida India.

“Vamos a tener un acuerdo tras otro”, dijo Lutnick.

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Weissert reportó desde Washington. La periodista de The Associated Press Didi Tang contribuyó a este despacho desde Washington.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.