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Sospechoso de ataque a sinagoga de Poway está ligado a manifiesto antisemita online

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Durante semanas, John T. Earnest supuestamente planeó su ataque a la sinagoga de Poway inspirado por horribles actos que le precedieron: los tiroteos en masa en una sinagoga de Pittsburgh y en dos mezquitas en Nueva Zelanda.

Según la policía, el pasado sábado, el último día de la Pascua Judía, el joven de 19 años entró en Chabad of Poway, armado con un rifle semiautomático y abrió fuego.

Las autoridades sospechan que Earnest mató a una persona e hirió a otras tres en la sinagoga, fundada en 1986 en esa comunidad suburbana a unas 20 millas al norte de San Diego.

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El tiroteo se produjo durante una de las fiestas más sagradas en la fe judía. El festival de ocho días de la Pascua conmemora la libertad de los israelitas de la esclavitud en el antiguo Egipto y se recuerda generalmente con varios rituales, incluido el Séder de Pésaj y el relato de la historia del Éxodo.

El alcalde de Poway, Steve Vaus, calificó el hecho violento como un “crimen de odio”, a raíz de las declaraciones que efectuó el tirador cuando ingresó al templo.

Al parecer, Earnest dejó un manifiesto de nueve páginas lleno de burlas racistas y detalles de su vida personal. El residente de Rancho Peñasquitos escribió que es un estudiante de enfermería, con fuertes lazos en la comunidad de California.

En el documento, titulado “una carta abierta”, Earnest narró que se inspiró en Brenton Tarrant, el nacionalista blanco australiano que mató a 50 personas en los ataques contra mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, el 15 de marzo pasado; el peor tiroteo en masa en la historia moderna del país.

Ese hecho, escribió Earnest, es lo que le hizo decidirse a atacar Chabad desde hace cuatro semanas”. ¿Cuánto tiempo le tomó planear el ataque? cuatro semanas. Hace cuatro semanas, decidí que haría esto, y cuatro semanas después, lo hice”, escribió.

Su carta antisemita revela su “repugnancia” por los judíos y su deseo de matarlos. El autor, que es blanco, dijo que estaba dispuesto a sacrificar su futuro “por el bien de mi pueblo”.

El sospechoso también defendió a Robert Bowers -quien mató a 11 personas e hirió a seis más en el ataque a Tree of Life, en Pittsburgh hace seis meses-, así como a Adolf Hitler.

El autor de la nota se identifica como un hombre de ascendencia europea. Aunque no explicita ninguna etiqueta política, afirma que los judíos buscan “condenar” a la raza blanca.

En su extenso discurso, plagado de citas de la biblia, también parece atribuirse la responsabilidad por un incendio intencional en una mezquita de Escondido, que ocurrió la semana después de los tiroteos en Nueva Zelanda.

Brian Levin, director del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo en Cal State San Bernardino, expuso que desde 1992 sólo ha habido cuatro años en los que los crímenes de odio contra una religión superaron el 20% de todos los delitos de ese tipo. Tres de esos cuatro años fueron recientes: 2015, 2016 y 2017, explicó.

Hasta hace poco, afirmó el experto, tales ataques a gran escala se transmitían a través de la “propaganda de la escritura”, un acto en el que la violencia en sí misma sirve como un llamado para concretar más violencia. “Ahora estamos viendo una propaganda de esas ideologías, en las cuales los agresores violentos quieren cometer actos, pero también publicitarlos”, indicó, refiriéndose a la transmisión de los tiroteos, como ocurrió en el ataque terrorista de Nueva Zelanda. “Es una cadena, casi como un club de fans de personas violentas con ideas afines”.

En una sección de preguntas y respuestas sobre su carta, Earnest evita hablar de una sola ideología política y afirma que no apoya al presidente Trump debido al respaldo de éste a Israel.

Mientras tanto, el primer mandatario ofreció sus condolencias a las víctimas de Poway y sus familias, desde el jardín de la Casa Blanca, el pasado sábado. “Por el momento, parece un crimen de odio”, aseveró. “Mi más profunda simpatía hacia todos los afectados. Llegaremos al fondo de esto”.

Parte del manifiesto estaba dirigido a los parientes y amigos de Earnest, a quienes les explica las razones del ataque. Más tarde, señala que su ideología no fue heredada de su familia. “Sacrifico voluntariamente mi futuro... por el bien de mi gente”, escribió.

Earnest dice en la nota que no se considera un terrorista -asegura que es un “tipo normal” que quiere tener una familia, “ayudar a curar a las personas y tocar el piano”-, y que no siente remordimientos por sus acciones.

También remarcó que si no lo mataban en el ataque, esperaba “ser liberado de la prisión y continuar con la lucha”.

Para Jonathan Greenblatt, director ejecutivo de la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), el ataque representa “la tensión del antisemitismo proveniente de la extrema derecha, por parte de los llamados supremacistas blancos”. La violencia del pasado sábado, al igual que el anterior ataque en Pittsburgh, es una “cepa particularmente mortal de este virus”, destacó. “Esto no fue sólo un ataque a una congregación de Jabad, fue un crimen cometido contra comunidades judías de todo el mundo”, dijo.

La ADL rastrea incidentes antisemitas desde 1979, basándose en informes de víctimas, policías y noticias. El salto anual más grande de todos los tiempos se produjo en 2017, cuando la cuenta ascendió un 57%, en 1.986 incidentes. “El antisemitismo no es nuevo”, consideró Greenblatt. “A menudo se le ha llamado el odio más antiguo”.

Kristina Davis, J. Harry Jones y John Wilkens, del San Diego Union.Tribune, contribuyeron con este reporte.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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