Muere uno de locutores de radio más emblemáticos, ‘Don Justo Preciso’

Guillermo Lares Lazaritt, uno de los locutores de radio más emblemáticos de Jalisco, en gran medida gracias a su personaje de Don Justo Preciso, falleció ayer a los 74 años en Guadalajara, tras casi 60 años de trayectoria.

Lares Lazaritt inició su carrera en la radio a los 16 años, en Ciudad Guzmán, con el programa “Serenata Mexicana”, de la cadena XEIS.

Después creó otros programas como “Preguntas y Respuestas”, “El Club de Corazones Solitarios”, “Horóscopos Buena Onda”, “Interpretación de los Sueños” y “Amanecer Ranchero”, por mencionar algunos.

Don Justo Preciso fue una gran figura radial de Jalisco, México.

(Reforma)

Este último show lo desarrolló la empresa radiofónica Ondas de Alegría, para recibir quejas de la gente sobre servidores públicos, y cuando había un problema, el conductor hablaba con los involucrados.

Quien conducía el programa de radio era su personaje “Don Justo Preciso”, un ranchero que se dirigía al pueblo. Su nombre se originó de la frase: “no señora o señor ¡eso no es justo! Y es preciso ponerle remedio”.

“Su personaje surgió precisamente porque Lares siempre fue una persona muy recta y siempre trataba de ayudar. El hecho de haberse consolidado con ‘Don Justo Preciso’ le cayó como anillo al dedo, pues en sus intervenciones en radio hacía lo justo y lo correcto, siempre daba muy buenas opiniones, era muy respetuoso y daba consejos muy atinados”, dijo Beno Albarrán, locutor de Leyendas del Rock.

“Don Justo Preciso era el locutor favorito de mi papá, yo ya trabajaba en La Ke Buena. Él me decía: ‘en ratitos te escucho a ti y en ratitos a Guillermo Lares’. Él era un gran exponente del micrófono y llegaba a las personas de todas las edades. Yo lo escuchaba desde chico y de cierta forma también inspiró mi carrera”, dijo Adrián Padilla, locutor de La Ke Buena.

Lares Lazaritt también trabajó en la estación La Tapatía 103.5 FM y Radio Ranchito, de Radiorama, con el programa “El Primero de la Mañana”.

Hizo una pausa de un año cuando tenía alrededor de 30 años de edad debido a un problema de disfunción temporomandibular que le trabó la quijada, por lo que no pudo hablar durante ese tiempo.