Hace dos meses, el promotor de conciertos AEG Presents anunció una política de vacunación obligatoria contra el COVID-19 para todos sus espectáculos, incluido el Festival de Música y Artes del Valle de Coachella de Goldenvoice. Muchos fanáticos de la música en vivo aplaudieron la decisión.
“Aprecio que digan que quieren un ambiente lo más seguro posible para sus asistentes”, dijo Jason Feffer, un angelino de 35 años que ha asistido al festival todos los años desde 2012. Co-modera el popular foro de Coachella y elogió la política de vacunación de AEG que establece la agenda para los conciertos.
Pero el martes, cuando Goldenvoice se retractó repentinamente de la política de vacunación de Coachella y anunció en Instagram que la prueba de un test negativo en las primeras 72 horas también podría usarse para asistir, esos mismos fans no sabían muy bien qué hacer. El evento, programado para los fines de semana del 15 al 17 y del 22 al 24 de abril, se agotó hace tiempo, por lo que la escasa venta de entradas no fue un factor determinante. Aún faltan seis meses para el espectáculo, tiempo suficiente para que la epidemia de COVID-19 vuelva a agravarse.
Feffer, por su parte, se sintió confundido, incluso defraudado.
“Después de adoptar una postura tan firme, es un poco extraño que hagan este cambio”, señaló. Aunque “el festival seguirá siendo razonablemente seguro, me siento traicionado al ver que mi festival favorito da un giro completo”.
El festival musical decidió cambiar su política de sólo recibir fans inoculados contra la Covid-19 y ahora basta con presentar una prueba negativa.
Si algo es seguro sobre el COVID-19, especialmente la variante Delta, es que la situación puede cambiar rápidamente. Es posible que se produzca otra oleada invernal de casos.
¿Goldenvoice consideró que los festivales de música al aire libre son seguros? ¿Es un intento de apuntalar una industria de conciertos aún maltrecha? ¿Cuándo es el momento adecuado para disminuir las normas de seguridad de un evento mundial que se celebra en primavera?
“Esta fue siempre una política abierta, y analizamos los datos, además nos sentimos bien al relajarla para los festivales al aire libre”, indicó un portavoz de AEG a The Times. “Nuestra política era que actuaríamos de acuerdo con los datos. Llegamos a la posibilidad de suavizar las restricciones antes de lo que pensábamos”.
La doctora Annette Regan, profesora de epidemiología en la UCLA, dijo que la vacunación sigue siendo el estándar de oro para garantizar la seguridad.
“La vacunación es la mejor manera de prevenir el contagio de COVID-19. Si en un concierto hay un grupo de personas no inoculadas en un espacio cercano -incluso al aire libre-, esto puede dar lugar a brotes”, comentó. “Aunque hayamos tenido suerte con otros conciertos, podemos fijarnos en el festival de música Verknipt de los Países Bajos de este pasado verano como ejemplo en el que políticas similares no funcionaron. Exigían una prueba de vacunación o una prueba de COVID-19 negativa antes de la entrada, y aun así el concierto dio lugar a más de 1.000 nuevos casos de COVID-19.
“Una prueba negativa 72 horas antes del evento no indica que la persona esté libre de COVID”, añadió. “Pueden estar en una fase demasiado temprana de la enfermedad para detectarla y aun así podrían estar infectados y ser capaces de contagiar durante el concierto”.
En general, las cifras de COVID-19 han experimentado grandes mejoras en California. Dos tercios de los californianos están al menos parcialmente inmunizados, y los casos han descendido un 29.5% respecto a hace dos semanas. Las hospitalizaciones han descendido un 24.5% en el mismo periodo. Según la política actual para los “megaeventos” al aire libre para más de 10.000 personas, California recomienda una prueba de vacunación o un test negativo reciente, y exige mascarillas para las personas no inoculadas cuando están en el interior.
Los grandes festivales al aire libre, como el Lollapalooza de julio, de tres días de duración, en Chicago, que tenía una política de vacunación o prueba negativa, tuvieron bajas tasas de transmisión, con solo 203 casos relacionados con el festival de entre 400.000 asistentes. Mientras que el festival de Verknipt dio muchos resultados positivos tras seguir normas similares en julio, otros festivales al aire libre, como el Firefly de Goldenvoice en Delaware, no fueron vectores significativos de COVID-19. El Day N’ Vegas de Goldenvoice, un festival de hip-hop celebrado en noviembre y encabezado por Kendrick Lamar, también ha adoptado la norma de vacunarse o dar negativo en las pruebas.
El 12 de agosto, Jay Marciano, presidente y director general de AEG Presents, anunció la política de vacunación de la empresa entre los aplausos de la industria musical.
“Hemos llegado a la conclusión de que, como líderes del mercado, nos correspondía adoptar una postura real sobre el estado de la vacunación”, mencionó. “Tengo la confianza y la esperanza de que, al final del día, estaremos en el lado correcto de la historia y haremos lo mejor para los artistas, los fans y los trabajadores de los eventos en vivo”.
El cambio de política del martes sorprendió a muchos de los apasionados seguidores de Coachella, que llevan dos años esperando las actuaciones de Rage Against the Machine y Travis Scott. Algunos fans - los que tienen condiciones médicas subyacentes, por ejemplo, o simplemente los que tienen una gran precaución - ahora podría tener dudas sobre su asistencia al festival, donde la posibilidad de que haya asistentes no vacunados es muy factible.
“Hay un cuidadoso equilibrio entre el respeto a los derechos individuales y la protección de la salud pública”, dijo el Dr. Regan. “Así que imagino que los organizadores lo tuvieron difícil con esta decisión. Al final, asistir a un gran festival de música es una elección personal, no un derecho, y en mi opinión, creo que es razonable exigir la vacunación. Sobre todo, porque sabemos que la inoculación va a ofrecer la mejor protección”.
La política de AEG de solo vacunas se sigue aplicando a sus otros conciertos en todo el país, excepto cuando lo prohíben las leyes locales. Live Nation, el mayor promotor de conciertos del país también exige vacunas o pruebas negativas recientes para todos sus espectáculos, excepto donde lo impiden los gobiernos estatales.
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Un portavoz del departamento de salud pública del condado de Riverside, donde se encuentra el Empire Polo Grounds de Indio, donde se celebra Coachella, expuso en un comunicado a The Times que el condado “ha seguido las directrices y recomendaciones de salud del estado a lo largo de esta pandemia; y los eventos a gran escala como Coachella y Stagecoach están permitidos bajo las reglas existentes.”
Andrew Austin, un angelino de 38 años que ha asistido a Coachella desde 2007 (y que trabaja en la junta de Coachella Reddit con Feffer), dijo que fue al Lollapalooza de Chicago y que los medios de comunicación “alucinaron con esas fotos con teleobjetivo de las grandes multitudes. Pero tenían una zona de detección bastante robusta y solo 200 o más personas dieron positivo del festival”.
“Si Coachella hubiera dicho ‘va a ser una batalla libre’, seríamos los primeros en devolver el fuego”, dijo. “Pero con festivales como el Lollapalooza exitosos este verano, creo que le dio a la gente más confianza”.
Anna Bershteyn, profesora de salud de la población en la facultad de medicina de la Universidad de Nueva York, señaló que le preocupaba que Coachella diera marcha atrás en su mandato de inoculación. “Retirar el requisito de la vacuna aumentará el riesgo de COVID-19”, manifestó. “Creo que, si los lugares de entretenimiento se unieran en cuanto a los requisitos de vacunación en este momento, se enviaría un mensaje más fuerte sobre los beneficios de inmunizarse. Por cada persona no vacunada que quedaría excluida por un mandato, me pregunto cuántas personas inoculadas asistirían solo por el mandato”.
Aunque las entradas para Coachella están agotadas para los dos fines de semana, todavía se pueden adquirir para el festival de música country Stagecoach, en el que actuarán Thomas Rhett, Carrie Underwood y Luke Combs.
Incluso más allá de las razones de salud pública, la sensación de que una institución cultural tan querida como Coachella pueda dar cabida a los que se resisten a vacunarse resulta decepcionante para algunos.
“Muchos festivales y eventos se han desarrollado perfectamente con la política de vacunas y pruebas negativas”, reconoce Feffer. Espera que el Coachella de 2022 siga adelante de forma similar. Pero, aun así, “siento como si me hubieran dado una bofetada en la cara”.
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