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CRÍTICAS. Nazis destrozados, monstruos ecologistas y más estrenos en salas

Jorma Tommila en una escena de "Sisu".
Jorma Tommila en una escena de “Sisu”.
(Lionsgate)
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Los estrenos ‘de prestigio’ toman un descanso esta semana para cederle la plaza a títulos de entretenimiento popular en los que no falta la presencia latina, como lo podrás notar en el listado que te ofrecemos a continuación.

SISU

Director: Jalmari Helander

Reparto: Jorma Tommila, Aksel Hennie, Jack Doolan

Género: Acción / Aventura

Con toda la razon del mundo, los soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial han sido tratados de manera especialmente irrespetuosa en la historia del cine contemporáneo, y a diferencia de lo que puedan pensar algunos, su inclusión en producciones ultraviolentas que los hacen atravesar momentos particularmente dolorosos no se origina con el “Inglourous Basterds” de Quentin Tarantino.

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Y es que, más allá de la ya abandonada ola de ‘exploitation’ de los ‘60 y los ‘70 que se dedicaba a exhibir y exagerar los actos de estos sujetos, y que coqueteaba peligrosamente con la celebración de los mismos, el cine B se ha encargado de rendirle cuentas por varias décadas, como lo ha demostrado una larga serie de títulos en los que figura al menos una desopilante incursión californiana, “Surf Nazis Must Die!” (2017).

En ese sentido, “Sisu”, que se estrena este viernes, debería despertar entusiasmo entre los seguidores de esta escuela, aunque lo cierto es que se trata de una producción mucho más esmerada en el plano técnico e interpretativo de lo que se podría esperar, lo que le ofrece el potencial de alcanzar a una audiencia masiva, como lo demuestra su plan de exhibición a gran escala.

Para ser claros, esta coproducción finlandesa-estadounidense no es una obra maestra, pero sí un trabajo con indudables méritos artísticos que resulta además tremendamente entretenido en medio de su derroche de ‘gore’ y de la violencia incontenible -pero finalmente farsesca- que empieza a desatarse una vez que su protagonista, el veterano de guerra y buscador de oro Aatami Korpi (muy bien interpretado por Jorma Tommila), decide lidiar de la mejor forma posible con los nazis desalmados que intentan apoderarse del tesoro que lleva mientras se desplaza por el desierto.

En medio de la aventura, Aatami resulta también seriamente lastimado, pero le saca lustre al sobrenombre de “El Inmortal” que se la ha dado al sobrevivir circunstancias que, francamente, son imposibles de sobrevivir, y que resultan cada vez más aparatosas. Pese a sus deudas innegables con la primera entrega de “Rambo”, el filme dirigido y escrito por Jalmari Helander no intenta nunca que se le tome en serio, y maneja básicamente su premisa elemental para colocarnos ante un héroe duro y maduro que tampoco dejará indiferentes a los fans de la saga de John Wick.

THE BLACK DEMON

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Director: Adrian Grünberg

Reparto: Josh Lucas, Fernanda Urrejola, Venus Ariel

Genero: Terror / Suspenso

Siempre es interesante ver lo que hacen los productores de cine independiente cuando deciden competir de algún modo con las superproducciones hollywoodenses para ofrecer sus propias interpretaciones de historias que se plasman normalmente en la pantalla grande con el empleo de presupuestos enormes; y eso es justamente lo que pasa con “Black Demon”. Si sumamos a ello el hecho de que la figura del megalodón, un tiburón gigantesco de la prehistoria que se encuentra ya extinto, solo había aparecido hasta el momento en la poco celebrada “The Meg” (2018), el interés sobre la página crece.

La misma cinta, que se estrena mañana en salas selectas, debería despertar adicionalmente la atención de nuestra comunidad porque se trata de una producción estadounidense -pero esencialmente latina- que, además de contar con un reparto mayoritariamente latino (hasta Omar Chaparro tiene un papel pequeño), se desarrolla en un ambiente latino (sucede supuestamente en Baja California, aunque se filmó en República Dominicana) e incluye elementos vinculados a la civilización azteca.

Claro que, para llamar la atención del público anglosajón, los productores del filme colocan al frente a un actor estadounidense, Josh Lucas (“Ford v Ferrari”), quien interpreta a Paul Sturges, el ejecutivo de una compañía petrolera que decide visitar el pueblo costero de Bahía Azul al lado de su familia, conformada por su esposa Inés (Fernanda Urrejola, que es chilena pero hace de mexicana) y sus hijos Audrey (Venus Ariel, de ascendencia ecuatoriana y argentina) y Tommy (Carlos Solórzano).

Una vez allí, los integrantes de la familia se enfrentan no solo a la hostilidad de los moradores de una comunidad que se ha visto profundamente perjudicada por un derrame de petróleo propiciado por la misma empresa para la que trabaja Josh, sino también a lo que sucede en la plataforma de perforación en la que terminan refugiándose, y que se encuentra asediada por un agresivo megalodón que podría haber sido convocado por el mismísimo Tláloc.

Más allá de algunos momentos inverosímiles y de la simpleza de su discurso, la película, dirigida por Adrian Grünberg (“Rambo: Last Blood”), se sostiene mucho mejor de lo que podría esperarse y maneja una puesta en escena alejada de lo que se suele ver en una producción de serie B, además de contar con actuaciones sumamente decorosas y de tener un adecuado desarrollo dramático; pero su pecado capital es lo poco que muestra a su monstruo, incluso en la escena culminante, lo que pudo deberse sólo a la falta de presupuesto.

SNAG

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Director: Ben Milliken

Reparto: Ben Milliken, Jaime Camil, Ana Ortiz

Genero: Acción

Esta semana, “The Black Demon” (comentada arriba) no es la única película que se acerca al mundo latino desde una perspectiva ‘gringa’. Pero no se lo digan al protagonista de “Snag” (interpretado por Ben Milliken, quien también funge de director y de productor), quien repite una y otra a lo largo del trabajo que el término no le corresponde porque él es australiano, cuando sabemos que la palabrita es empleada mayormente para referirse a cualquiera que tenga aspecto anglosajón, sin importar de donde venga.

Lamentablemente, no hay nadie en la misma cinta que refute su idea, lo que hubiera sido el remate perfecto de una broma que se cuenta mucho más de lo necesario; pero eso no quiere decir que la producción estadounidense que se estrena este viernes en salas selectas y Video On Demand se encuentre libre de humor y que este no sea efectivo, porque hay en efecto momentos de diálogo particularmente logrados en un guión que, por otro lado, alude constantemente a Quentin Tarantino, Guy Ritchie y Robert Rodriguez sin hacerlo necesariamente mal.

Aquí, Snag, quien llegó a México en ‘viaje de negocios’ (aunque la película se filmó en Nuevo México), se pone a trabajar con Victoria, una reina del narcotráfico (interpretada por Ana Ortiz) con la que se mete eventualmente en problemas, y logra sólo salvar su vida con la ayuda de la hija de su ex jefa, Valentina (Sofia Castro), con quien emprende el escape. La relación romántica entre los dos, que debería ser el eje de la historia, no es del todo creíble ni despierta precisamente chispas, mientras que, paulatinamente, el mismo relato va adquiriendo un tono exclusivamente dramático que altera injustificadamente el tono anterior; pero hay cosas que funcionan mucho mejor.

Estas incluyen la participación del siempre eficiente Jaime Camil en el papel de Marco, un mercenario carismático y divertido que, además, se ve involucrado en un par de peleas de lo más vistosas; la intervención de personajes secundarios que animan ciertamente los trámites y, por fortuna, la implementación de algunas escenas de acción y de balaceras que se desarrollan de manera ingeniosa en el plano visual, empezando por el divertido “mexican standoff” de la parte media.

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