Ana de la Regadera no es necesariamente Ana de la Reguera, la popular actriz mexicana que se inició en el mundo de las telenovelas pero a la que hemos visto recientemente en títulos hollywoodenses como “Army of the Dead” (2021) y “The Forever Purge” (2021).
No completamente, al menos. Como nos lo dijo ya durante una entrevista anterior la creadora, escritora, productora, protagonista y ahora directora de la serie (es decir, De la Reguera), se trata de un alter ego suyo que puede decir y hacer cosas que ella no ha dicho ni hecho, pero que han pasado por su mente o forman parte de sus fantasías.
De la Reguera no está dispuesta a decir qué partes del programa se basan directamente en sus experiencias, pero ha tomado sin duda riesgos inusuales para una intérprete tan conocida como ella y proveniente del ámbito latinoamericano al haber tocado a lo largo de las dos temporadas anteriores temas que siguen siendo tabú en muchos sectores de nuestra cultura, como la bisexualidad, la eyaculación femenina (llamada aquí ‘skierteada’) y el consumo de ciertas sustancias.
Sin embargo, la premisa fundamental del show, que se puede ver ya en ViX de manera completa, es mostrar las vivencias de una actriz mexicana que vive en Los Ángeles -como es el caso de De la Reguera- y que lucha constantemente por el mantenimiento de su carrera, lo que la lleva a aceptar un papel particularmente indeseable en una serie de parodia inspirada en “The Addams Family”.
Al final de la segunda temporada, De la Regadera abandonó a último minuto la boda pactada con el galán que protagonizó a su lado una exitosa telenovela, lo que la expuso no solo a un escándalo considerable, sino que la llevó a ser despedida del show y le ganó una demanda por parte de la poderosa compañía productora para la que laboraba.
Ahora, el personaje trata de resolver los enredos en los que se ha metido e intenta reconectarse con “Papasito” (David Palacio), el músico en ascenso con el que parecía tener una relación muy especial y que parece haber desaparecido de la faz de la Tierra. Pero eso no quiere decir que haya dejado de lado los deseos de experimentación que la marcaron desde el inicio, y que en este caso, trascienden los alcances del ya mundano cannabis.
La entrevista con De la Reguera que transcribimos a continuación, debidamente editada, y que puede verse también en su versión de video, se realizó antes de que se iniciara la huelga del Sindicato de Actores de Hollywood (SAG), aunque esto no tendría que haber afectado el contenido de una conversación en la que no se habló directamente del aspecto interpretativo.
Ana, debe ser muy satisfactorio para ti poder concluir este proyecto, que como me contaste anteriormente estaba planeado desde el inicio para tener tres temporadas y que no es un proyecto necesariamente convencional, sobre todo para la televisión latina.
También es muy importante para mí que a la gente le haya gustado, que me haya hecho aprender tanto. Siempre quise que fueran tres temporadas, porque quería ponerme límites en lo que tiene que ver con mostrar mi vida y porque quiero hacer otras historias, igualmente como productora, en un futuro inmediato.
El segundo episodio de la nueva temporada está completamente dedicado a una experiencia con LSD. Lo curioso es que ViX, la plataforma de transmisión en Estados Unidos, pertenece a Televisa, una empresa que ha sido vista siempre como muy conservadora. ¿Crees que las cosas han cambiado en esa compañía, o que esta ha tenido simplemente que ceder un poco ante los avances de la modernidad?
Para tener buen contenido en sus plataformas, tienen que arriesgarse con propuestas que la gente quiera ver, que sean diferentes y diversas. Es importante tener una serie sobre una mujer en sus 40, pero eso no es todo. El episodio del que hablas es muy psicodélico, muy divertido, y es uno de mis favoritos de la serie entera, porque es muy personal.
¿Se grabó en el bosque de Chapultepec?
El inicio y el final sí, pero el resto se hizo en dos lugares, el Desierto de los Leones y en el Nido de Quetzalcoatl, porque como es un viaje de LSD, estoy alucinando, aunque me quedo físicamente en el mismo lugar. Fuimos a locaciones que nos permitieron jugar con espacios y colores que no teníamos en Chapultepec, donde siempre hay muchísima gente, porque es un lugar público.
El Nido de Quetzalcoatl tiene una arquitectura impresionante, pero es un lugar residencial, no un parque en el que puedas quedarte durante mucho rato.
Entonces Ana de la Reguera no está recomendando a sus fans que vayan para allá luego de meterse un ácido.
Vayan a conocerlo en sus cinco sentidos, porque es precioso y porque vale la pena verlo. Todo es mejor cuando estás en tus cinco sentidos. Lo aprecias más y recuerdas más cosas. Yo creo que un ‘viaje’ siempre es bueno en la naturaleza, sobre todo en la playa, o al lado de las plantas y los animales.
La apertura pública hacia cierto tipo de sustancias y el uso de microdosis es algo que está siendo mucho más aceptado y difundido. Hace poco, el cantante español Enrique Bunbury, que vive también en L.A., publicó un poemario sobre el tema. Que tú menciones estas cosas en la serie no parece ser entonces un simple capricho.
No; estos son justamente los temas de los que yo quería hablar. Cuando empecé a escribir “Ana”, hace más de 10 años, la marihuana todavía estaba muy estigmatizada. Ahora, hasta nuestros papás nos preguntan sobre el CBD y los beneficios de la planta. Está pasando lo mismo con el LSD. Yo no podría recomendar su uso para los más jóvenes, pero es una sustancia que no es adictiva. Nunca he visto a alguien que se quiera meter LSD todos los días. Lo disfrutas mucho, pero consume mucha energía y terminas queriendo regresar a la realidad. Es para momentos muy especiales, a mi parecer.
En todo caso, el universo de Ana se ha ido expandiendo con diferentes tipos de experimentaciones que suelen ser sumamente placenteras para ella, a diferencia de lo que pasa con otros aspectos de su vida, que luce más complicada que nunca.
Cuando abordo algo sobre la bisexualidad o las sustancias, lo hago de manera natural. Y es que la serie no trata de eso, finalmente. Trata de una mujer que tiene que perderse para poder encontrarse, y que cuando ya no tiene nada que perder, empieza a tomar decisiones de una manera más libre, siendo más consciente de qué es lo que realmente necesita en su vida. Es algo que me pasaba mucho cuando llegué a Los Ángeles; tenía un casting, me emocionaba y sentía que podía parar todo en mi vida por eso. Ya con el tiempo, cuando vas ganando un lugar y teniendo más madurez, te das cuenta de que estás trabajando en otro proyecto o escribiendo algo que es importante para ti y que no tienes que dejarlo todo para cumplir con la necesidad de pertenecer.
Es inevitable hacer comparaciones entre tu vida y la de este personaje, aunque la tercera temporada presenta a la protagonista en medio de una situación en la que no te encuentras obviamente en este momento de tu carrera. Se ve incluso forzada a hacer teatro independiente en México, pese a la fama que había tenido antes del escándalo en que se vio involucrada.
No es lo que está sucediendo ahora, pero sí es algo que me pasó anteriormente. Cuando estaba haciendo televisión, empecé a hacer teatro universitario para que la gente creyera realmente en mí como actriz. Ya vivía en Estados Unidos y me iba todas las semanas a México para hacer las funciones. Me salía más caro el boleto de ida y vuelta que lo que me pagaban por la función. Ahora mismo me están ofreciendo algo de teatro y estoy analizando las posibilidades. También hay una oferta en España.
La primera temporada de “Ana” recibió un premio de GLAAD [Gay & Lesbian Alliance Against Defamation] por su representación positiva de la comunidad LGBTQ. ¿Cómo le fue a la segunda en términos de aceptación? Hay mucha gente conservadora en nuestra comunidad.
La serie no trata de ser o no ser gay. Representa a la gente como es. No todos somos iguales. Yo puedo tener ganas de estar con una mujer el día de mañana, y en esta tercera temporada, estoy con un chico que es atleta paralímpico y que está en una silla de ruedas. A estas alturas, nadie debería sorprenderse de algo así.
Pero no todos piensan de ese modo. De hecho, cuando salió la primera temporada, yo no había escuchado todavía mencionar el término ‘woke’, y ahora está por todos lados. Tu serie sería definitivamente considerada como ‘woke’ por quienes emplean la palabra de manera despectiva. ¿Será que algunos no quieren que se represente la realidad tal y como es, o se trata simplemente de que muchos viven en universos diferentes en los que no existe esta diversidad?
Mi universo es éste, y yo lo presento como es. Cada quien tiene su propia realidad, claro. Hay gente que vive en un pequeño pueblo y que ve las cosas de otro modo. Hay que respetar a todos. Si a ti no te parece, pues good for you. Si te gusta la serie, increíble. Si no te gusta, no la veas. No hay problema.
Tu padre aparece todavía por aquí interpretando al padre de tu personaje. Pero la que tiene una participación mayor es tu hermana Alicia, más conocida como Ali Gua Gua. Ella es una leyenda del ‘under’ debido a su participación en el mítico grupo femenino de punk Las Ultrasónicas, y en esta temporada, aparece interpretando una cumbia hip hopera muy prendida. Debe haber sido muy satisfactorio para ti trabajar con ella de manera tan cercana.
Fue super bonito, porque ella hizo la música de toda la temporada. También hizo las coreografías y compuso todo lo que canta “Papacito”, una fusión de son jarocho con música urbana que no se había hecho antes.
Mi hermana ha sido mi mayor inspiración, porque fue la primera persona a la que le mandé el guión. Ella se graduó como directora de cine en el CCC [Centro de Capacitación Cinematográfica], pero se dedicó a la música con Las Ultrasónicas y las Kumbia Queers,una banda de cumbia villera en Argentina. Además, acaba de lanzar un disco como solista que se llama “Menospausa”, y que se burla de los conceptos sobre la menopausia en el mundo del rock.
Durante las intervenciones de Alicia, destacan los mensajes de reivindicación de la mujer y de rechazo a los roles convencionales. Pero, por otro lado, la serie no tiene casi nada de política o alusiones a las experiencias más comunes de los inmigrantes en este país.
La primera temporada sí tenía una pequeña historia donde hablábamos sobre el tema. El portero de mi casa en México tenía una hija que trabajaba como mesera en Los Ángeles, y yo les llevaba tamales y otras cosas durante mis viajes. Pero me enfoqué más en hablar de lo que le pasaba a una mujer dentro de esta industria, en la relación que tiene con su mamá, en sus relaciones personales, en sus miedos y sus angustias.
Fuera de todas las labores que habías desempeñado ya en la serie, y que sigues desempeñando aquí, esta temporada marca tu debut como directora. Creo haber leído por ahí que estudiaste algo relacionado a la dirección de cine en cierto momento.
No lo he estudiado, pero he estado trabajando en cine por muchos años, delante de la cámara. En las últimas dos temporadas, estuve en la misma posición, pero cumplí muchas otras funciones, como lo sabes. Ya tenía ganas de dirigir. ‘Aviéntate’, me decían los fotógrafos. Pero no tuve tiempo para prepararme, porque andaba en varias cosas. Sin embargo, a la mitad de la tercera temporada tres, mi director se enfermó de hepatitis. Nos faltaba casi un mes entero para terminar, y tuve que entrar al equipo como directora.
Los nuevos episodios de ‘Ana’ nos traen de regreso a una irreverente De la Reguera
Yo había proporcionado toda la información para que este show se diera, es decir, referencias que iban desde el ‘look’ hasta la música y las influencias visuales. En realidad, toqué todos los episodios de esta temporada, pero dirigí como el 80 por ciento del quinto y del sexto, por lo que decidimos darme el crédito.
¿Cómo te sientes con eso y qué reacciones esperas tener? No sé si el espectador común va a reconocer específicamente el debut, pero habrá definitivamente gente que lo notará.
Pues no lo sé. Yo lo que más que quiero es poder mandar esos episodios a varios ejecutivos de de plataformas para que me contraten como directora. Tengo muchas ganas de seguir dirigiendo. Quiero dirigir una película; esa es una de las cosas que estoy preparando. Pero primero quiero foguearme más como directora. El guión me tomará probablemente un año y medio, y en ese tiempo, sería ideal poder dirigir episodios en alguna otra serie.
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