Los Ángeles, CA — En el concierto que marcó el final de su gira por Estados Unidos, Alejandro Sanz dio un consejo a sus fans desde el escenario: ‘Sé buena gente y disfruta’. Con esa frase el cantante español cerró un recorrido por las principales ciudades de este país, donde ofreció 11 presentaciones entre los meses de septiembre y octubre.
“Sanz en Vivo” ha sido un viaje que encendió motores en febrero de este año en la Ciudad de México donde batió récords de asistencia en el Auditorio Nacional con cinco fechas a casa llena y desde donde tuvimos la oportunidad de conversar con él vía zoom. Recuerdo durante el enlace que el entusiasmo de Sanz estaba a todo lo que daba. Esa tarde desde Auditorio Nacional nos dijo que aunque faltaba mucho por recorrer, tenía muchas ganas de volver a Los Ángeles, aunque eso significaba que ese era el día en que terminaría la gira por la Unión Americana.
De hecho, cuando le preguntamos si aprovecharía el final de la gira en LA para visitar la muestra de su amiga Shakira en el Museo del Grammy, dijo que sería “bonito poder ir a verla”. Y aunque el concierto fue en el Peacock Theater del centro de Los Ángeles, a solo unos metros del Museo del Grammy, no sabemos si logró hacer la visita al día siguiente, pero lo que sí sabemos es que este final de gira resultó ser un éxito para sus miles de seguidores que asistieron para despedirlo con aplausos y ovaciones.
En el público pudimos ver a la actriz peruana Stephanie Cayo, quien llegó acompañada de su madre. Ambas se mostraron muy emocionadas por ver al español en el escenario tras el momento de dudas y de complicaciones a nivel emocional que Sanz mostró a la mitad de su gira, cuando en redes sociales envió un mensaje que preocupó en gran medida a sus fans y colegas..
“No estoy bien. No sé si esto sirve de algo pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado. Por si alguien más cree que hay que ser siempre una brisa de mar o un fuego artificial en una noche de verano. Estoy trabajando para que se me pase… llegaré a los escenarios y algo dentro me dirá qué hacer. Pero a veces no quiero ni estar. Literalmente. Sólo por ser sincero. Por no entrar al ruido inútil. Sé que hay gente que se siente así. Si te sirve, yo me siento igual”, escribió el 26 de mayo en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, que ahora se conoce como X.
Tras estas palabras, los mensajes de apoyo hacia Sanz no se hicieron esperar. Hoy ese mensaje del artista nacido en Madrid, España, tiene 15.8 millones de vistas y miles de reacciones de apoyo y aliento para un artista que ha dedicado su vida a la música y a darle a su público las palabras, frases y estrofas que le permitan comprender el complicado lenguaje del amor en todas sus manifestaciones.
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Cuatro días después, Sanz volvió a manifestarse en redes diciendo: “Estos días he recibido mucho cariño por diferentes vías y las agradezco muchísimo todas. He tenido un fuerte brote este fin de semana y aunque todavía no termina de llegar la luz, parece que se ha despertado una luciérnaga en mi pecho. No quiero suspender la gira porque creo que con la ayuda correcta y un poco de comprensión y apoyo en los shows, lo vamos a sacar adelante. Además creo que encerrarme no es buena idea. Gracias por el calorcito. Vamos a por el día de mañana. El sol está de camino”, escribió Sanz, dejando en claro que estaba poniendo de su parte.
Luego de ese mensaje, cuatro meses después y tras haber completado su recorrido por España, Puerto Rico, Orlando y Miami, el madrileño volvió a manifestarse en redes. “En estas noches es cuando quisiera poder escribir a mis padres para decirles que estoy bien. Que lucho cada día, que me reconcilio con la vida cada día y que les echo de menos con toda mi alma. Nunca, todo es perfecto pero merece la pena la vida”, publicó
El 2 de octubre, recordó que hace un año y un día pudo develar su estrella en el Paseo de Hollywood, momento en el cual Los Angeles Times en Español tuvo la oportunidad de conversar con él.
Y finalmente, el sábado 14 de octubre de este año, Sanz pudo cumplir su compromiso con el público de Los Ángeles que no dudó en llenar el Peacock Theater para acompañarlo en el cierre de la gira estadounidense que, al final de cuentas, tiene un significado muy especial, porque con eso Sanz les demostró a todos que logró superar sus dudas y que “merece la pena la vida” y que encontrarse con él “valió la pena”, como lo diría el cantante Marc Anthony.
“En México lo queremos mucho a Alejandro y la verdad que me emociona mucho poder verlo aquí, sobre todo por todo lo que ha estado pasando a nivel emocional. Y gracias a que no se dejó llevar por las dudas y temores, hoy podemos verlo en concierto y se lo agradecemos realmente”, expresó Dolores López, una dama mexicana que asistió al concierto de Sanz en los Ángeles, quien además dijo ser seguidora de Sanz desde que lo escuchó por primera vez a finales de los 90.
A las 8:45 pm, las luces se apagaron, los gritos se hicieron presente y el público se puso de pie. Porque “No es lo mismo” que lo veas por la televisión que ver a “Sanz en Vivo” y más, luego de haberlo abrazado a través de las redes sociales cuando más lo necesitaba su ídolo.
“No es lo mismo”, fue precisamente el tema con el que Sanz abrió su concierto en Los Ángeles, al igual como ocurrió en los recitales que llevó a Buenos Aires, Santiago, Lima, Montevideo, Guadalajara, Torreón, Córdoba, Murcia y Alicante, donde cantó con llenos totales. En Los Ángeles el ambiente sabía a multitud.
Aquí lo hizo vestido de traje color rosa pálido, playera negra, tenis blancos, lentes oscuros y su cabellera corta en tono platinado. La última vez que se lo había pintado en un tono claro, antes de esta gira, fue cuando hizo la multipremiada colaboración con Shakira “La tortura” en el año 2005.
Ocho músicos, dos pianos, percusión, bajo, dos guitarras eléctricas, batería y dos coristas, lo acompañaron en el escenario de este recinto que antes había visitado cuando se llamaba Microsoft Theater.
“Buenas noches”, fueron sus primeras palabras al público. Muy diferente a Luis Miguel, que durante su visita a esta ciudad ni siquiera saludó ni tampoco interactuó verbalmente más allá de darle la mano a los privilegiados de la primera fila. Sanz tampoco habló mucho, pero el amor le brotada a flor de piel.
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Luego llegó el sencillo “Quisiera ser”, de su sexto álbum de estudio “El alma al aire”, mientras el público seguía de pie y Sanz cantaba con su guitarra al frente al sabor de esta balada rítmica que lanzó en el año 2000.
Marcando una pausa y en medio de la oscuridad, algunos se sentaron, mientras se escuchaban las notas del piano de cola, la percusión que se fue enlazando al igual que una trompeta, mientras Sanz seguía el compás chasqueando los dedos.
El sonido del cajón peruano también tuvo su momento de presentación, al tiempo que Carlos Marin ofrecía su destreza con la percusión y el trombón. En el piano los matices de Alfonso Pérez, sobresalían entre las imágenes de un mar bañado por los rayos de sol dándole paso al tema “Alma al aire”, “Regalame la silla donde te esperé” y sin pausa alguna el tema “Hoy llueve, hoy duele”.
Voz con destellos electrónicos fueron el preámbulo al sonido de un piano que acompañó a la balada “Desde cuándo”, cuyo videoclip Sanz grabó junto a la actriz mexicoamericana Eva Longoria. Le siguió “Mi marciana”, una suerte de canción que hizo brillar la batería de una jovencita que la tocaba, mientras le daba movimiento de libertad a su cabellera rebelde al lado de Sanz, quien al finalizar la pieza la abrazó con emoción.
“¿Cómo están? ¿todo bien?”, fueron otras de las palabras que compartió el español con su público angelino. “Este es el último concierto de la gira por Estados Unidos”, dijo y luego agregó con una sonrisa, la frase que nos quedó grabada desde que las escuchamos. “Una cosa… Sé buena gente y disfruta”.
Sanz quien siempre se ha caracterizado por invitar a talentosos exponentes a su escenario contó en esta oportunidad con el dominicano Cristiano, un joven vocalista queademás de acompañarlo en los coros, interpretó una pieza bailable del género pop. Sin duda, un exponente con mucho futuro.
Este viernes, la Cámara de Comercio de Hollywood le otorgó finalmente una de sus codiciadas estrellas en el Paseo de la Fama, y él no podría haber estado más contento.
Las luces se apagaron, mientras los teclados sobresalían entre la oscuridad. Alejandro apareció en lo más alto del escenario frente a imágenes de fuego para interpretar su éxito “La fuerza del corazón”, unos de los temas que lo dio a conocer en Latinoamérica en 1995, además de “Siempre es de noche”, otro de los sencillos de su álbum “Más”, de 1997.
Acto seguido, la imagen del torso desnudo de Sanz apareció en el fondo de la pantalla gigante. El tatuaje de una rosa en su espalda sobresalía, mientras Sanz apareció a un lado del escenario.
Luego se sentó al centro del escenario con sus dos coristas y uno de los guitarristas para interpretar la desgarradora balada “Cuando nadie me ve”.
“Arriba esa mano y le decimos a todo lo malo pa’ afuera”, fue otra de las frases que compartió con el público que junto a él levantó las manos para desechar todo lo malo que hay en sus vidas. Tal parece que eso le funcionó a él mientras necesitaba liberarse de lo que lo afligía.
El artista que fue reconocido en el 2017 como “Persona del Año” de la Academia Latina de la Grabación, lamentó en el escenario del Peacock no haber sido él quien escribió el tema “Yo no quiero”. “Esta canción no la escribí yo, la escribió Joaquin Sabina”, dijo antes de darle voz al éxito “Yo no quiero”.
Junto a su corista Karina interpretó “Looking for Paradise”, el tema que originalmente grabó con la cantante estadounidense Alicia Keys. Con su colorida guitarra, Sanz cantó en español y Karina lo hizo en inglés. Fue una exquisita versión que el público coreó y bailó en el recinto angelino.
Los acordes de “Amiga mía”, pusieron de pie a la audiencia nuevamente y con las cuerdas del guitarrista “Alexander”, mezcló su interpretación con “Hay un universo de pequeñas cosas”.
Con la llegada de otra guitarra a sus manos, Sanz le dio una mala noticia a sus fans. “Estamos llegando al final del concierto. Es una tragedia”, dijo entre los gritos de los presentes.
Pero antes de hacerlo hizo una invitación en su escenario. “Quiero invitar a un maestro que me ha inspirado, un hombre que quiero y que tengo el privilegio de llamar amigo, el señor Arturo Sandoval”, dijo ante el aplauso del público.
Sandoval, el laureado músico que en noviembre será galardonado con el Premio a la Excelencia Musical junto a Manuel Mijares, las españolas Ana Torroja y Carmen Linares, la brasileña Simone y la banda argentina Soda Stereo, llegó al escenario de Sanz con su trompeta para acompañar al español en su interpretación de “Labana”, una pegajosa salsa con la excitante presencia de la percusión y esta vez con el brillo que le supo imprimir el virtuoso trompetista cubano. Sin pausa alguna le dieron paso a otro ritmo tropical titulado “La Rosa” para mantener emocionada a la multitud.
“Estamos llegando al final del concierto”, volvió a repetir en el escenario mientras sonaban los acordes de “Corazón Partío”, el clásico de Sanz que el público terminó interpretando al unísono en la elegante sala angelina con capacidad para 7100 asientos.
Con las luces apagadas y las emociones al máximo, el público pidió “otra, otra, otra”, por lo que Sanz regresó con su guitarra en mano para entonar “Viviendo deprisa” junto a los coros del público. “Yo me quedo aquí” es la última estrofa de este tema y al parecer lo estaba por cumplir porque llegaron cinco temas más al repertorio final de sus concierto.
Sentado al piano, arrancó los gritos de los fans con los acordes de “¿Lo ves?”, mientras en la pantalla de fondo se reflejaba la nieve cayendo en pleno Los Ángeles. Con algunos de sus dedos vendados, Sanz tocó el piano con evidente sentimiento. Luego se levantó sonriente y le dio la mano a los de la primera fila en señal de agradecimiento.
Con toda la orquesta en pleno complació con “Mi soledad y yo” y el hit de sus inicios “Y si fuera ella”. En medio de su interpretación recibió una pequeña bandera de Venezuela, igualmente tocó una de Perú, pero la fanática no la soltó.
Una lluvia de confeti de colores baño el Peacock y de esta manera cerró su gira en Estados Unidos, país donde Sanz compartió escenario con invitados de lujo como Elena Rose, Camilo, Ha*Ash, Beatriz Luengo, Yotuel y Arturo Sandoval, quien fue su invitado en Los Ángeles.
Tras este último tramo de la gira, Sanz regresará a México, donde finalizará con presentaciones en Tijuana, Hermosillo, Culiacán y León, para luego cerrar en diciembre con un show en Barcelona y otro en Madrid, dando por finalizada su tour “‘SANZ en Vivo”.
Sanz estará compitiendo y actuando este 16 de noviembre en los Latin Grammy que se celebrarán en Sevilla, España en la categoría a Canción del Año y en la de Grabación del Año por “Correcaminos”, donde comparte credito con Danny Ocean, además de los productores Alizzz, Frank Lozano y Alfonso Pérez, además del ingeniero de grabación Lewis Pickett y el mezclador Miguel Ángel González.
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