Anuncio

A los 80, John Fogerty sacudió el Hollywood Bowl con su explosivo rock’n’roll

John Fogerty durante su concierto en el Hollywood Bowl, el 6 de julio del 2025.
John Fogerty durante su concierto en el Hollywood Bowl, el 6 de julio del 2025.
(Timothy Norris/LA Phil)

Seis semanas después de haber llegado a las ocho décadas de vida, John Fogerty regresó al Hollywood Bowl -donde se ha presentado varias veces- para ofrecer una fecha de su “Celebration Tour” que no fue un simple compromiso, sino una poderosa exhibición de rock’n’roll en la que los momentos de mayor intensidad provinieron de él mismo.

Sería absurdo decir que no se trató de un acto de nostalgia, porque si bien hubo en el repertorio un tema del 2013 (“Mystic Highway”) y otro de 1997 (“Joy of My Life”, que, obviamente, ya no califica en el plano de ‘novedad’), 18 de las 24 canciones interpretadas provinieron de la cosecha de Creedence Clearwater Revival (CCR), una banda emblemática en la historia del género que se separó definitivamente en 1972.

En teoría, las mismas composiciones fueron tocadas de la manera en que han sido grabadas para “Legacy”, un álbum que se lanzará el próximo mes de agosto y que se encontrará conformado por esas piezas, cuyos derechos regresaron finalmente a los dominios de Fogerty de manera completa hace dos años, luego de una larguísima batalla legal con su disquera original.

Pero lo cierto es que, lejos de hacer versiones distintas en la nueva placa, el aludido intentó reproducir del mejor modo posible el sonido de las originales, como lo ha dicho él mismo.

Anuncio

A fin de cuentas, y más allá de lo que se quiera decir sobre lo que pasó entre él y sus compañeros de banda, Fogerty escribió todos los temas propios en seis de los sietes álbumes de CCR. Esto se suma al hecho de que, además de ser el vocalista, era el guitarrista líder y hasta tocaba la armónica, lo que le debería darle de inmediato toda clase de reconocimientos.

En el Bowl, pese al considerable paso del tiempo, el hombre cumplió las tres funciones de manera sobresaliente, incluso en lo que respecta a un desempeño vocal que no es evidentemente el mismo que el de sus mejores épocas, pero que sigue siendo increíblemente consistente, lo que es sorprendente cuando se considera que su estilo ha sido siempre muy raspado y muy poderoso.

Parado durante las dos horas de concierto, moviéndose enfáticamente cuando era necesario y sin tomar descansos ni beber un sorbo de agua (lo que resulta llamativo en vista de todo el esfuerzo físico que hace), Fogerty desafió las reglas de la edad con una actuación memorable que fue reconocida por la gran multitud presente, pero que ameritaba sin duda alguna un mayor entusiasmo (aunque era claro que la audiencia era por lo general bastante mayor).

Naturalmente, el público se inclinaba hacia el lado anglosajón; pero escuchamos voces en español dentro y fuera del auditorio, lo que tiene sentido en vista de que la música del protagonista de la velada ha cruzado todas las fronteras.

Por ese lado, no es gratuito recordar que, en el 2016, se lanzó “Quiero Creedence”, un disco de homenaje a CCR en el que participaron Juan Gabriel (con una adaptación realmente lograda de “Have You Ever Seen the Rain?”), El Tri, Bunbury y hasta ‘nuestra’ Marisoul.

Los trámites empezaron cerca de las 8 de la noche y sin tomar atajos, porque lo primero que brotó del escenario fueron las notas de “Bad Moon Rising”, un emblemático corte en el que las melodías alegres llegan acompañadas por un discurso apocalíptico.

Anuncio

Poco después, el ‘boogie’ se impuso en “Green River”; pero la temperatura -que era bastante fría para una noche de verano- se elevó considerablemente con “Born on the Bayou”, que es, a mi parecer la pieza más poderosa de CCR, y que, curiosamente, fue seguida por “Who’ll Stop the Rain”, un tema inclinado hacia el folk en el que, sin dejar de lado la fuerza vocal, Fogerty demostró su capacidad para las armonías placenteras.

Durante su carrera con Creedence, el cantante y guitarrista creó muchas canciones que forman indiscutiblemente parte del historial más reconocido del rock clásico; por ese lado, las obras descritas se vieron sucedidas por otras de las mismas dimensiones, como la mencionada “Have You Ever Seen the Rain?”, “Fortunate Son” y “Proud Mary” (que fue la del cierre). El simple hecho de escucharlas en tan buenas condiciones y en un ambiente tan agradable como el de este recinto hollywoodense era ya motivo de satisfacción.

Otro momento del show.
(Timothy Norris/LA Phil)

Pero el asunto no quedó ahí, claro. También hubo espacio para algunas relativas rarezas, como “Effigy”, una pieza lenta, pesada, reflexiva y psicodélica, con alusiones al cargado ambiente social de los ‘60, que se impuso sin problemas; y “Fight Fire”, una suerte de proto punk original de Golliwogs, la banda anterior a CCR, que fue cantada con desmedido entusiasmo por Tyler, uno de los dos hijos de John que forman parte de su banda actual.

El único momento en el que el maestro dejó de dedicarse a la música durante unos minutos fue cuando ofreció un breve discurso con sabor a anécdota que lo llevó a contar la historia de la legendaria Rickenbacker de 1969 con la que grabó los clásicos más grandes de CCR y que modificó para imitar los tonos de guitarra de sus ídolos Jimmy Page, Jeff Beck y Eric Clapton.

Tiempo después, afectado por el desamor y su mala situación del momento, decidió regalarsela a un joven músico, y no volvió a verla hasta hace el 2023, cuando su esposa Julie -con la que lleva más de tres décadas de casado- la encontró y se la devolvió envuelta en papel de regalo durante la Navidad. “Después de 44 años, he recuperado a mi pequeña”, dijo el oriundo de Berkeley, California.

Anuncio
Una imagen del Hollywood Bowl durante el concierto.
Una imagen del Hollywood Bowl durante el concierto.
(Timothy Norris/LA Phil)

Julie fue justamente homenajeada a través de “Joy of My Life”, una de los pocas piezas de la carrera solista de Fogerty que se escucharon, y que también incluyeron a la accesible “Centerfield” y a la contundente “The Old Man Down the Road”, interpretada a través de un largo jammin’ que nos permitió apreciar un explosivo duelo de guitarras entre el líder y su otro hijo en la agrupación del presente, Shane (quien hizo únicamente solos en ese momento, pero demostró entonces lo bueno que es en esos menesteres).

Se pueden decir muchas cosas de John Fogerty. No faltan los que lo acusan de haber sido el causante directo de la debacle de CCR por sus afanes de control y de perfeccionismo, así como por la toma de decisiones comerciales inadecuadas sin consultar a sus compañeros. Su descarada apropiación de la cultura sureña en cuanto a temáticas y hasta la forma que tiene de hablar, pese a ser un tipo nacido y criado en California, es ciertamente polémica. Y es verdad que, en sus más de medio siglo como solista, no ha logrado llegar ni por asomo al nivel de excelencia que tuvo en los dos años más exitosos de su mítica banda.

Pero esa misma excelencia dependió principalmente de sus esfuerzos, y los ‘hits’ descomunales que creó mantienen todavía su vigencia, como sucede con “Fortunate Son”, un himno contra la guerra y los privilegios de clase que sigue poniendo la carne de gallina y sonando como un grito de batalla absolutamente pertinente.

Anuncio