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Los grandes éxitos y fracasos tecnológicos de 2016

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Este año estuvo colmado de noticias tecnológicas y muchas de ellas terminaron en desastre para las empresas que las protagonizaron.

Desde baterías de celulares que explotaban sin previo aviso, hasta noticias falsas que inundaron las redes sociales en plena campaña electoral estadounidense o un vehículo sin conductor que causó la muerte de una persona.

Son solo algunos ejemplos que dañaron la imagen -y reputación- de gigantes tecnológicos como Samsung, Facebook y Tesla.

Pero también hubo historias positivas sobre nuevos productos y tecnologías nunca antes imaginadas.

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Comencemos por lo bueno.

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Los éxitos

La fiebre de Pokémon Go

En verano de este año nació un juego para teléfonos inteligentes que se acabaría convirtiendo en un fenómeno tecnológico global.

Su éxito fue efímero, pero rotundo.

Pokémon Go logró que cientos de millones de personas en todo el mundo se imbuyeran -todavía más- en las pantallas de sus celulares con un propósito común: cazar pokemones.

Causó tal furor que hasta ocasionó problemas para las autoridades de varios países, que tuvieron que intervenir para que los jugadores no entraran en algunos lugares.

El juego de realidad aumentada fue, de hecho, lo más buscado en Google este año, según el último informe generado por la compañía.

Y, aunque el número de jugadores ha decrecido considerablemente, pasará a la historia como uno de los mayores éxitos de un videojuego para celulares.

Inteligencia artificial para el hogar

La tecnología ya se ha convertido en nuestra asistente personal por excelencia.

Este año, Amazon lo confirmó de la mano de Echo, un altavoz inteligente que los usuarios pueden controlar a través de su voz y que lanzó este año en Europa.

Pero no fue la única empresa tecnológica que apostó por los asistentes virtuales para el hogar. Google le hizo la competencia con Home, un pequeño altavoz con wifi que promete ser un centro multimedia doméstico.

Ambos dispositivos sirven de referente para sus asistentes, Alexa (Amazon) y Google Assistant.

Se trata de asistentes omnipresentes a los que podemos conectar todo tipo de dispositivos e interactuar con ellos.

Y una innovación tecnológica que está cambiando, poco a poco, nuestros hábitos fuera y dentro del hogar.

La gran apuesta por la realidad virtual

Este ha sido un año importante para la realidad virtual.

Los nuevos dispositivos de HTC, Oculus, Samsung, Google y Playstation (Sony) revolucionaron la forma de consumir información audiovisual y entretenernos, entre muchas otras cosas.

Además, la BBC estrenó su primera película en realidad virtual, The Turning Forest. Muchos esperan que este tipo de tecnología transforme la industria cinematográfica.

La realidad virtual llegó incluso al sector de la pornografía. De hecho, un festival en Tokio que presentaba novedades en este campo no pudo realizarse por exceso de público.

Las retransmisiones en vivo a través de las redes sociales

Durante este año, las retransmisiones en directo a través de Facebook Live y Periscope, de Twitter, se hicieron enormemente populares, sobre todo, a través de dispositivos móviles.

Al principio solo lo eran entre los usuarios individuales, después fueron las empresas y, finalmente, medios de comunicación de todo el mundo se sumaron a la tendencia.

La popularidad de los videos en directo, que proporcionan una forma de conectar con las audiencias y agregar espontaneidad y frescura al contenido, está haciendo de los videos un formato cada vez más prominente.

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Los fiascos

Galaxy Note 7 y la crisis de Samsung

Uno de los fracasos tecnológicos más sonados de este año fue el del Galaxy Note 7, el teléfono de Samsung cuya batería explotaba y que causó gran controversia incluso en aerolíneas de todo el mundo, que prohibieron su uso dentro de sus aeronaves por temor a posibles accidentes.

Finalmente, Samsung tuvo que detener la producción del aparato.

La compañía coreana se enfrentó a una crisis empresarial sin igual en su historia que no solo causó el desplome de sus acciones, sino también pérdidas de beneficios y, sobre todo, un daño incalculable a su reputación.

Las noticias falsas en Facebook

Otro gran escándalo fueron las noticias falsas que se distribuyeron en Facebook. Algunas aseguraban que Donald Trump nació en Paksitán. Otras, que Yoko Ono había tenido una aventura amorosa con Hillary Clinton.

La frecuencia con la que aparecieron y la velocidad a la que difundieron las noticias falsas durante la campaña electoral de Estados Unidos llevó a muchos a preocuparse.

Facebook sigue siendo una empresa exitosa, pero este año se enfrentó a retos improcedentes que generaron dudas en algunos de sus usuarios sobre cómo pretende hacer del mundo un lugar “más abierto y conectado”.

La explosión de SpaceX y el accidente mortal de Tesla

El 1 de septiembre, un cohete de la compañía aeroespacial SpaceX, del multimillonario Elon Musk, explotó en medio de una operación de lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida, EE.UU.

Ocurrió durante una prueba del cohete no tripulado Falcon 9 y se debió a una “anomalía”, explicó la compañía.

La carga útil del cohete era un satélite de comunicaciones israelí Amos-6 -que desapareció con la explosión- el cual Facebook pensaba utilizar para ofrecer banda ancha en África subsahariana.

Dos meses más tarde, Musk apareció en el canal CNBC explicando el fallo y habló de problemas relacionados con la combinación de helio líquido, materiales del cohete y el congelamiento de oxígeno sólido.

Antes de este accidente, sin embargo, otra compañía fundada por Musk, Tesla, había protagonizado otro escándalo: el accidente de uno de sus autos con piloto automático, que resultó en la muerte de una persona.

Fue el primer accidente de un auto sin conductor en el que moría un ocupante.

El fiasco del “iPhone de la bellota”

Otro de los grandes fiascos tecnológicos de este año ocurrió en España.

Concretamente, una empresa de un pueblo de Extremadura llamado Zafra y cuyo nombre dio la vuelta al mundo por su teléfono Zetta, que pretendía competir con los iPhone de Apple.

Su logo con una bellota mordisqueada al estilo del de la empresa californiana no pasó inadvertido entre los compradores.

Pero, finalmente les acusaron de fraude por en realidad vender teléfonos chinos de la marca Xiaomi modificados.

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