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A medida que el coronavirus se propaga en Ecuador, los cadáveres se van acumulando en las calles

Ataúdes envueltos se encuentran en la parte trasera de una camioneta en las afueras de un hospital en Guayaquil, Ecuador, el 1 de abril de 2020.
(Enrique Ortiz / AFP TV/Getty Images)
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Los cadáveres agobian a Guayaquil, una ciudad portuaria de 2.8 millones de habitantes en el epicentro de la crisis del coronavirus en Ecuador.

En los últimos días, varios cuerpos fueron envueltos en plástico y dejados en las calles. Otros han yacido sin reclamar en hospitales y clínicas que se encuentran saturados de pacientes. La morgue de la ciudad está llena.

Se cree que la mayoría de los muertos son víctimas del virus, pero nadie puede decir con seguridad cuántos.

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Se han realizado muy pocas pruebas para detectar el virus.

El país ha confirmado 2.700 infecciones y 93 muertes, 60 de ellas en Guayaquil y sus alrededores. Pero los funcionarios municipales dijeron que han recuperado al menos 400 cuerpos en los últimos días.

La alcaldesa Cynthia Viteri, que anunció que ha dado positivo en las pruebas del virus, dijo que el gobierno nacional debería ser responsable de la recolección de los cadáveres.

“Los están dejando en los pueblos, caen frente a los hospitales”, manifestó en un mensaje de video en Twitter a los residentes la semana pasada. “Nadie quiere recuperarlos”.

La mayoría de las personas cuyos cuerpos han sido encontrados en la calle eran probablemente indigentes, expuso Héctor Galarza, un publicista de Guayaquil. “Pero está generando pánico”.

El lunes, un exalcalde anunció la formación de un “comité de crisis” de líderes empresariales, gubernamentales y académicos cuyos objetivos incluyen “resolver el transporte y el entierro de la enorme cantidad de cadáveres que se acumulan en las clínicas y hospitales que atienden la pandemia”.

Juan Carlos Freire, un abogado de la ciudad, señaló que la frustración pública está creciendo.

“La gente pide que alguna autoridad se haga cargo de los muertos, pero la falta de respuesta hace que se queden en las calles del centro de Guayaquil”, manifestó.

La alcaldesa dijo el martes que los cuerpos no reclamados están siendo colocados en tres contenedores de carga refrigerada mientras las autoridades siguen con los planes para un nuevo cementerio. El gobierno de la ciudad niega los informes de noticias de que el nuevo cementerio será una fosa común con todas las víctimas enterradas juntas, asegurando en un comunicado de prensa que todos recibirán un “entierro cristiano”.

Entre 500 y 1.000 pacientes por día se presentan con problemas respiratorios en el hospital más grande de Guayaquil, Los Ceibos, informaron las autoridades allí. Muchas son falsas alarmas, pero el alto volumen ha estresado al centro médico hasta el punto de ruptura.

La Asociación Nacional de Enfermeras dijo que se cree que hasta 370 enfermeras en todo el país han sido infectadas y que cinco han muerto.

El primer caso conocido de coronavirus en el país, confirmado el 29 de febrero, fue una mujer de 70 años que había llegado dos semanas antes de Italia y residía en las afueras de Guayaquil.

Murió dos semanas después, cuando el presidente Lenin Moreno había impuesto estrictas restricciones a los viajes internacionales y nacionales. Las fronteras de Ecuador fueron selladas el 16 de marzo.

Sin embargo, los residentes de Guayaquil, una bulliciosa ciudad portuaria llena de mercados abiertos, tardaron en tomar en serio las restricciones impuestas por el gobierno nacional y local.

Hace dos semanas, la alcaldesa utilizó vehículos de la ciudad para bloquear las pistas del aeropuerto internacional de Guayaquil a fin de impedir el aterrizaje de un vuelo de KLM patrocinado por los gobiernos europeos para recoger a los ciudadanos varados en Ecuador por las restricciones de viaje. Se temía que la tripulación aérea pudiera infectar a los ciudadanos locales.

El avión finalmente aterrizó en Quito, la capital, donde 170 extranjeros abordaron para un vuelo de regreso a Amsterdam.

Viteri anunció en Twitter que seguirá trabajando todo el tiempo que pueda para “proteger a los guayaquileños en un momento tan difícil como éste”.

“Estaré donde estoy y como estoy”, escribió. “No dejen sus casas, protejan a los ancianos y a los más débiles, y cuiden unos de otros”.

Los corresponsales especiales Jaramillo Viteri y Kraul informaron desde Quito (Ecuador) y Bogotá (Colombia), respectivamente.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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