El qué y porque desde Washington: Honduras, el narco estado

No soy hondureño, pero nací en América Latina, y por eso me duele escribir el título de esta columna. Porque sabemos que las pruebas señalan hoy a Honduras, aunque este pequeño país centroamericano, no es el único infectado hasta la médula de las altas posiciones políticas con la peste de las drogas.

Hoy es el ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández quien enfrenta múltiples cargos en Estados Unidos por tráfico de drogas. Pero, otra vez, es el que cayó ahora… No es el único. Desgraciadamente de arriba abajo del continente hay sospechas y acusaciones contra presidentes que protegen a los narcos ante la mirada incrédula de la gente en sus países que se da cuenta de esta abierta asociación criminal.

Lo distinto, es que en el caso del ex presidente de Honduras, los cargos de usar dinero del tráfico de drogas para financiar campañas políticas están llenos de acciones y hechos que respaldan las acusaciones. Eso hace que los fiscales sepan que un jurado en Estados Unidos no tendrá mucha dificultad en encontrarlo culpable. Lo peor, las acusaciones más graves y los cargos más serios provienen del hermano del ex presidente. Aunque recuerde usted que mientras no tengamos los pelos en la mano… no podemos afirmar de que color es la burra. El ex presidente de Honduras dice ser inocente y en realidad continuará siéndolo hasta que una corte de justicia demuestre lo contrario.

Vayamos hacia atrás

Al 30 de marzo del año pasado Juan Antonio Hernández, “Tony” un exdiputado hondureño que había sido detenido en Miami en 2018, bajo sospecha de narcotráfico, fue presentado ante una corte en el bajo Manhattan en Nueva York, para ser sentenciado después de haber sido encontrado culpable de cargos de tráfico de drogas ilegales.

Durante un juicio en el Distrito Sur de Nueva York, Hernández fue declarado culpable de participar en el contrabando de por lo menos ciento ochenta y cinco mil kilos de cocaína a Estados Unidos. Para que usted lo ponga en perspectiva 185 kilos de coca, son suficientes para suministrar cinco dosis a todos los habitantes de Estados Unidos.

Según el testimonio de los testigos, Hernández fue ayudado en su empresa criminal por su hermano Juan Orlando Hernández, que uso su altísimo cargo de presidente de Honduras para hacer más fácil ese tráfico de drogas. Los fiscales de Estados Unidos acusaron a los hermanos Hernández de haber ayudado a mover la cocaína colombiana a través de Honduras y hacia Estados Unidos, para meterlo al país a veces en colaboración con el cártel mexicano de Sinaloa.

El día de la sentencia de Tony Hernández, cientos de hondureños que viven en Nueva York fueron a ver como al hermano del ex presidente los fiscales le habían borrado la sonrisa, la misma con la que se ganó en su país el apodo de “fanfarrón extrovertido”.

El juicio de los fiscales describió la carrera de corrupción con la que Tony Hernández ayudó a transformar a su pequeño país en un narco estado virtual.

Las pruebas presentadas a los jurados que condenaron a Hernández mostraron como Tony controló las ventas de armas de alto calibre a los narcotraficantes, y como fue el, quien alertó a sus socios traficando cocaína colombiana, del trabajo de Estados Unidos entrenando pilotos hondureños para incursiones nocturnas de vigilancia.

Las pruebas finalmente mostraron como Tony uso millones de dólares de la venta de drogas, para financiar las elecciones de su partido a nombre de su hermano el presidente, y como ambos aceptaron un millonario soborno de Joaquín (El Chapo) Guzmán, entonces jefe del cártel de Sinaloa. Los cargos de tráfico de armas y drogas datan del año 2004, aunque Juan Orlando Hernández sirvió como presidente de Honduras del 2014 al 2022

El cargo más serio mostró a Tony Hernández … “Como un peligrosos hampón, que bajo la protección y complicidad de su hermano, el presidente, creo durante años operaciones de tráfico de drogas patrocinadas por el Estado”.

Esta asociación delictiva dejo a Honduras como “uno de los principales puntos de transbordo de cocaína en el mundo” y “uno de los sitios más violentos del planeta”.

El hermano de Tony el hoy ex presidente Hernández dice ser inocente, y sus abogados han mostrado como muchos de los testigos de cargo son otros narcos que buscando reducir sus sentencias, testificaron falsamente en contra de Tony Hernández y de su hermano el presidente. Pero los fiscales negando que se trate de fabricaciones, mostraron evidencia que incluyó un libro de ganancias de drogas, que contenía las iniciales del presidente J.O.H., como se le conoce universalmente en Honduras.

Los fiscales también mostraron pruebas de Tony Hernández portando una Uzi inscrita con el nombre de Juan Orlando Hernández y el título; presidente de la república.

El objetivo de Estados Unidos es traer al ex presidente Hernández ante un tribunal federal para enfrentar esos y otros “nuevos” cargos.

El Departamento de Justicia en Washington hasta el momento no ha comentado nada sobre la solicitud de extradición. Pero eso no le quitó a esta semana el dramatismo de ver el martes 15 de febrero a la policía hondureña arrestando al ex presidente fuera de su casa

En increíbles imágenes en video se vio a la policía nacional de hondureña, poniéndole a Orlando Hernández que acababa de terminar en sus funciones como presidente del país, un chaleco antibalas, antes de escoltarlo y sacarlo de su propia casa.

La policía también le puso grilletes en los tobillos y las muñecas, y luego lo llevó a un coche de la policía que esperaba para llevarlo a un centro de detención. La policía nacional hondureña dice que ellos hicieron arrestar a Hernández a petición de Estados Unidos.

Esa petición de arresto, de Estados Unidos, establece oficialmente que el ex presidente de Honduras enfrenta cargos por tráfico de drogas en este país.

Regresemos al presente

Al día siguiente, de su arresto, el miércoles por la mañana el ex presidente Hernández hizo su primera aparición en un tribunal de Honduras para su primera audiencia de extradición.

Fue en esa audiencia, que el juez hondureño, básicamente dijo que Hernández necesita permanecer detenido de forma provisional, mientras estas audiencias de extradición se realizan. La próxima audiencia está fijada para mediados de marzo.

Después, se podría ver eventualmente al ex presidente siendo extraditado a Estados Unidos. Y tan dramático como es ver al ex presidente de un país ser objeto de una orden de captura y de extradición, la duda que queda es si otros presidentes socios del narco caerán por su propio peso; o si fueron las acciones de Tony Hernández, el hermano de Juan Orlando, quien lo llevo a la caída. La duda es también, si esas acciones son las que hicieron posible que exista la orden de extradición contra el ex presidente.

Por cierto, Tony el hermano está ya cumpliendo una sentencia de por vida en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos por sus múltiples delitos traficando armas y drogas.

Extradición o no extradición

No está claro si, o cuándo, el ex presidente será extraditado a Estados Unidos y si será acusado de delitos en su país. Se espera que la Corte Suprema de Honduras se pronuncie sobre si concede la solicitud de extradición y sobre las otras cuestiones.

Un juez de la Corte Suprema que fue designado el martes para escuchar el caso de Hernández, está afiliado al partido del expresidente, y tiene un historial de absolver a sospechosos en casos de corrupción.

Honduras, que depende en gran medida de la ayuda estadounidense, nunca ha negado una solicitud de extradición a Estados Unidos. Pero un caso contra un presidente reciente no tiene precedentes. Además, recuerde usted que en Latinoamérica cuando se trata de Estados Unidos, las cosas se descuentan bajo, pretexto de que es una venganza política. Juan Orlando Hernández después de 8 años en la presidencia y de muchos favores hechos a sus allegados hoy aún conserva un apoyo importante en el sistema judicial de su país.

Así que este usted listo porque la batalla legal que decidirá el futuro de Hernández podría prolongarse durante semanas o incluso meses.

Dos elementos más

La nueva presidenta de Honduras, Xiomara Castro, acusó a Hernández de convertir a Honduras en una “narco dictadura”. Y eso es lo que la llevo a la victoria electoral. Recuerde usted las caravanas de desesperados hondureños migrando a Estados Unidos, todos ellos afirmando que el sistema de criminalidad, corrupción e impunidad habían vuelto un infierno de su país.

La extradición de Juan Orlando Hernández será también una prueba en política exterior para el gobierno de Joe Biden, que ha tenido muchas dificultades afirmando su influencia en Centroamérica.

Hoy lo que ocurra con el ex presidente hondureño será seguido muy de cerca por sus vecinos Guatemala, El Salvador y Nicaragua, cuyos líderes han desmantelado constantemente las instituciones anticorrupción, a pesar de las protestas de la administración Biden, y cuyos círculos internos han estado implicados en escándalos de corrupción.

Mientras, los lideres de Venezuela, Nicaragua y Cuba estarán pendientes de que ocurre con el ex presidente Hernández, al menos uno de ellos, Venezuela es mencionado constantemente como socio de la empresa criminal de Honduras dejando pasar hasta 500 toneladas de droga sudamericana a los Estados Unidos.

Se da usted cuenta… los Narco estados no se crean, ni crecen solos.