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Primeros camiones de ayuda entran en Gaza, pero aliados amenazan a Israel con sanciones y exigen más

Camiones con ayuda humanitaria para la Franja de Gaza se ven en el cruce de Kerem Shalom
Camiones con ayuda humanitaria para la Franja de Gaza se ven en el cruce de Kerem Shalom en el sur de Israel, el lunes 19 de mayo de 2025, al día siguiente de que Israel dijera que permitiría la entrada de ayuda en el territorio.
(Ohad Zwigenberg / Associated Press)

Los primeros camiones de ayuda entraron a Gaza el lunes luego de casi tres meses de bloqueo de alimentos, medicinas y otros suministros por parte de Israel, informaron la ONU y el gobierno israelí, que reconoció la creciente presión que enfrenta de sus aliados, incluido Estados Unidos.

Cinco camiones que transportaban alimentos para bebés y otra ayuda que se requiere con desesperación entraron en el territorio de más de 2 millones de palestinos a través del cruce de Kerem Shalom, según COGAT, el organismo de defensa israelí encargado de coordinar la ayuda a Gaza.

El jefe humanitario de Naciones Unidas, Tom Fletcher, expresó que se trata de un “acontecimiento bienvenido”, pero señaló que los camiones sólo son una “gota en el océano de lo que se necesita urgentemente”. Expertos en seguridad alimentaria advirtieron la semana pasada sobre la posibilidad de hambruna en Gaza. Durante el último alto el fuego al que Israel puso fin en marzo, unos 600 camiones de ayuda entraban a Gaza cada día.

Fuerzas israelíes operan a lo largo de la frontera
Fuerzas israelíes operan a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza, el lunes 19 de mayo de 2025, en el sur de Israel.
(Ohad Zwigenberg/AP)

Fletcher indicó que se autorizó el ingreso a Gaza de cuatro camiones adicionales de la ONU. Esos camiones podrían entrar el martes, informó el COGAT. Fletcher agregó que, dada la situación caótica sobre el terreno, la ONU prevé que la ayuda pueda ser saqueada o robada, un problema creciente a medida que los recursos se vuelven cada vez más escasos.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu señaló que su decisión de reanudar la ayuda “mínima” a Gaza llegó después de que sus aliados dijeran que no podrían apoyar la nueva ofensiva militar de Israel si hay “imágenes de hambre” provenientes del territorio palestino.

Poco después de que Israel anunció que los primeros camiones entraron en Gaza, el Reino Unido, Francia y Canadá emitieron una enérgica declaración conjunta en la que calificaron la ayuda de “totalmente inadecuada”. Amenazaron con tomar “acciones concretas” contra Israel, incluidas sanciones, por sus actividades en Gaza y la Cisjordania ocupada, instando al gobierno israelí a detener sus nuevas acciones militares “atroces” en Gaza.

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Netanyahu condenó la declaración conjunta y dijo que se trataba de “un gran premio para el ataque genocida contra Israel el 7 de octubre” de 2023 .

El fin de semana, Israel lanzó una nueva ola de operaciones aéreas y terrestres en Gaza, y el Ejército ordenó la evacuación de su segunda ciudad más grande, Jan Yunis, donde una operación masiva previa en la guerra de 19 meses dejó gran parte del área en ruinas.

Israel dice que está presionando a Hamás para que libere a los rehenes que quedan del ataque del 7 de octubre, el cual desató la guerra. Hamás ha dicho que los liberará a cambio de un alto el fuego duradero y la retirada israelí.

Netanyahu reiteró el lunes que Israel planea “tomar el control de toda Gaza”. Ha dicho que el gobierno alentará lo que dice es la emigración voluntaria de gran parte de la población de Gaza a otros países, algo que los palestinos han rechazado.

Aliados presionan a Israel

En un comunicado en video, Netanyahu indicó que los “mejores amigos de Israel en el mundo” le habían dicho: “No podemos aceptar imágenes de hambre, hambre masiva. No podemos soportar eso. No podremos apoyarlo a usted”.

El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, que ha expresado su pleno apoyo a las acciones de Israel y culpa a Hamás por las muertes en Gaza, ha expresado una creciente preocupación por la crisis de hambre. Trump —quien omitió Israel en su gira por la región la semana pasada— expresó su preocupación, al igual que el secretario de Estado Marco Rubio.

El comunicado en video de Netanyahu parecía destinado a apaciguar la ira de su base nacionalista por la decisión de reanudar la ayuda. Dos socios gubernamentales de extrema derecha han presionado al primer ministro para que no permita la entrada de ayuda a Gaza.

La ayuda que se permitiría sería “mínima”, expresó Netanyahu, y serviría de puente hacia el comienzo de un nuevo sistema para la entrega de ayuda en la franja, en el que una organización respaldada por Estados Unidos la distribuirá en centros organizados en Gaza en los que el ejército israelí se hará cargo de la seguridad.

Israel dice que el objetivo del plan es evitar que Hamás acceda a la ayuda, ya que, según el gobierno israelí, el grupo armado la utiliza para fortalecer su dominio sobre Gaza.

Agencias de la ONU y grupos de ayuda humanitaria han rechazado el plan, diciendo que no llegará a suficientes personas y que usaría la ayuda como arma en contravención de los principios humanitarios. Han rechazado participar.

Según funcionarios de ayuda humanitaria familiarizados con el plan, este implicará establecer puntos de distribución principalmente en el sur de Gaza, obligando a muchos palestinos a moverse hacia el sur una vez más. El reciente alto el fuego permitió que cientos de miles regresaran a sus hogares en el norte.

Amenaza de sanciones

La declaración de Francia, Canadá y el Reino Unido representa una de sus críticas más significativas a la gestión de Israel de la guerra en Gaza y sus acciones en Cisjordania.

“Nos oponemos a cualquier intento de expandir los asentamientos en Cisjordania”, expresaron los tres países, calificándolos de ilegales.

Esas naciones señalaron que siempre han apoyado el derecho de Israel a defenderse contra el terrorismo, pero consideraron desproporcionada la intensificación militar en Gaza. Previamente esos aliados criticaron la nueva propuesta respaldada por Estados Unidos para la entrega de ayuda en Gaza, diciendo que no iría en línea con el derecho humanitario.

Canadá ya ha impuesto varias sanciones contra Israel en los últimos dos años con respecto a la violencia de colonos en Cisjordania. No estaba claro hasta dónde puede actuar Francia unilateralmente, dado que es miembro de la Unión Europea.

En una carta separada el lunes, los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Italia, Japón y otros 18 países —sin incluir a Estados Unidos— pidieron a Israel que reabra completamente la entrega de ayuda humanitaria a Gaza por parte de la ONU y las organizaciones no gubernamentales.

La guerra en Gaza comenzó cuando milicianos encabezados por Hamás atacaron el sur de Israel, matando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a otras 251. Los milicianos aún mantienen a 58 cautivos, de los cuales aproximadamente un tercio se cree que están vivos, después de que la mayoría del resto fueran devueltos en acuerdos de alto el fuego u de otro tipo.

La respuesta de Israel, que ha destruido grandes extensiones de Gaza, ha provocado la muerte de más 53.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes en su conteo. La guerra ha obligado a desplazarse al 90% de los habitantes en Gaza, la mayoría de ellos varias veces.

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