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Policía Chicago anuncia límites al uso de fuerza letal en sus procedimientos

El Departamento de Policía de Chicago limitará el uso de la fuerza en sus procedimientos, en particular cuando se vea obligado a disparar contra los sospechosos, indican disposiciones anunciadas hoy.

“Debemos poner énfasis en la santidad de la vida”, dijo el superintendente Eddie Johnson en conferencia de prensa, donde detalló los cambios que eran exigidos por grupos que abogan por los derechos civiles y humanos y critican el uso excesivo de fuerza letal contra las minorías en Chicago.

Las nuevas disposiciones, que reconocen que los policías a menudo toman decisiones en una fracción de segundo, dictan que cuando se use la fuerza debe ser de manera “objetivamente razonable, necesaria y proporcional”.

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Según Johnson, los agentes solamente podrán disparar contra una persona que huye, como último recurso y si ven una “amenaza inminente” de muerte o de lesiones graves contra un policía u otra persona.

Antes, un oficial podía disparar su arma en cualquier caso en que el sospechoso huyera tras cometer o tratar de cometer un delito usando un arma.

La definición de fuerza letal no se limitará al disparo del arma de reglamento del policía, sino que también se considera letal golpear en la cabeza al sospechoso con un arma, o aplicarle una llave de estrangulamiento.

También se aconseja a los agentes a actuar de manera cuidadosa con las pistolas Taser, que disparan cargas eléctricas.

Con estas nuevas disposiciones, que entrarán en vigor el próximo otoño tras el entrenamiento de los 12.000 oficiales de la fuerza, estará prohibido el uso excesivo de la fuerza física, discriminatoria, de la fuerza usada como represalia o contra alguien que ejerza su derecho constitucional a la libre expresión.

El Departamento de Policía de Chicago fue investigado por el Departamento de Justicia federal tras la divulgación en noviembre de 2015 de un vídeo donde un agente blanco mató de 16 disparos a un adolescente negro de 17 años, en un episodio ocurrido un año atrás y que levantó sospechas de un posible encubrimiento.

El informe final recomendó cambios profundos en los procedimientos policiales de Chicago, aunque sin supervisión federal, tarea que fue encarada por Johnson bajo órdenes del alcalde de Chicago, Rahm Emanuel.

“Queremos ser un mejor departamento para los ciudadanos de Chicago y para los valientes hombres y mujeres que integran sus cuadros”, declaró hoy el superintendente.

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