Los puertorriqueños sufren los efectos de María 100 después del huracán
San Juan — La población de Puerto Rico, cuando se cumplen hoy 100 días desde el paso de María, sufre todavía los efectos del devastador huracán, que causó pérdidas por 94.000 millones de dólares y un saldo provisional de 64 muertos.
María supondrá un antes y después para Puerto Rico al cambiar el rumbo de este Estado Libre Asociado a Estados Unidos de 3,4 millones de personas que aún todavía ven condicionadas sus vidas por los efectos del histórico huracán.
Las cifras oficiales facilitadas por el Gobierno indican que la generación de la estatal Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE) alcanza hoy el 69,8 %, porcentaje que, sin embargo, se estima es mucho más bajo en cuanto al número de personas que cuenta en sus hogares con electricidad.
La AEE aprovechó los días de Nochebuena y Navidad para informar de que la electricidad llegó a los cascos urbanos de algunos de los municipios del interior y la costa, más de 3 meses después.
A pesar de la que pueda considerarse buena noticia, en Puerto Rico apenas vive población en los centros urbanos, ya que la gran mayoría habita en suburbios residenciales diseminados donde la electricidad sigue sin llegar.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, había establecido la meta de que para mediados de diciembre el 95 % de los clientes de la AEE contara con servicio, lo que no pudo alcanzarse a pesar de los esfuerzos.
Rosselló puso su punto de mira en el Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos, que trasladó a la isla a gran número de efectivos, al señalar que la agencia federal no cumplió como se esperaba.
El resultado es que hoy no se conoce exactamente cuántas personas cuentan con energía eléctrica, aunque se presume es mucha la que todavía de ese servicio, dado que la generación de la AEE no llega ni siquiera al 30 %.
Aunque la electricidad ha llegado a buena parte de la capital, San Juan, y su área metropolitana en muchas áreas de la isla la luz es todavía un lujo.
La falta de electricidad tiene consecuencias devastadoras para la economía local, ya que muchos pequeños y medianos negocios se han visto obligados a cerrar, mientras que otros han optado por la compra de generadores alimentados por diesel.
Para muchos de esos pequeños empresarios esa solución es, sin embargo, un duro golpe para sus cuentas de resultado dada los sobrecostes que supone el precio del diesel.
El panorama, que desde el principio se vio sombrío una vez que los directivos de la AEE llegaron a hablar de un periodo de 9 meses para la recuperación de la electricidad en algunas partes de la isla, llevó a muchos puertorriqueños a hacer las maletas en busca de condiciones de vida razonables.
Aunque todavía no hay datos oficiales, se barajan cifras de hasta 200.000 puertorriqueños que abandonaron la isla para instalarse en solamente en el estado de Florida en EEUU, aunque habrá que esperar todavía para conocer la magnitud de este éxodo favorecido por el hecho de que los ciudadanos de la isla cuenta con pasaporte estadounidense.
Aunque la electricidad es, sin duda, el principal problema en la isla caribeña, tampoco se puede olvidar que cerca de un 5 % de la población aún no tiene restablecido el servicio de agua, mientras que las telecomunicaciones tampoco están al ciento por ciento recuperadas.
Aunque el Gobierno de Rosselló estima que las pérdidas ronda los 94.000 millones de dólares, las ayudas llegadas desde Washington son limitadas y el Ejecutivo de San Juan insiste en que el Congreso estadounidense tiene que destinar más dinero para paliar la situación.
María destrozó la totalidad de la infraestructura eléctrica de la isla, puentes y viviendas, daños que todavía no han sido completamente atendidos.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés) ha concedido más de 830 millones de dólares en fondos a afectados por el ciclón en Puerto Rico y distribuyó más de 56 millones de litros de agua y 48 de comidas, siendo la misión de distribución de provisiones más grande en su historia.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos anunció que destinará 81.000 millones para un paquete conjunto de ayuda suplementaria destinado a territorios afectados por los huracanes, incluidos las Islas Vírgenes, Texas, Florida, California, Luisiana y Puerto Rico.