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Rusia y EE.UU. intercambian acusaciones mientras sigue la lucha en Siria

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EFE

Rusia y EE.UU. intercambiaron hoy acusaciones en Naciones Unidas ante la continuación de los combates en Siria a pesar de la tregua demandada por el Consejo de Seguridad.

Después de unirse el pasado sábado para aprobar una resolución con ese llamamiento, los miembros del máximo órgano de decisión de la ONU volvieron a escenificar hoy sus divisiones ante la falta de progresos.

Según Naciones Unidas, la resolución para pedir un alto el fuego de 30 días adoptada durante el fin de semana está siendo ignorada y la situación sobre el terreno apenas ha cambiado.

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El jefe humanitario de la organización, Mark Lowcock, confirmó ante el propio Consejo que la lucha continúa en varios puntos del país, incluido el enclave opositor de Guta Oriental, a las afueras de Damasco.

Allí, la ofensiva gubernamental sigue y también lo hacen los ataques con artillería de los rebeldes contra la capital.

“¿Qué ha pasado en los últimos días? Más bombardeos, más lucha, más muerte, más destrucción, más daños a mujeres y niños, más hambre, más miseria. En otras palabras, más de lo mismo”, lamentó Lowcock.

Según la ONU, sus convoyes humanitarios están listos para llevar ayuda a la población de Guta Oriental, pero siguen sin poder entrar ante la falta de permisos y los combates.

La ONU confirmó hoy que no ha obtenido ningún compromiso de respetar la tregua por parte del Gobierno sirio, mientras que sí ha recibido una carta de los tres principales grupos opositores prometiendo respeto a la resolución del Consejo.

Para la organización, la tregua diaria de cinco horas anunciada por Rusia resulta insuficiente, dado que las entregas humanitarias tardan habitualmente hasta un día en superar los puestos de control en las carreteras sirias.

Las potencias occidentales insistieron hoy en pedir a Rusia que use su influencia para lograr que el régimen de Bachar al Asad observe el cese de hostilidades de treinta días.

Estados Unidos, con más dureza, acusó a Moscú de “reescribir unilateralmente los términos de la resolución” que apoyó el pasado sábado, cambiando la tregua total por pausas mucho más reducidas.

“Rusia, Irán y el régimen de Al Asad no están ni siquiera intentando esconder sus intenciones. Están pidiendo a los civiles que salgan de Guta Oriental bajo la falsa premisa de que entonces pueden atacar a cualquiera que quede en la zona tanto como quieran”, dijo la diplomática estadounidense Kelley Currie ante el Consejo.

Currie denunció que la táctica es la misma utilizada en Alepo oriental, el gran bastión rebelde recuperado por las fuerzas gubernamentales en medio de enormes daños.

En respuesta, el embajador ruso, Vasili Nebenzia, defendió que su país está trabajando para mejorar la situación sobre el terreno, con las pausas de cinco horas, asistencia médica y corredores que permitan la salida de no combatientes.

“¿Qué han hecho ustedes por la resolución? ¿Han levantado un dedo?”, espetó Nebenzia a EE.UU. y sus aliados, a quienes acusó de no hacer más que imponer “demandas” a Rusia y sembrar informaciones falsas para dañar a su país y a sus aliados de Damasco.

El representante ruso culpó a las fuerzas rebeldes de la continuación de los combates en Guta Oriental e insistió en que los ataques contra terroristas siguen siendo “objetivos legítimos”.

La resolución del Consejo de Seguridad establecía que, pese a la tregua, podrían continuar las operaciones contra grupos considerados terroristas por Naciones Unidas, caso del Estado Islámico (EI) o el Frente al Nusra.

Desde el primero momento, ello puso en duda el impacto de la medida en Guta Oriental, pues Siria y Rusia insisten en que Al Nusra controla la zona y que otros rebeldes trabajan con ellos.

Las tres principales organizaciones opositoras, sin embargo, se han comprometido en las últimas horas a “expulsar” a todos los elementos terroristas presentes en Guta Oriental.

Según Nebenzia, esa “separación” debe ser ahora mismo la prioridad, con el fin de “neutralizar” a los combatientes de Al Nusra, para lo que pidió el apoyo del resto de potencias.

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