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Alertan por pérdida de “coral pedregoso” en la costa sureste de Florida

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EFE

El hábitat natural de los arrecifes coralinos de la costa sureste de Florida experimenta una enfermedad “amplia” bacteriana que afecta especialmente al denominado “coral pedregoso”, y los científicos estudian métodos para su repoblación, informó hoy el Santuario Marino Nacional de los Cayos de Florida.

Esta enfermedad de probable origen bacteriano puede “transmitirse de un coral a otro” por la propia circulación de la corriente marina y, desde 2018, afecta a casi toda la totalidad de la costa este del estado de Florida, según un reciente simposio celebrado en Cayo Hueso, en el extremo sur del estado.

Los investigadores intentan identificar los patógenos potenciales de esta enfermedad y su posible relación con los factores ambientales, así como las características de las colonias de coral pedregoso enfermas y aquellas resistentes al brote bacteriano.

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Preocupa a los expertos su “amplio rango geográfico, su duración, rápida progresión y altas tasas de mortalidad, así como el número de especies (coralinas) afectadas”, explicó el santuario, dependiente de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Este brote que afectaba en 2014 a tan solo una mínima parte de los arrecifes de la costa sureste, en 2018 se detectaba en una extensión cercana al 90 %, desde el condado de Martin hasta una gran parte de los Cayos.

El ecosistema de arrecifes de coral del sureste de Florida genera más de 70.000 empleos, que equivalen a unos 6.400 millones de dólares en ventas e ingresos anuales.

En los Cayos de Florida, el 58 % de los puestos de trabajo está vinculado al ecosistema coralino, con actividades acuáticas y marinas que producen anualmente más de 2.000 millones de dólares en ingresos y ventas.

Pese a que los arrecifes coralinos no ocupan más del 0,01 % del ecosistema marino, sirven de refugio para el 25 % de las diferentes especies de organismos marinos y generan el 30 % de las exportaciones obtenidas en países donde se promueve el turismo relativo a este hábitat marino.

Los científicos recomendaron una serie de acciones para frenar o evitar el contagio en el delicado ecosistema coralino, con medidas como que los submarinistas y practicantes de esnórquel “eviten tocar el coral” y “desinfecten el equipo entre las inmersiones”, especialmente si se ha viajado a países o lugares con infecciones.

El brote de la enfermedad que produce la pérdida del tejido coralino es descrito en el estudio como un “alteración del ecosistema” en el sureste de Florida, al tiempo que se alerta de un “descenso pronunciado de algunas especies”, en especial del meandrina meandrites (coral laberinto) y el dichocoenia stokesii (coral de estrella elíptica)”.

No obstante se describe también el aumento de otras especies coralinas en esa costa.

Los arrecifes coralinos no sólo protegen las costas del efecto de erosión de las tormentas, al reducir el impacto de las olas, sino que son el hábitat natural de más de 4.000 especies de peces y numerosas plantas marinas.

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