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Los rascacielos de Manhattan se cuelan en la última gran obra del Met

EFE

La inconfundible silueta que forman los rascacielos de Nueva York pasó este lunes a formar parte del proyecto artístico que el Museo Metropolitano (Met) presenta cada primavera en el jardín de su azotea, para el que este año eligió a la artista alemana de origen polaco Alicja Kwade.

Kwade, que expone su arte por primera vez en un museo estadounidense, diseñó para este icónico espacio exterior, rodeado del Central Park y con las vistas de Manhattan de telón de fondo, una escultura que combina grandes rectángulos metálicos con imponentes esferas en piedra que representan el universo.

En el séptimo encargo del Met para este espacio, que aprovechando el buen tiempo se expone de abril hasta octubre, la artista ha querido hacer reflexionar al público sobre el tiempo, la percepción y la ciencia, a la vez que cuestiona el sistema capitalista que domina el mundo.

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“En esta pieza, desde distintos puntos de vista, se aprecia cómo los planetas se asientan sobre los rascacielos. Los distintos mundos se asientan sobre los pedestales del capitalismo, que es lo que hace que el mundo siga girando, al menos de momento”, explicó a Efe Kwade, de 40 años, durante la presentación de su obra.

Titulada “ParaPivot”, la artista ha querido que cada uno de las piezas de la obra representen claramente varios de los elementos que conforman el universo.

Por una parte, el sistema que ha conseguido construir la humanidad, simbolizado no sólo por los rascacielos de Manhattan de fondo, sino por la combinación en distintos ángulos de los marcos metálicos, que a su vez son un guiño al diseño urbano cuadriculado de Nueva York.

Por otra parte, las esferas que representan el universo y la rotación constante de los planetas y del ser humano, que, pese a los distintos escenarios y épocas, finalmente siempre gira en torno a los mismos deseos y objetivos.

“Espero que la obra impresione a primera vista a los espectadores y que les recuerde a un sistema solar, lo cual los hará sentir muy pequeños pero a la vez muy grandes”, concluyó Kwade, cuya instalación podrá verse desde el 16 de abril hasta el 27 de octubre.

El director del museo, Max Hollein, alabó precisamente la capacidad de los trabajos de la alemana de conectar con el público en varios niveles, tanto física como mentalmente.

“Después de haber visto su trabajo en varias exposiciones (...) siempre he admirado su capacidad de crear piezas que se manifiestan de forma muy precisa, pero a la vez plantea tanta incertidumbre”, aseguró Hollein en el acto de presentación.

Por su parte, Sheena Wagstaff, directora de arte moderno y contemporáneo de la institución, afirmó que la pieza “inteligentemente nos provoca a plantearnos cómo entendemos el universo ahí fuera, más allá del cielo que se ve desde la azotea del Met”.

Esta es la séptima edición de la exposición de obras de arte de gran volumen en la azotea del Museo Metropolitano, un espacio que la institución ha querido utilizar para dar cabida a impactantes piezas de artistas aun en vida.

Esto supone un importante contraste con respecto a buena parte de su colección permanente, que abarca una gran diversidad de antigüedades y arte clásico.

Kwade, que reside en Berlín, dijo hoy sentirse muy honrada por exponer en el histórico Museo Metropolitano de Nueva York, que describió como “uno de los objetivos en la vida”, pero desechó la idea de que la ciudad de los rascacielos sea el centro del mundo cultural, y la describió como “melancólica”.

“Para muchos artistas ya no es tan importante donde estás -opinó- porque se puede viajar a cualquier parte. Hay tantas cosas pasando en internet... que no es tan necesario estar físicamente en un sitio”.

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