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Michael Bloomberg abandona la carrera presidencial y apoya a Joe Biden

El ex alcalde de Nueva York Michael R. Bloomberg entró tarde en la carrera presidencial demócrata.
(Spencer Platt / AFP/Getty Images)
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Después de gastar más de su propio dinero que cualquier otro candidato presidencial en la historia, el ex alcalde de la ciudad de Nueva York Michael R. Bloomberg terminó su candidatura presidencial el miércoles después de una débil actuación en las primarias del Súper Martes que fueron críticas en su poco convencional camino hacia la nominación demócrata.

Bloomberg dijo que apoyaría a Joe Biden, el ex vicepresidente que protagonizó un impresionante regreso el martes y se puso a la cabeza de la carrera por la nominación.

“Después de los resultados de ayer, las matemáticas de los delegados se han vuelto virtualmente imposibles”, dijo Bloomberg en un comunicado. “Y un camino viable para la nominación ya no existe. Pero sigo teniendo claro mi objetivo principal: la victoria en noviembre. No para mí, sino para nuestro país”.

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Rompió los registros de autofinanciamiento, invirtiendo al menos 676 millones de dólares en su campaña hasta el martes. Al final, Bloomberg sólo ganó en Samoa Americana.

Los rivales demócratas de Bloomberg habían estado haciendo campaña durante casi un año en los estados de Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur para el momento en que el multimillonario entró en la carrera en noviembre de 2019.

Bloomberg decidió seguir un rumbo poco común, saltándose los cuatro primeros estados y apostando fuertemente en las competiciones de delegados que seguirían el 3 de marzo, cuando California, Texas y otros 12 estados celebraran sus primarias.

Bloomberg siguió esta estrategia nunca antes vista, contratando ejércitos de personal de campaña profusamente pagados en todo el país y bombardeando los medios electronicos. Hasta el 3 de marzo, Bloomberg había gastado 552 millones de dólares en televisión, radio y publicidad digital, según Advertising Analytics, una empresa que hace un seguimiento de los gastos de publicidad política.

Bloomberg alardeó de su historial como alcalde, su perspicacia en los negocios, así como de los cientos de millones de dólares que había gastado en la lucha por el control de armas y la acción contra el cambio climático, dos cuestiones de importancia para la base demócrata.

Inicialmente, comenzó a subir en algunas encuestas. Pero luego los votantes, muchos de los cuales sólo habían visto al candidato en anuncios de televisión producidos con astucia, conocieron a Bloomberg cuando llegó al escenario del debate en Las Vegas en febrero donde fue un desastre.

Bloomberg no había debatido en años y estaba compitiendo con candidatos que habían estado perfeccionando sus habilidades durante meses y se encontraban ansiosos por atacar al hombre que sentían que estaba tratando de comprar la nominación. (Bloomberg había respondido que como no aceptaba donaciones, no estaba en deuda con nadie).

Durante el debate, Bloomberg fue golpeado por los comentarios groseros que había hecho sobre las mujeres, los acuerdos de no divulgación que su empresa firmó con mujeres que presentaron demandas por acoso sexual, y su política policiaca que afectó desproporcionadamente a las minorías. Parecía oxidado y altivo.

Durante el Súper Martes, ganó sólo en Samoa Americana, lo que le dio cinco delegados.

Los récords anteriores de la época moderna los tenía Ross Perot, que se postuló como independiente en 1992, y Steve Forbes, que se postuló como republicano en 2000. Cada uno gastó el equivalente a un poco más de 110 millones de dólares de hoy en día. Tom Steyer, un administrador de fondos de cobertura convertido en activista ambiental, invirtió más de un cuarto de millón de dólares en su infructuosa candidatura presidencial demócrata este año, según revelaciones de la campaña federal.

Bloomberg había prometido que si no ganaba la nominación, apoyaría al candidato demócrata que ganara, financiando un esfuerzo independiente anti-Trump.

“Mike Bloomberg va a ser el nominado o la persona más importante que apoye al candidato demócrata a la presidencia”, declaró Kevin Sheekey, director de la campaña de Bloomberg, a NBC News en enero. “Está dedicado a sacar a Trump de la Casa Blanca”.

Es poco probable que los gastos de Bloomberg afecten sus resultados. El precio de 676 millones de dólares de su campaña representó un poco más del 1% de su patrimonio neto.

El hombre de negocios y ex alcalde de la ciudad de Nueva York tiene unos 55 mil millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los hombres más ricos del mundo. Hizo su fortuna creando un negocio que proporciona noticias, análisis y datos a las compañías financieras a un costo premium a través de terminales electrónicas.

El hombre de 78 años había coqueteado con las candidaturas presidenciales durante más de una década. En marzo de 2019 anunció que no se presentaría. Pero entonces descontento con el campo demócrata y la debilidad del primer candidato Joe Biden, anunció a finales de noviembre que buscaría la Casa Blanca, iniciando su campaña con un gasto en anuncios de 37 millones de dólares durante una semana.

Al unirse a un campo lleno de demócratas que habían estado empujando durante meses sobre la dirección del partido y que estaba mejor posicionado para enfrentar al presidente Trump, Bloomberg fue criticado por sus rivales por sus riquezas personales - especialmente a la luz de su oposición a un impuesto sobre la riqueza. Fue acusado de no ser un verdadero demócrata, dados los cambios en el registro de su partido a lo largo de los años.

Bloomberg dejó de lado tales críticas, diciendo en noviembre, “Voy a presentar mi caso y dejar que los votantes, que son muy inteligentes, hagan su elección”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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