En Los Ángeles, no sabemos cuándo volveremos a ver el interior de un gimnasio. Pero una cosa es segura: cuando lleguemos allí, se verá diferente.
A medida que California pasa a la Etapa 2 de la orden de permanecer en casa del estado, el gobernador Gavin Newsom insinuó que la Etapa 3, donde se permitiría la reapertura de lugares de trabajo de mayor riesgo, como gimnasios y estudios de acondicionamiento físico, podría llegar más pronto que tarde.
Pero el martes, la directora de salud pública del Condado, Bárbara Ferrer, dijo que las órdenes de permanecer en casa del condado de Los Ángeles se extenderían “con toda seguridad” durante los próximos tres meses.
Ya sea la próxima semana o tres meses en el futuro, los gimnasios ahora deben implementar una serie de medidas de seguridad antes de poder reabrir sus puertas, incluido un plan de protección específico del sitio, medidas de control y exámenes individuales, protocolos de desinfección y pautas de distanciamiento físico.
Les preguntamos a los expertos cómo será eso:
“Estamos trabajando las 24 horas del día para asegurarnos de que nuestros miembros estén seguros”, dijo Mark Dengler, jefe de operaciones de YMCA Metropolitan Los Ángeles. “Tomaremos temperaturas. Haremos clases en nuestros gimnasios. Probablemente no podremos abrir vestuarios o nuestro centro de actividades infantiles. Vamos a estar limpiando todo el día y exigiremos a nuestros miembros que limpien ellos mismos después de utilizar algo”.
Dengler anticipa que YMCA de Los Ángeles abrirá entre cuatro y ocho de sus 26 ubicaciones en las primeras semanas para garantizar que todo funcione sin problemas. “Queremos tomarlo con calma al principio”, manifestó. “Tenemos que volver a contratar a nuestro personal y capacitarlo”.
Gold’s Gym, que volvió a abrir sus puertas el 8 de mayo en Oklahoma, está reabriendo en fases según el presidente y CEO Adam Zeitsiff. “Abrimos con equipos cardiovasculares, elípticos y de fuerza. No abrimos el salón de clases, el estudio o el club de infantil. Estamos exigiendo a los miembros de nuestro equipo que usen máscaras y guantes y alentamos a otros a que lo hagan. El equipo se apagará para que las personas estén a seis pies de distancia entre sí. La gente va a estar limpiando todo el día”.
En el Bay Club, que tiene 24 propiedades en California y Oregón, el golf se abrió en San Diego, San José y Marín como parte de la Fase 2, y el tenis y la piscina reabrirán esta semana. Se espera que la guardería en grupos de 12 o menos, con controles de temperatura para niños, esté disponible para el 18 de mayo.
“Estamos buscando abrir los espacios interiores en junio”, dijo Annie Appel, vicepresidenta ejecutiva sénior de Bay Club Company. “La gente se sorprenderá de lo diferente que se ve, pero en el buen sentido. El personal usará mascarillas y guantes. Tendremos plexiglás y estaciones de saneamiento. Hemos establecido un sistema de reservas para poder controlar el número de personas en el establecimiento”.
Al igual que YMCA, el Bay Club planea instalar equipos de cardio y clases de ejercicio en gimnasios. “No esperamos que el baloncesto vuelva pronto”, expuso Appel. “Todo el mundo tendrá un espacio de 10 pies cuadrados para hacer ejercicio. Hemos reinventado nuestros establecimientos para usar espacios exteriores, campos de césped y terrazas de piscinas con bicicletas y máquinas de remo”.
En Equinox y SoulCycle, los miembros y el personal deberán usar desinfectante de manos antes de ingresar al club y serán escaneados por un termómetro sin contacto. Además, tanto miembros como el personal de Equinox deberán completar una Declaración de Salud obligatoria para confirmar que no estén experimentando síntomas de COVID-19. Las duchas, al menos inicialmente, no estarán disponibles.
Las bicicletas en SoulCycle se reservarán y muchas se dejarán vacías para ayudar a mantener el distanciamiento social. Los marcadores de piso indicarán una distancia segura en el vestíbulo, los vestuarios y los baños, y las bicicletas se desinfectarán después de cada clase, incluso si no están en uso. Se les pide a los ciclistas que se abstengan de abrazos y chocar los cinco y se les anima a esperar afuera, o en sus autos, antes de la clase.
Los estudios más pequeños, que han sido duramente afectados por la pandemia, se verán particularmente diferentes.
Una reciente encuesta de ClassPass realizada a 300 estudios de acondicionamiento físico encontró que el 49% de los estudios planeaban reducir su capacidad de clase a la mitad. Además, el 58% dijo que ya no ofrecerán ajustes prácticos, y el 31% planea experimentar con clases al aire libre.
“Los estudios son realistas en cuanto a que algunos clientes no volverán a las clases de inmediato, y muchos planean seguir ofreciendo clases en vivo o bajo demanda como un complemento de entrenamiento en casa”, expuso Kinsey Livingston, vicepresidente de asociaciones en ClassPass. “Los miembros que regresen a clase pueden esperar ver un aumento en los horarios de saneamiento y una reducción a corto plazo de las comodidades personales como las duchas. Incluso con estas nuevas políticas, anticipamos que la comunidad de fitness seguirá ansiosa por regresar a clase”.
Allie Guillerm estaba esperando un mes de marzo sin precedentes, cuando se vio obligada a cerrar su estudio de pilates, Pilates Punx en Echo Park, debido a COVID-19.
“Abrimos en septiembre, y fue una edificación lenta cada mes”, relató Guillerm. “El mes de enero fue genial. Las clases estaban llenas y tuve una lista de espera por primera vez. Todos los meses me preguntaba si podría llegar a fin de mes, pero estaba viendo una tendencia al alza”.
Cuando vuelva a abrir, Guillerm dijo que está preparada para hacer cambios y esperar si es necesario. “Podría potencialmente sacar algunos reformadores del camino para lograr los seis pies de distancia y la gente pueda tener distanciamiento social”, expuso.
Mientras tanto, Guillerm ha estado activa en Instagram y está organizando entrenamientos diarios en vivo. “No es una opción permanecer cerrado”, declaró. “He puesto todo lo que tengo para abrir este estudio. Necesito hacer ejercicio y mantener mi mente alejada de las cosas. Despertar y tener algo que hacer me ha dado una sensación de normalidad”.
Los gimnasios y el acondicionamiento físico son “una parte esencial de nuestras vidas y nuestra salud mental”, dijo Zeitsiff. “Uno de los pocos aspectos positivos de esto es que la gente se está dando cuenta de que el ejercicio físico es bueno no sólo para su exterior sino también para su salud mental. Los gobernadores pueden ver eso y darse cuenta de que no se trata de obtener grandes bíceps”.
Dengler cree que es el sentido de comunidad lo que hará que la gente regrese. “Las personas ven a YMCA como mucho más que un lugar para hacer ejercicio”, enfatizó. “No es su trabajo, ni su hogar, es su tercer lugar, donde van a buscar socialización. Ahí se sienten seguros. El propósito de YMCA es unir a las comunidades. Nos está matando que no hayamos podido llevar a cabo nuestros programas de estilo de vida saludable”.
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