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¿Por qué los mejores regalos tecnológicos de este año cuestan casi mil dólares?

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Es posible que note algo diferente sobre los precios de los productos tecnológicos que las empresas intentan vender más más este año: tienen cuatro dígitos.

Las compañías de tecnología, que ganan la mayor parte de su dinero durante la temporada festiva, están comenzando a diversificarse más y acercarse al lujo. Lo cual significa que hay más Lamborghinis y Ferraris de la tecnología en los puntos que solían estar ocupados por Lexus (los regalos tecnológicos ostentosos, después de todo, nunca fueron baratos).

Tomemos por ejemplo los teléfonos móviles lanzados este otoño: el celular premium más nuevo de Apple, el iPhone X, tiene un precio de $999, mucho más que los $649 que solía costar el último modelo del dispositivo. El precio básico del Galaxy Note 8, de Samsung, es de $950, un aumento respecto de los $850 del año pasado.

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Lo mismo ocurre con los productos de la marquesina de Google. Su nueva computadora portátil Pixelbook, último miembro de su línea Chromebook -generalmente económica-, se vende por $999 (es posible comprar un Chromebook por aproximadamente $300, en promedio). Y el Surface Book 2, de Microsoft, con pantalla extraíble de 13 pulgadas -que convierte la computadora portátil en tableta-, sigue siendo de $1,500 para comenzar, a menos que tenga la tentación de adquirir el nuevo modelo, de $2,499 y 15 pulgadas.

Compare estos precios con la cantidad promedio que los adultos estadounidenses planean gastar en regalos tecnológicos este año: $478, según la Consumer Technology Association, un grupo de presión de la industria tecnológica. Incluso entre los mayores gastadores potenciales (en este caso, adultos entre 35 y 44 años), el promedio es de sólo $674. Mientras que un promedio puede no representar lo que todos están dispuestos a gastar, es notable que el costo de un sólo regalo puede ser más del doble de ese presupuesto.

Entonces, ¿qué hay detrás del aumento de precios de los productos de primer nivel? Por un lado, las empresas han puesto más en sus dispositivos. En el caso de Apple, el iPhone X trae por primera vez la tecnología de reconocimiento facial y una pantalla casi completa para el teléfono. El Galaxy Note 8 incluye nuevas funciones multitareas que se acercan más que nunca a una computadora de mano. El Pixelbook tiene una bisagra flexible que permite doblar el teclado detrás de la pantalla, lo cual lo convierte en una opción de computadora portátil más versátil. Y el Surface Book 2, además de ofrecer el modelo con dos pulgadas adicionales, es más poderoso que nunca y se inclina hacia un dispositivo de escritorio portátil.

Esto genera otra razón para la subida de precios: esta tecnología nueva y experimental es costosa de construir. Tomemos la nueva pantalla OLED del iPhone, o el sensor de reconocimiento facial. Son dos características que no han existido lo suficiente como para que la empresa produzca a bajo precio.

¿Vale la pena? Conforme mi experiencia con ellos, estos productos están bien hechos y cumplen con su estatus de ‘primera línea’. Sin embargo, tienen imperfecciones por las que muchos evitarían gastar casi mil dólares. El Face ID de Apple, aunque es impresionante, no funciona el 100% de las veces; el Surface Book 2 tiene un pequeño problema de oscilación en la pantalla. Son el tipo de cuestiones que los primeros compradores podrían tomar con calma, pero no todos los demás.

También está el hecho de que, con sus precios más altos, estos dispositivos móviles compiten con los equipos de escritorio que simplemente pueden ofrecer más productividad por el dinero que cuestan. Y hay una mayor posibilidad de remordimiento del comprador cuando gasta el valor de un dispositivo de escritorio en un teléfono inteligente que, sin importar su sofisticación o costo, siempre tendrá un teclado en la pantalla, propenso a los errores tipográficos, o como en el caso de Pixelbook, una computadora portátil que todavía ejecuta aplicaciones esencialmente móviles.

Así que, este es un año para comparar precios más que nunca, pensar qué tanto se desean las nuevas funciones y si se puede esperar a que algunas de ellas bajen de costo. Se puede, por ejemplo, decidir que es mejor elegir un iPhone 8 o iPhone 7 con capacidad de almacenamiento adicional en lugar de un iPhone X con una función elegante que no se podrá usar. O, por supuesto, también se puede descubrir que gastar $1,000 en un único artículo todavía tiene sentido para uno.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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