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El asteroide que acabó con los dinosaurios también dio forma a la evolución de las aves

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Los científicos que estudian la vida vegetal en torno al evento de extinción que mató a los dinosaurios, han hecho un descubrimiento sorprendente: de todas las aves que vivían en ese momento, solo sobrevivieron las especies que vivían en el suelo.

El hallazgo descrito en la revista Current Biology, revela cómo los ganadores y perdedores a raíz del evento de extinción Cretácico-Paleógeno formaron la evolución de todas las aves que conocemos hoy en día.

El asteroide que golpeó la Tierra hace 66 millones de años era una roca de 93 millas de ancho que se estrelló tan fuerte en la península de Yucatán, que arrasó árboles en un radio de 930 millas e irradió tanto calor que probablemente provocó incendios forestales en todo el mundo, confirmaron los autores del estudio. Eso sin mencionar la lluvia ácida y la liberación de tanto hollín que ocultó la luz del sol, matando de hambre a los fotones que necesitaban para producir alimentos y causando un enfriamiento significativo del clima.

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“Esta fase de la luz solar reprimida, notoriamente difícil de reconstruir, está respaldada por la proliferación de saprótrofos que prosperan en la descomposición de la materia orgánica”, escribieron los autores del estudio.

Los dinosaurios fueron completamente aniquilados, excepto por sus descendientes, los pájaros, que se recuperaron y se diversificaron. Pequeños colibríes revoloteando, enormes albatros, avestruces que viven en el suelo, pingüinos marinos y todas las criaturas emplumadas en el medio ambiente deben su existencia a aquellas aves que pasaron por ese evento de extinción.

Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo si algunas aves tuvieron éxito mientras que otras sucumbieron, y lo que les dio ventaja a esos sobrevivientes en particular.

Algunos han sugerido que aquellos sin dientes fueron mejores para comer semillas y granos, y habrían sobrevivido más fácilmente en el paisaje apocalíptico que quedó.

Pero el trabajo previo ha demostrado que los animales dentados también eran capaces de comer semillas. Otros han señalado que un mundo post asteroide probablemente favoreció a las aves más pequeñas sobre las más grandes, en parte porque necesitaban menos alimentos para sobrevivir. Esos factores pueden haber desempeñado un papel, pero no ofrecen una explicación completa, dijeron los investigadores.

Para este documento, un equipo internacional de científicos utilizó métodos estadísticos para reconstruir los antiguos antepasados de los grupos de aves vivas. Lo combinaron con un estudio de plantas fósiles y el registro de esporas, en un esfuerzo por ver qué sobrevivió al asteroide y qué no.

Los científicos descubrieron que hubo un aumento en la cantidad de esporas de helechos después del impacto del asteroide. Es un descubrimiento revelador porque los helechos tienden a tomar el control cuando se ha nivelado el dosel de un bosque.

“Los helechos son pioneros de paisajes devastados, y su proliferación representa un ejemplo clásico de una ‘flora de desastres’ capaces de germinar rápidamente a partir de esporas y rizomas y/o raíces”, escribieron los autores del estudio.

Los árboles, entonces, deben haberse perdido. Cualquier ave que tuviera que vivir exclusivamente en esos árboles, dicen los autores, también se habría extinguido.

Esto parece coincidir con sus reconstrucciones, que muestran que las aves que sobrevivieron al evento de extinción tenían características de suelo, como las patas relativamente largas. Fue solo después de que los bosques comenzaron a resurgir que las aves podrían comenzar a llenar nichos “arbóreos”.

Los hallazgos pueden ayudar a los investigadores a comprender mejor la evolución de las aves y también arrojar luz sobre la difícil situación de ellas hoy en día, cuyas poblaciones son amenazadas por la actividad humana, señalaron los científicos.

“Hoy en día, la diversidad de las comunidades avícolas está influenciada negativamente por la pérdida de diversidad vegetal y el hábitat debido a la actividad humana, incluyendo la agricultura mono específica y los patrones de uso de la tierra”, escribieron, “y la fase floral de baja diversidad del Paleoceno temprano puede haber afectado de manera similar a las comunidades de aves en ese momento “.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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