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La largamente esperada aplicación de alerta sísmica para L.A. ya se puede descargar

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Los Ángeles ha dado a conocer su largamente esperada aplicación de alerta temprana de terremotos para teléfonos inteligentes Android y Apple.

ShakeAlertLA, una aplicación que ha estado en desarrollo durante años, fue creada bajo la supervisión del alcalde Eric Garcetti y el gobierno de la ciudad, y está diseñada para trabajar con el sistema de alerta temprana de terremotos del Servicio Geológico de Estados Unidos.

La aplicación está diseñada para dar a los usuarios algunos segundos, antes de que las ondas sísmicas de un terremoto lejano, lleguen a la ubicación del ellos.

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“ShakeAlertLA le envía información cuando ocurre un terremoto de 5.0 o más grados en el condado de Los Ángeles, a menudo antes de que se sienta el movimiento”, dice la aplicación.

Garcetti tiene previsto hacer un anuncio oficial para presentar el sistema el jueves 3 de enero por la mañana.

La aplicación fue construida bajo contrato con AT&T. Se había publicado sin bombo ni platillo en línea en la víspera de Año Nuevo, y para el miércoles 2 por la mañana, los usuarios de las redes sociales ya la habían encontrado y habían comenzado a twittear su entusiasmo por el lanzamiento de la aplicación.

Durante más de un año, el alcalde ha hablado de proporcionar una aplicación de alerta temprana de terremotos para los residentes de Los Ángeles, aun cuando parecía que hacerla realidad sería difícil.

Pero en octubre, Garcetti parecía optimista de que ShakeAlertLA sería dada a conocer a fines de 2018 si pasaba las pruebas iniciales entre miles de empleados de la ciudad.

“Al hacer avanzar la tecnología de alerta temprana de terremotos, estamos fortaleciendo a Los Ángeles, haciendo que los angelinos se encuentren más seguros”, dijo el alcalde a los periodistas en octubre. “Y ayudará a salvar vidas al dar a la gente esos preciosos segundos para detener los ascensores, para hacerse a un lado del camino, para agacharse, cubrirse y protegerse.

“Todo eso no sucederá el primer día de nuestro lanzamiento”, dijo Garcetti. “Pero juntos, con el sector privado, construiremos el software y el hardware que nos permitirá anticiparnos y reaccionar ante un terremoto antes de que lo sintamos aquí”.

BART ha probado el sistema ShakeAlert, diseñado para que los trenes se detengan en caso de un terremoto en Oakland.

Unos pocos segundos pueden salvar vidas, permitiendo que las empresas de servicios públicos apaguen las grandes líneas de combustible de alta presión, que los médicos detengan las cirugías, que las agencias de tránsito reduzcan la velocidad de los trenes y que los estudiantes se refugien debajo de los pupitres.

Las alertas sísmicas se basan en un principio simple: los movimientos sísmicos viajan a la velocidad del sonido a través de la roca, que es más lenta que la velocidad de los sistemas de comunicación actuales. Los sensores sísmicos que detectan un gran terremoto que comienza en Salton Sea, por ejemplo, y ha comenzado a viajar por la falla de San Andrés, pueden hacer sonar una alarma en Los Ángeles, a 150 millas de distancia, antes de que el temblor llegue a la ciudad, dándole a los angelinos quizás más de un minuto para prepararse.

Es probable que el sistema no sea perfecto, especialmente en sus primeros años de servicio. Como los residentes de Japón, México y otros lugares que ya tienen las alertas se han enterado, el sistema viene con falsas alarmas y advertencias perdidas. Y las alertas tempranas probablemente no serán viables para los usuarios que se encuentren en el epicentro de un terremoto.

BART has tested the ShakeAlert system, designed to trigger trains to stop in the event of an earthquake, in Oakland.

Sin embargo, los sistemas de alerta temprana han recibido un apoyo tremendo en otros países porque los beneficios cuando el sistema funciona, superan con creces las fallas. El sistema ayudó a prevenir descarrilamientos mortales de trenes de alta velocidad en Japón antes de que llegara el terremoto de magnitud 9.1 de 2011, por ejemplo. Memorablemente, la emisora nacional japonesa NHK emitió un aviso de terremoto unos 90 segundos antes de que el sismo más fuerte llegara a Tokio.

Las advertencias que sonaron en las aulas dieron a algunos estudiantes tiempo suficiente para refugiarse. Según los relatos recogidos por Richard Allen, director del Laboratorio Sismológico de Berkeley, los estudiantes de un aula en una escuela primaria de la ciudad japonesa de Sendai, al noreste del país, tuvieron 10 segundos para refugiarse bajo sus escritorios antes de que llegara el temblor.

Un estudio encontró que varios millones de personas cerca del epicentro recibieron una alerta temprana entre 15 y 20 segundos antes de que se produjera el temblor más fuerte. Una encuesta reveló que el 90% de los encuestados aprobaron el sistema japonés de alerta temprana tras el terremoto.

Los residentes de la Ciudad de México han sido generalmente positivos acerca de sus alertas tempranas de terremotos, incluso cuando recibieron una alerta falsa, dijeron científicos estadounidenses que estudiaban ese sistema. Los residentes prefieren recibir falsas alarmas que no recibir ninguna advertencia antes de sentir el impacto del sismo, encontraron los investigadores.

“Parece haber una aceptación general de las limitaciones técnicas del sistema de alerta temprana a cambio de cierta tranquilidad”, escribieron los científicos para la revista Earth & Space Science News.

México y Japón construyeron sus sistemas después de los terremotos de 1985 en la Ciudad de México y Kobe, en 1995.

Establecer expectativas puede ser importante. En Japón, una campaña de sensibilización hizo que el 78% de la población comprendiera la posibilidad de que se produjeran falsas alarmas.

Un sistema prototipo ha tenido éxito en muchos de los recientes terremotos menores y moderados de California, en particular el temblor de magnitud 6 de 2014 que azotó Napa, le dio a San Francisco ocho segundos de advertencia. A principios de 2018, los científicos de Pasadena recibieron seis segundos de alerta cuando un terremoto de magnitud 5.1 sacudió La Habra.

Hay 865 estaciones de detección de terremotos en línea para el sistema de alerta temprana en la costa oeste, incluyendo 615 en California, pero se necesitan 810 más, dijeron las autoridades. La falta de sensores podría significar, por ejemplo, que Los Ángeles experimentara retrasos en las alertas de un terremoto que comenzara en el condado de Monterey y que se extiendiera hacia el sur a lo largo de la falla de San Andrés.

El presupuesto estatal que se aprobó en 2018 autorizó 15 millones de dólares adicionales para construir los sensores restantes que se necesitan para que California tenga un sistema de alerta completo. Para esta primavera, se espera que la red de California esté completa en un 70%, y para 2021, esperan los funcionarios, las 1,115 estaciones de sensores sísmicos destinadas a California estarán colocadas.

El sistema también se ha vuelto popular entre los funcionarios federales. En marzo, como parte del proyecto de ley de presupuesto de 1,3 billones de dólares aprobado por el Congreso y firmado por el presidente Trump, se aprobaron 22,9 millones de dólares para el proyecto, es decir, más del doble de lo que obtuvo el sistema de alerta en el presupuesto de 2017, de 10,2 millones de dólares.

Los observadores han acreditado a una coalición bipartidista en la Cámara de Representantes, incluyendo el respaldo del representante Ken Calvert (R-Corona), presidente saliente de un influyente subcomité de la Cámara, y el apoyo inicial del representante Adam B. Schiff (D-Burbank) para obtener un mayor apoyo del Congreso al sistema. La administración Trump había pedido que se terminaran los fondos federales para el programa.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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